Cap LII

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Jiang Cheng se ha vuelto a enamorar. A estas alturas, pensaría que su corazón es demasiado traicionero para pertenecerle a uno o a dos. Pero se enamoró la primera vez que vio a Lan Huan, cuando era a-Yue. Se enamoró luego con Qiao-er y su cuidado. Se enamoró de Feng-er cuando lo vio todo rojo y llorón y luego chupó con entusiasmo su pulgar. Se enamoró de a-Jun cuando arrugaba siempre la cara al intentarlo cargar.

Se enamoró de Jin Ling, como si lo conociera de toda una vida y estuviera destinado a amarlo.

Y ahora se enamora de XiaoHua, cuando la pequeña niña de siete meses ríe con cantarina voz, como si fuera un riachuelo de cosas bellas, saltando sobre sus muñones mientras grita más alto que él.

Está encantado. Su sobrina es hermosa, con la hermosura de su madre. Sencilla, etérea y encantadora. Sus ojos son oscuros como los de su abuela y su cabello es espeso como el de su padre. XiaHua es una pequeña flor en la primavera y él la ama, la adora, dará su vida por ella, castrará a todos los que quieran acercarse. Ay, siquiera Jin Zixuan podrá sostener el amor que Jiang Cheng puede darle.

—Deja de mirar a mi hija como si quisiera secuestrarla.

—Me la llevaré a Muelle de loto y ni te darás cuenta de cómo. —Jiang Cheng asegura mientras él sonríe a la niña que vuelve a poner sus manos llenas de baba sobre su rostro. De reojo, mira a Jin Zixuan rodando los ojos. Detrás de él, la primavera se filtra en Gusu Lan.

Hay arreglos de rojo en la decoración. La familia preparándose para la esperada boda de ellos y su retorno a Muelle de loto es lo que tiene a todos allí. Y Jiang Cheng puede decir: es feliz. Mirando el rostro estreñido de Jin Zixuan mientras carga a su niña sobre sus muñones, es feliz.

—¡Jiujiu! —grita Jin Ling, evadiendo a su padre mientras corre llorando a su costado. XiaoHua se da cuenta de que su padre está allí y le alza las manos, provocando que Zixuan suavice su tono y se incline para cargarla.

—¿Qué pasó mocoso? ¿Quién te hizo llorar?

—¡Feng-ge y Yi-ge no me dejan ser un gege! ¡Pero yo soy gege de a-Hua!

—Pero yo soy gege de Feng-er y de a-Ling y de a-Jun. ¡Soy más gege que a-Ling! —responde JinYi con Feng-er agarrado de su mano.

—A-Ling es el gege de A-Hua. También es un gege como ustedes —dice Jin Zixuan, como si buscara defender la posición de su hijo.

—Bueno, resolvamos eso. Jingyi es Da-ge, porque es el más grande. Luego viene Feng-er que sería er-ge y a-Ling es sang-ge. Los tres son geges. —Ante su resolución, Jin Ling se limpia la cara llorosa de lágrimas y mocos antes de ver a sus dos primos. Jingyi parece satisfecho y Feng-er no está tan interesado en el asunto, solo en jugar. Jiang Cheng les sonríe a todos.

—Oh, parece que tenemos a una amplia familia aquí —susurra una voz que reconoce.

El aleteo del abanico anuncia su presencia mientras que la pequeña sobrina camina con ojos grandes y observadores. Su precioso vestido verde y gris muestra el estatus. La princesa de Qinghe Nie, Baimei, les sonríe a todos antes de correr hacia el Pequeño amor que está tranquilo en una esquina de la casa.

—Joder, está grande —Jiang Cheng la mira por primera vez. No la había conocido antes y le sorprende que tanto haya pasado en un año.

—Lo es, lo es.

En la casa, detrás de Nie Huaisang, aparece Nie Mingjue tan alto como siempre, su presencia imponente mientras sujeta de su brazo a una mujer menuda y pequeña con una sonrisa orgullosa. Se presenta como Qin Su, madam Nie. Jiang Cheng admite que la chica es hermosa, aunque tiene algo que le hace pensar que se parece a alguien más. No puede definir qué.

Dos viejas vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora