27 ELFOS Y BESTIAS (II)

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En las sombras del bosque, los dos grupos de hombres lobo se reunieron en silencio alrededor del rey de Kingdom Beast, Nözel. Con miradas serias, esperaban a que él les anunciara la importante noticia sobre el futuro del reino.

—Cuando llegue mi hora, mi hijo será el legítimo rey de Kingdom Beast. —les dijo Nözel mirándoles con solemnidad.

Sus palabras resonaron en la sala, pero la loba alfa Butterfly no pudo contenerse.

—¡No! No confío en ti, ¿voy a confiar en tu cría de serpiente? —Exclamó Butterfly.

El lobo alfa Kannon, en cambio, se encogió de hombros indiferente y gruñó.

—No me importa quién gobierne, siempre y cuando mantengamos nuestros espacios. —dijo.

MIENTRAS TANTO, EN SOLSTICE

—Estoy cansado de esta guerra interminable por el poder de todo. Necesito algo que cambie la situación. —pensaba Blitz para sus adentros.

Padre, tengo algo para ti. —dijo Saray entrando en la oficina. —Me dijo Génesis que te entregue esto en caso de que ella aún no regrese, por cierto, ¿a donde fue? —añade dejando un cofre pequeño en la mesa.

—¿Qué es esto? —abriendo el cofre. —¿Nudilleras?

—Ella tampoco me explicó nada, pero me dijo que leyeras la nota. Bueno padre, tengo un asunto pendiente. —termina diciendo Saray mientras se va.

Blitz coje la nota que está junto a las nudilleras:

"Hablé con los herreros del imperio y les pedí que hicieran estas nubilleras con las escamas que recogí de tu combate contra el rey dragón y del rey bestia. Según el herrero, tienen propiedades mágicas, aunque no ha podido describir cuáles son. En todo caso úsalas, no me he matado aprendiendo magia para nada."

—¿ha estado aprendiendo magia? —Pensó Blitz. —Nudilleras mágicas. No se si es de mi estilo, pero por probar no pierdo nada.

Llegó el día, Blitz llegó al Coliseo del reino Humano, acompañado de tres de sus vampiresas, Saray, Jonika y Lillith, los guardias del Coliseo les dejaron entrar y les llevaron hasta una sala donde encontraron a viejos conocidos y caras nuevas sentados en una mesa, con personas detrás de ellos.

—Buenas noches, majestades. —saludó Blitz mientras se sentaba y sus vampiresas hacían una reverencia de respeto.

—Blitz, qué alegría verte. Sigo sin entender la gravedad del asunto. —dijo Séptimo.

—Saludos, Blitz. Es un honor conocerlo tenerlo aquí con nosotros. —dijo Darknes's acercándose con Eru a su lado.

—Bienvenido, Blitz. —intervino Hazel

—¿Tan famoso eres, padre? —preguntó Jonika algo curiosa.

—Bueno, más o menos. —la respondió rascándose la cabeza.

—¿Dónde está Leaf? ¿Por qué no está aquí? —preguntó Nözel frunciendo el ceño.

—Leaf se ha retirado temporalmente, así que he tomado el trono provisionalmente en su ausencia. —respondió Darknes's.

Todos se quedaron con dudas, pero prefirieron no tratar ese caso.

—Bien, hablemos del asunto en cuestión. ¿Realmente necesitamos recurrir a un combate para resolver esto? —preguntó Séptimo.

—No creo que sea necesario. Podemos encontrar una solución pacífica. —respondió Darknes's.

—¡Yo quiero un combate! ¡Quiero gobernar y demostrar mi fuerza! —gritó Nözel enojado mientras se levantaba de la mesa.

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