It's a secret

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Habían transcurrido alrededor de tres horas  desde que habían abandonado la biblioteca, la mayoría de los presentes en esa camioneta estaban durmiendo, menos Andrew y Victor. El castaño podía sentir que, de vez en cuando, Victor le lanzaba una que otra mirada por el retrovisor al pintor. Edgar no había logrado conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en el libro que había traído el rubio. Por otra parte, Luca dormía pacíficamente a un lado de su pareja, con la cabeza recargada en el hombro del pintor y con los labios ligeramente separados. Esto era algo que hacía sentir nervioso al pintor, puesto que no quería terminar por despertar al castaño. Al regresar su mirada a la ventana, pudo notar que estaban cada vez más cerca de la organización. En cierto aspecto, quería llegar de una vez a casa para poder dormir un rato, pero por otro lado quería preguntarle algunas cosas al rubio. Sus pensamientos fueron interrumpidos al notar que la camioneta se había detenido, eso significaba que ya habían llegado.

-¡Despierten, ya llegamos!-

Exclamó el peliblanco, haciendo que Joseph y Aesop se sobresaltaran por el grito. Joseph talló uno de sus ojos con su dedo meñique, mientras que Aesop se colocaba de forma adecuada su mascarilla blanca.

-¿Ya llegamos?-

Preguntó el peliblanco, dedicándole una mirada soñolienta al rubio. El rubio asintió, regresándole una sonrisa al fotógrafo. Aesop y Joseph asintieron, abriendo la puerta de la camioneta y saliendo de esta. Edgar suspiró, mirando nuevamente al inventor. 

-Luca, despierta, ya llegamos-

El inventor no se despertó, en lugar de eso, se aferró al pintor.

-5 minutos más...-

Edgar frunció el ceño, negando con la cabeza. 

-¡Luca!-

-Uhm... Yo también te amo, Eddie...-

El inventor entreabrió los ojos para mirar al castaño un momento, luego los volvió a cerrar. Edgar desvió la mirada hacía la puerta en cuanto escucho que la habían abierto.

-Edgar, ¿necesitas ayuda con Luca?-

-Lamentablemente si, no quiere despertarse, Andrew-

-"Luca suele tener el sueño pesado luego de las misiones... Andrew, ¿Por qué no lo cargas?"-

-Pero es tan pesado...-

Andrew frunció el ceño, pero no se negó, así que acató las ordenes del rubio y cargó al inventor en su espalda. Mientras tanto, Victor le dio la mano al castaño, ayudándolo a bajar de la camioneta. Una vez abajo, Edgar pudo notar como los ojos del rubio se llenaban de lágrimas, lágrimas que amenazaban con salir. El pintor no dijo nada, no sabía que decir en aquellos momentos; por otro lado, el rubio se le abalanzó encima, abrazándolo con todas sus fuerzas. Esto fue algo que sobresalto al pintor, quien rápidamente le devolvió el abrazo. 

-Victor... ¿Qué sucede?-

Victor no podía responder, solo podía escucharse su respiración agitada debido a su llanto. Luego de unos minutos, Victor se separó del castaño, dejando a la vista sus evidentes ojos rojos. El pintor contempló los ojos del rubio, contempló su mirada llena de preocupación y temor... Y, por último, contempló el libro que sobresalía de su bolsa. 

Blome | EdlucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora