20 YO SOY...

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Sasha se encontraba en la habitación de Blitz, en medio de una pasión desenfrenada. Ella estaba en ropa interior, con su cuerpo perfecto a la vista de Blitz, quien estaba completamente excitado.

-Me encanta cómo me miras, padre. ¿Te gusta lo que ves? -le susurró.

-Sí, eres... Hermosa. -respondió tímidamente.

-Eso lo sé. Ahora, ¿por qué no me muestras lo mucho que me deseas? -dijo ella acercándose mucho más a su cara.

-No estoy seguro de qué hacer. -dijo muy nervioso. -Además, soy tu padre. -añadió.

-No me vas a engañar, te llamamos padre por respeto y porque es el código de los transformados, pero en realidad no lo eres, y gracias a ese respeto me exitas sexualmente padre. -se acercó lo suficiente como para besarle.

Mientras se besaban, Sasha lo guiaba en sus movimientos. Blitz estaba un poco torpe, pero pronto se dejó llevar por el deseo y comenzó a tocar y acariciar a Sasha con más confianza.

-Mmm, eso es, padre. Así me gusta. -dijo Sasha gimiendo.

Justo cuando estaban a punto de llegar al clímax, alguien tocó el timbre. Sasha se detuvo un momento, mirando a Blitz con una sonrisa traviesa en los labios.

-¿Deberíamos parar? -preguntó ella.

Blitz asintió, sabiendo lo excitante que sería llegar al final del acto.
El mayordomo abrió la puerta de la mansión y se encontró con una chica humana en mal estado y enferma.

-Oh, ¿qué te ha sucedido? ¿Cómo has llegado aquí? -preguntó el mayordomo mirando a los lados y pensando en la cena.

-Por favor... necesito ayuda. Vengo del reino humano y estoy enferma. No puedo soportar el dolor y el sufrimiento, he atravesado innumerables peligros y he llegado justo desde el bosque, me duelen los huesos, Porfavor... -dijo de rodillas, con el pelo sucio y cayendo, la ropa ensangrentada, sucia y desprendiendo un olor a podrido.

-Por supuesto, entra de inmediato. Te llevaré ante nuestro amo, él sabrá qué hacer. -dijo dándola paso hacia dentro de la mansión.

El mayordomo llevó a la chica humana hasta el salón principal, en donde estaba Blitz, quien estaba acompañado de dos bellas chicas, Sasha y Lillith.

-Amo Blitz, me encontré con esta chica humana en las afueras de la mansión. Está en un estado terrible y dice necesitar ayuda. -dijo el mayordomo.

Blitz observó a la chica humana con compasión...

-Por favor. Permíteme escuchar tu historia. -dijo Blitz.

-Gracias por recibirme, señor. No sé a dónde ir ni cómo curarme. Estoy desesperada. -con lágrimas en los ojos. -Desde niña tengo una enfermedad que afecta a todo mi cuero y me dificulta la movilidad, me duelen los huesos, los músculos, me siento prisionera en mi propio cuerpo y...

-Tranquila, te ayudaremos. -intervino Lillith. -Permíteme llevarte a una habitación donde puedas refrescarte y descansar. El mayordomo te mostrará el camino.

Lillith ordenó al mayordomo que la llevara a una de las habitaciones de la mansión, donde ella pudiera bañarse y descansar.

-Lillith, que te he dicho de no interferir en mis cosas... -dijo Blitz algo molesto.

-Padre. -miró fijamente Lillith a Blitz. -se que deseas ayudarla, yo también, puedo notar su sufrimiento, y se que tu también y mejor que nadie, ¿porqué simplemente no dejas de hacerte el imponente y la ayudas de una vez? -le dijo con seriedad.

-¡Lillith! -Blitz le agarró la blusa y la acercó bruscamente muy cerca de su cara. -No-vuelvas-a-hablarme-asi. ¿Entiendes? -dijo muy enfadado.

-En parte padre tiene razón, Lillith, pero se ve mono cuando se enfada. -dijo Sasha riéndose un poco.

-Papi, eso que acabas de hacer... Mmm es excitante. -dijo Lillith mordiendo su labio inferior.

Blitz, al oír los comentarios de Sasha y Lillith, se puso rojo y la soltó.

-Estais hechas unas mujeres hermosas, y eso me pone nervioso, no os acerquéis a mí. -las señaló y se fue a su habitación.

Después de que la humana se duchara y descansara, la dieron una manta grande que cubría su cuerpo, la llevaron hasta las puertas de la habitación de Blitz, lo cual tocó y la dejó pasar.

-¿Cómo te sientes ahora, después de un merecido descanso? -preguntó él sentado al borde de su cama.

-Mucho mejor, señor. Estoy extremadamente agradecida por su amabilidad. -respondió parada delante de él.

-Escucha, puedo sentir tu sufrimiento y quiero ayudarte. Pero debes entender que mi ayuda implica un cambio irreversible en tu vida.

-Estoy dispuesta a hacer lo necesario para superar esta enfermedad. Por favor, ayúdeme.

-Muy bien. Para sanarte por completo, deberás convertirte en un vampiro como nosotros. Esto te brindará una nueva vida, salud y belleza. Pero también significará renunciar a tu vida humana y abrazar nuestra existencia eterna. -dijo extendiendo su mano hacia ella.

-Acepto tu oferta. Estoy dispuesta a renunciar a mi vida pasada por una nueva oportunidad. -respondió con determinación mientras agarraba la mano de Blitz.

-Entonces, permíteme darte lo que necesitas. Prepárate, este proceso será doloroso y puede asustarte, pero valdrá la pena al final. -dijo asintiendo con solemnidad.

Blitz se acercó a ella con cautela, oliendo su deliciosa sangre y notando su palidez enfermiza. Sin pensarlo dos veces, la mordió en el cuello, bebiendo su sangre para sanarla de su enfermedad.
La chica se desplomó en el suelo, temblando y sufriendo por la transformación en vampiro.
Parecía que no se iba a levantar, la manta cubrió todo su cuerpo, había silencio, hasta que tosió. Ella se levantó algo confundida, la manta que la cubría se cayó revelando su cuerpo desnudo y perfecto.
Sus pechos eran pequeños y firmes, con pezones rosados que se endurecieron al contacto con el aire frío de la noche. Su vientre era plano y suave, con una línea de vello que se extendía hasta su entrepierna.
Blitz se quedó embobado por su belleza, su piel pálida y suave, sus curvas perfectas y sus delicadas facciones. Sin poder resistirse, comenzó a acariciar su cuerpo, sintiendo cómo se excitaba cada vez más.

-¿Por qué no me dices tu nombre? -preguntó Blitz con voz seductora.

-¿Qué... Qué me ha pasado? -preguntó ella algo confundida y sintiendo el tacto suave y caliente de Blitz.

-Acabas de renacer... -la dijo. -Ahora estás curada, No tengas miedo, te prometo que te haré sentir un placer que nunca antes has experimentado.

-Yo... -sintiendo cómo la acarician, se dejaba llevar.

La chica nunca había sentido con esa intensidad el tacto de una persona, estaba tan contenta y excitada que quería celebrar el momento.
Antes de que Blitz pudiera ir más allá, llegaron Lillith y Sasha, ambas se acercaron con una mirada desafiante en sus ojos.

-¿Qué estás haciendo, padre? -preguntó sarcásticamente Sasha.

-Yo... Pues... La acabo de convertir en vampiresa. -respondió. -por cierto, se toca antes de entrar.

-Eso no justifica que te aproveches de ella sin su consentimiento. -Frunciendo el ceño dijo Lillith. -Eres un salido e irresponsable.

La chica recogió la manta desvergozada y se cubrió.

-Niñas, no os confundáis, puedo cuidar de mí misma, ni se os ocurra volver a defenderme sin mi autorización. -dijo mientras se iba.

-Bienvenida a nuestro mundo, y a nuestra familia. -dijo Sasha sonriendo.

-Estaremos aquí para guiarte. -intervino Lillith.

-Gracias. -dijo sin darse la vuelta, por cierto Blitz, mi nombre es Dalia Elder, pero a partir de hoy... Soy Génesis...

......

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