Capítulo 22: Desconocidos

1.3K 98 14
                                    



Nunca encontré al grupo, trate de ir a la carretera pero un grupo de caminantes me cerró el paso, así que tome el camino más largo y llegué al medio día, ya no había nadie, ni siquiera la comida estaba donde la habíamos dejado. Me sentía traicionada, ¿realmente a nadie le importaba?, Simplemente se fueron, no quisieron buscarme, Merle, Hershel y el que más me dolía, Daryl, solo me dejaron.

Con esos pensamientos seguía caminando, no sabía a dónde ir, podría esperar algunos días para ver si podía regresar a la granja, ahí tomaría la comida que estuviera en buen estado y agarraría lo que me sirviera. Mientras espero a que pase un tiempo tendré que buscar alguna casa para pasar los días.

Pensaba en las casas que encontramos cuando Sofía estaba perdida pero no eran muy seguras y en la mayoría rompimos las puertas para entrar así que ahora eran inservibles.

Me detuve a tomar un poco de agua, hasta que algo choco conmigo.

—Lo siento, no te vi— me dijo una mujer muy linda.

No conteste nada, podría ser una trampa para robarme lo poco que tengo. Aparte que esa amabilidad no era lo usual en este tiempo.

—¿Estas sola?— volvió a preguntar.

Me límite a asentir, estaba frita de todos modos.

—Podrían venir conmigo y mi esposo, estamos en una cabaña al oeste— parecía buena persona, pero no sabía si creer o no.

—Gracias por la invitación, pero no gracias— trate de darle la espalda para salir corriendo pero un quejido me hizo detenerme.

Era aquella chica que ahora viéndola bien era muy delgada y parecía un poco enferma.

—¿Estás bien?— le pregunté.

Ella nego y se tomó de la cabeza.

—Lo siento, entiendo que no me tengas confianza pero ahora no me siento muy bien, podrías ayudarme a llegar a la cabaña y de ahí puedes irte si quieres— ¿qué hacer? esa era mi pregunta central, podría ser una trampa pero también podría ser cierto.

Rendida ayude a aquella chica a levantarse y empezamos a caminar a dónde ella me señalaba.

Después de unos cuarenta minutos llegamos a una cabaña muy linda y se veía bien cuidada.

Al dar un paso más empezaron a llegar varios caminantes y lo mejor que se me ocurrió fue dejar a la chica detrás de mi para defenderla, estaba débil y podría morir. No eran muchos caminantes, podría con ellos.

Después de matar a los caminantes voltee y ya había un señor protegiendo a la chica. No parecía malo, más bien no entendía porque yo estaba defendiendo a la chica.

—¿Quién eres tú?— me preguntó.

—Soy Cameron James, y ustedes?— al parecer no me iban a atacar.

—Soy Lu y el es él señor Smith, gracias por salvarme— creo que lo último lo dijo para que su acompañante no me matara.

—Un gusto, espero y te recuperes Lu. Creo que ahora sí me voy— por segunda vez en el día trate de darme la vuelta e irme pero ellos tenían otro plan.

—Espera, ayudaste a mi esposa y lo mínimo que puedo hacer por ti es que te quedes. Ya si mañana te quieres ir lo harás— estaba cansada y una oportunidad así no podría desperdiciarse.

—Solo será hoy y gracias— ellos entraron primero para darle a Lu su medicina.

Me carcomía saber que tenía Lu pero no quería sonar descortés preguntando, así que solo tome asiento y vi lo hacían las dos personas frente a mi.

Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora