WORLD OF DUNGEONS

35 ELFOS Y BESTIAS (X)

En la majestuosa sala del consejo real de Amestris, los miembros de la corte se encontraban reunidos. La tensión en el aire era palpable, ya que discutían acaloradamente sobre el reciente ataque al castillo por parte de un elfo desafiante. En el centro de la sala, la imponente figura de la reina elfa, Darknes's, se erguía con firmeza, escuchando con atención a sus consejeros mientras decidía el curso de acción a seguir.
Ghost, un consejero leal pero de voz crítica, levantó la vista y tomó la palabra. Con su ceño fruncido y mirada penetrante, expresó su preocupación ante la propuesta del elfo de enfrentar a la reina en un combate uno contra uno.

—Mi reina, comprendo que este desafiante incidente ha provocado una gran conmoción en nuestro reino. Sin embargo, debo expresar mi profunda preocupación por su seguridad. Desde que usted ascendió al trono, hemos enfrentado numerosos problemas y nuestro reino ha sufrido considerables dificultades. No creo que deba arriesgarse en un combate personal. Debemos buscar una solución más diplomática y evitar poner en peligro su vida. —dijo.

—Entiendo tus preocupaciones, Ghost, y aprecio tu lealtad hacia mí y nuestro reino. Pero como reina, también debo demostrar fuerza y valentía ante nuestros súbditos. —respondió con una mirada decidida y una voz serena. —Este desafiante elfo necesita saber que no toleraré amenazas a nuestra paz. Además, al aceptar su desafío, también estoy protegiendo a nuestro pueblo. Si puedo derrotarlo, enviaré un mensaje claro a cualquier otro que intente desestabilizar nuestro reino.

Ghost suspiró, sabiendo que Darknes's tenía razón en su razonamiento. Aunque aún preocupado, decidió apoyar a su reina en esta peligrosa situación.

—Mi reina, aunque me preocupa su seguridad, comprendo su determinación. Como siempre, estaré a su lado y haré todo lo posible para garantizar su protección. Permítame preparar a nuestros mejores guerreros y asegurarme de que estén listos para apoyarla en caso de necesidad.

Darknes's asintió con gratitud y se dirigió hacia el balcón del castillo, donde los rayos del sol bañaban su rostro con una luz dorada.

—Gracias, Ghost. Tu apoyo significa mucho para mí. Me prepararé para el combate y cuando acabe, vamos a celebrarlo juntos, como siempre hemos hecho.

Mientras la reina elfa se alejaba, el consejo real comenzó a movilizarse, preparando el castillo y alistando a los guerreros más valientes para acompañar a su reina en el enfrentamiento. Amestris se encontraba en vilo, esperando el desenlace de esta osada batalla que decidiría el destino del reino, en ese momento, Darknes's estaba en la armería preparando sus cosas, ya que el combate iba a ser en breve.
Kayrin entró apresuradamente en la armería, donde encontró a Darknes's examinando cuidadosamente las armaduras y espadas disponibles. La reina elfa se veía imponente en su determinación, pero su mirada reflejaba cierta confusión y conflicto interno. Mientras Darknes's sopesaba las opciones, Kayrin se acercó a ella, deseándole suerte en el desafiante combate que estaba por venir.

—Darknes's, te deseo lo mejor en esta batalla. Sé que eres fuerte y valiente, y confío en que saldrás victoriosa.

Darknes's, mirando a Kayrin con una mezcla de gratitud y desconcierto, sintió una oleada de confusión. La esencia de Kayrin aún habitaba dentro de Lirian, lo que complicaba su relación y sus sentimientos hacia su hermano.

—Gracias, Kayrin. Aprecio tus palabras de aliento. —respondió fríamente.

A pesar de las dudas y la confusión, Darknes's aceptó los halagos de Kayrin, reconociendo la importancia de mantener una imagen de fortaleza y confianza frente al pueblo de Amestris. Una vez equipada con su armadura y su espada elegidas, Darknes's se dirigió a la plaza central, donde la gente se había congregado en gran número.
En medio de la multitud, Darknes's divisó a un elfo vestido con una armadura ligera. Era Sigfried, uno de los mejores guerreros de Amestris. Con su mirada desafiante y su voz llena de resentimiento, Sigfried comenzó a arremeter contra Darknes's, acusándola de ser una pésima reina, promiscua y sin ningún valor.