WORLD OF DUNGEONS

1 SORPRESA

Blitz estaba sentado en una mansión, muchas habitaciones, sin personal, sólo él mismo.
Sentado en el comedor, comiendo un corazón de jabalí que cazó hace unos minutos en el bosque del sur.

—Vaya vida eterna mas aburrida, sólo, atrapado. Sin poder ir al exterior. —se decía mientras miraba hacia el salón.

Blitz era un vampiro en un mundo llamado Dungeons. Un lugar en el que abarcaba todo, los tiempos pasados con los modernos juntos, había edificios del S. XXI y casas del S.XV, era como una mezcla de tiempos en un mismo espacio. Llevaba un mes sin salir de sus dominios, poseía un gran terreno.
Se sentía sólo, todas las noches salía a explorar los alrededores, pero no encontraba a nadie, los pueblos y las ciudades estaban vacías, y volvía a su mansión triste y sólo.
Al cuarto mes, en la noche, Blitz vió salir una luz del cielo y chocar con el suelo, salió corriendo de su mansión y se dirigió hasta donde estaba el humo, llegó a una ciudad enorme...

—Nunca llegué hasta aquí, que grande es... Y hay un círculo en el centro de la ciudad... —Se decía mientras caminaba hacia el centro.

En ese círculo había mucho humo. Cuando se disipó, se veía una joven en el suelo, recostada y desnuda, parecía ser vampiresa, era de pelo morado y largo, cuando Blitz se acercó, vió caer una luz del cielo que iba en dirección a él, que con eficacia, esquivó.
Al mirar al cielo vió a un ser brillante, con alas blancas y plumas grandes.

—¿Un... Ángel? —se preguntó Blitz.

—¿Qué haces tu aquí, demonio? —le preguntó el ángel.

—Pues lo mismo que tu.

El ángel bajo y llegó al suelo, miró a Blitz fijamente.

—¿Quién eres? Y, al parecer no soy el único aquí. —dijo.

—¿Entonces tu también estás en este mundo? —preguntó Blitz.

—Si, Soy Hazel, y tengo mi reino en el cielo, literalmente. —decía mientras se rascaba la cabeza.

—Yo soy Blitz, dueño de un imperio y vampiro.

La chica empezó a levantarse, Blitz y Hazel se miraron y la miraron, ella, al ver esas caras se asustó y gritó.
Rápidamente Blitz quito su capa y la tapó ignorando su grito.
Luego de gritar, miró a los dos de nuevo, ellos retrocedieron un poco para darla espacio y se fue calmando...

—¿Quiénes sois, que hago aquí, estoy en el cielo? —preguntó la joven.

—No, estas en... Por cierto, ¿cómo se llama este sitio? Blitz... Una pregunta, ¿antes de despertarte aquí, que estabas haciendo? —preguntó Hazel con mucha intriga a Blitz.

—No se... De repente... Me encontré aquí... Es como si viviera aquí toda la vida, pero al mismo tiempo me siento extraño. —respondió Blitz.

—Ya entiendo, ¿tú cuánto llevas aquí, Blitz?

—Cuatro meses.

—¡Cuatro meses! Yo sólo llevo 1 semana. Bueno, eso lo vamos ha hablar bien, atendamos a la señorita antes.

—¿Puedes decirnos tu nombre? —preguntó Blitz a la chica.

—Me llamo Lillith .—respondió. —Estaba... Yo... No me acuerdo, solo recuerdo que estoy aquí y ya... —añadió ella un poco triste.

—Pues... Ven conmigo, preces ser una vampiresa, y no creo que haya mejor opción que ir conmigo. —decía Blitz mientras ponía cara amable.

—Será mejor que descansemos, tenemos de que hablar y sería recomendable que lo hiciéramos mañana. —dijo Hazel a Blitz.

—Venga ya, soy un vampiro, ¿recuerdas? —le recalcó Blitz.

—Si, no he dicho que será en la mañana, nos veremos aquí mañana cuando haya salido la luna.

—Eso suena mejor...

Tras hablar con el ángel, Blitz cogió a Lilith en brazos y la puso a caballito, Hazel batió las alas y se fue volando, hasta atravesar las nubes y desaparecer entre ellas. En el camino, mientras Lillith descansaba, el seguía pensando...

—¿Por qué en todos estos meses no he notado ni visto la aparición de Hazel, porqué la de Lillith? ¿Por que de este fenómeno? Debería preguntar a Hazel por si sabe algo más sobre este mundo extraño.

Al legar a su mansión, recostó a Lilith en una de las habitaciones y salió, fue a la terraza y miró al cielo.
En el lugar en donde sucedió lo de Lilith, llegó una lamia arrastrándose, miró el terreno y se dirigió a las tierras de los vampiros.
En el cielo, Hazel estaba sentado en un trono blanco y grande, en un enorme palacio blanco en una ciudad entre nubes enormes.

—Ha dicho que se llama Blitz, ¿debo confiar en el? A dicho que lleva cuatro meses aquí desde que despertó, yo una semana, ¿y si me estará mintiendo?

Con tantas preguntas e intriga, Hazel apoyó su puño en su mejilla, y su codo en el borde de la silla.

......