WORLD OF DUNGEONS

25 LAS CRÓNICAS DE SOLTICE (V)

Blitz, con su mirada penetrante, se encontraba sentado en su oficina. Génesis, elegante y misteriosa, se acercó a él, sus ojos centelleaban con un brillo sobrenatural.

—Génesis, mi preciada vampiresa. —dijo de manera seductora. —He recibido información sobre una posible revuelta en el territorio demoníaco. Necesito que investigues y descubras qué está pasando allí.

—Entendido. —Asintió con serenidad. —Me adentraré en el territorio demoníaco y averiguaré la verdad. Pero... ¿Eso no es problema de ellos? —preguntó.

—Confío en ti, querida. —acarició suavemente la cara de Génesis. —Tienes la astucia y el poder necesario para enfrentarte a cualquier peligro. Pero recuerda, si alguien intenta hacerte daño, no dudes en eliminarlo sin piedad.

—No habrá piedad para aquellos que se atrevan a desafiarnos. —dijo sin expresión en su cara, ignorando los dedos de Blitz. —Regresaré con la información que necesitas y a la vuelta me explicarás por qué quieres meterte en asuntos agenos.

Con un último vistazo desafiante, Génesis se alejó de Blitz saltando por la ventana, desplegando sus alas oscuras mientras se transformaba en una sombra voladora. Su misión era clara: descubrir que provoca la revuelta de los demonios.
Blitz permaneció en su silla, saboreando el poder y la intriga que rodeaba su existencia. Sabía que, con Génesis a su lado, ningún enemigo podría detenerlos. Juntos, eran una fuerza imparable en el mundo de las criaturas de la noche.

—Estoy disfrutando de esto, al final resultará que soy un controlador. —se rió Blitz de él mismo suavemente.

Mientras en la mansión, Kromex estaba apoyado en la ventana, desde a fuera, en un tercer piso, observando.

—Venga... Date la vuelta... —decía algo excitado.

Saray, al sentir la presencia de Kromex, rápidamente se cubrió con una toalla y desenvainó un cuchillo que hizo con la sangre que salió de su mano derecha. Miró fijamente al lugar donde estaba Kromex.

—¡Sal de las sombras, Kromex! ¿Cómo te atreves a espiarme en mi propio baño? —dijo con voz fría y amenazante.

—Saray, siempre tan bella y letal. No pude resistir la tentación de verte así de vulnerable. —se rió Kromex con malicia apoyado en la pared.

—¡Te arrepentirás de ésto! —gritó ella con furia.

Con un movimiento rápido, Saray se lanzó hacia Kromex, su cuchillo brillando bajo la luz de la luna, ejecutando una estocada hacia la pared del baño y así clavárselo a Kromex. Él era un luchador experimentado y pudo esquivar su ataque con facilidad.
La batalla se extendió hasta el jardín, donde se encontraron con Carmilla y Mirai sentadas en los columpios del jardín.

—¿Qué está pasando, porque Saray esta en toallas? —dijo Carmilla.

—Seguro Kromex estaba haciendo de las suyas. —respondió Mirai.

Saray atacaba a Kromex con cortes de su cuchillo improvisado, Kromex, bastante contento, los esquivaba con mucha facilidad.

—Ya empiezo a cabrearme de verdad. —dijo Saray muy furiosa.

Generó otro cuchillo de sangre con la mano izquierda y volvió a atacar, esta vez logró hacer varios cortes a Kromex haciendo que retrocediera.

—Venga Saray, solo fue una broma. —dijo Kromex asustado.

Kromex notó algo de peligro y se movió hacia la derecha rodando en el suelo, justo impactaron tres balas es su posición inicial, incando la rodilla oyó como se cortaba el viento y saltó mucho más a la derecha recibiendo el corte de una Katana justo en la mejilla.

—Te vas a enterar Kromex. —dijo Mirai.

—Pero...

—¡Ya estamos hartas de tus sesiones de espionaje, vamos a resolver este asunto aquí y ahora, estamos con Saray! —gritó Mirai.

Kromex, sin armas, se vio superado por la fuerza y el trabajo en equipo de las tres vampiras. Pero no se rendiría tan fácilmente. Tenía que esquivar las balas de Carmilla justo cuando Saray y Mirai habían atacado, su ropa estaba desgarrada y tenía demasiados cortes en el cuerpo, se regeneraba las heridas lentamente porque tenía que centrarse en esquivar y no morir.
Mirai se acercó desde atrás con una estocada, Kromex se percató e hizo un giro esquivando la estocada y consiguiendo golpear su espada con la palma, justo al momento Saray le clavó un cuchillo de sangre en la espalda y fue pateado en el cuello.
Kromex rodó por el suelo, cuando se levantó tres balas le atravesaron el hombro, Mirai le lanzó un cuchillo con la hoja ondulada y el mango poseía una calavera, Kromex esquivó el lanzamiento haciéndose a un lado.

—¡Fallaste! —dijo. —No puedo encontrar a Carmilla... —pensó durante ese momento.

—No era para ti. —le respondió Mirai con una sonrisa.

Saray atrapó el cuchillo al vuelo y sin dejar chance a Kromex, se lo clavó en el pecho, la calavera se puso roja por la sangre de Kromex y éste empezó a desmayarse.

—No entiendo porqué me siento... —terminó cayendo al suelo.

Mirai, Saray y Carmilla se acercaron a Kromex.

—¿Está muerto? —preguntó Carmilla.

—No, solo en hibernación. —respondió Mirai.

—¿Entonces no se levantará? —preguntó Saray.

—Este cuchillo se llama "Somnus", es capaz de hacer que un vampiro duerma durante toda la eternidad, hasta que se le quite el cuchillo del pecho. —dijo Mirai con una sonrisa.

—¿De dónde lo has sacado? —preguntó Carmilla.

—De la biblioteca de padre, estaba con un libro de encantamientos. —dijo. Mirai.

—Bueno, si padre pregunta, yo responderé. —terminó diciendo Saray.

Saray salió del jardín arrastrando la pierna de Kromex junto a las demás, Mirai y Carmilla. Desde una de las habitaciones que daba con ese jardín, arriba, eran observadas por otra persona...

—¿A eso juegan los niños pequeños ahora? —dijo. —Yo también quiero que padre me dé un regalito, voy a jugar un poco con el. —dijo Lilith terminando su cigarrillo.

La noche era oscura y la oficina de Blitz estaba iluminada por unos pocos focos. Blitz, estaba con los pantalones bajados sentado en la silla, Lillith, estaba sobre él, sus labios se unieron en un beso apasionado.
Lillith se movía lentamente y sensualmente sobre Blitz, sus caderas se unían con cada embestida. Los gemidos de ambos se entremezclaban en la noche.

—¡Sí! ¡Más profundo... Lillith... —susurró Blitz con voz ronca.

—¡Mmm! ¡Sí! —Lillith gemía con pasión.

Blitz la tomó con fuerza y se lanzó aún más profundo dentro de su cuerpo. Los gritos de placer de Lillith llenaron la oficina. Blitz la embistió con fuerza, sin parar, mientras las garras se clavaban en su espalda.
Los dos vampiros se movían como uno solo, sus cuerpos se unían en la oscuridad, Lillith subía y bajaba. Los gemidos se volvían más fuertes y más intensos a medida que el placer alcanzaba su punto máximo.
Blitz se levantó con Lillith dándole la vuelta y tumbando su cuerpo boca a bajo en el escritorio, Lillith, con el culo al aire, la falda subida y las bragas abajo, fue penetrada otra vez.

—¡Blitz! ¡Dame más! —gritaba Lillith.

Finalmente, el clímax alcanzó su punto máximo y los dos vampiros explotaron de placer. Los gritos de éxtasis se mezclaron con los susurros y los latidos de sus corazones.
La escena de sexo duro había terminado, pero los dos vampiros seguían unidos en la oscuridad. Se despegaron y Lillith salió de la oficina de Blitz chorreando con semen en las piernas, pasando por el pasillo se cruzó con Sasha sin decirla nada.

—Eso que corre por sus pies... ¿Padre? —pensó. —Si ella puede, yo también. —murmuró de manera siniestra.

......