Capítulo 36: Un amigo

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-De un amigo- leyó Daryl la nota que estaba con las botellas de agua.

-¿Quién es ese amigo?, porque lo voy a abrazar - comenté haciendo que todos me vieran mal.

Eugene tomo una botella destapandola.

-Control de calidad- se dirigió a los demás.

-Muy bien Eugene, da la cara por el grupo- lo alenté.

Antes de que le diera un sorbo Abraham dió un manotazo haciendo que la botella saliera disparada y en el proceso se tirará el agua.

-¡No!, el agua- quise agarrar otra pero la mano de Rick me detuvo.

-Nadie tomará estás botellas- sentenció.

-Ya mocosa, deja de hacer berrinche- Merle me alejo de las botellas.

-Pero tengo sed, y no tenemos agua desde hace...- antes de terminar me cayó una gota en la cara.

Sonreí -¡Merle, está lloviendo!- me emocioné saltando con él.

La mayoría disfrutaba de la lluvia, Tara y rosita se acostaron en el suelo, otros llenaban las botellas con el agua de lluvia y Merle y yo estábamos bailando.

-Baila, Carl. No todos los días llueve- jale al niño con nosotros y empezamos a dar vueltas los tres.

Reía con mis compañeros pero el llanto de Judith nos detuvo.

-Necesitamos un refugio, es una tormenta- grito Rick.

-Yo encontré un granero- aviso Daryl.

-Te seguimos- y así comenzamos a seguir a Daryl para poder pasar la tormenta bajo un techo.

Todos seguimos mojados, los únicos que pudieron tener un cambio de ropa fueron Carl y Judith.

Al rededor de una fogata estábamos los adultos ya que Carl y Judith se habían ido a una esquina a dormir, al fin podíamos descansar un poco, bajo un techo que goteaba pero era un techo.

Después de platicar un rato decidimos como siempre hacer guardias y que los demás descansarán. La primera guardia la tomo Daryl.

Solo necesitábamos checar la puerta principal y eso lo podíamos hacer sentados así que Daryl se había acomodado en una columna viendo hacia la puerta y yo me había acomodado en sus piernas. Inconscientemente Daryl comenzó a peinar mi cabello, haciendo que mi piel se erizará y mi corazón latiera más rápido.

Mis intentos de esconder lo mucho que me gustaban esas caricias se fueron a la basura después de soltar un suspiro casi como un gemido de lo bien que se sentían esas caricias.

Haciendo que tanto Daryl como yo nos tensaramos. Daryl volteó hacía abajo encontrándose con mi mirada.

No sabía que esperábamos, solo estábamos ahí viendo nuestros rostros por un largo rato. Su cabello ahora era más largo y se veía realmente bien, su cara un poco más madura pero aún tenía esa pequeña chispa de cuando lo conocí. Aún era ese hombre que odiaba las muestras de cariño que me demostró que aunque no fueras la persona más sociable podrías ser alguien bondadoso y siempre pensar en todos antes que en el mismo.

Rompimos todo contacto visual cuando escuchamos unos estruendos fuera del granero, la tormenta se había vuelto más fuerte pero lo que nos impacto fue que en una ocasión cuando la puerta del granero se abrió un poco vimos muchos caminantes acercarse a nosotros.

Daryl tratando de ser rápido se levantó y se puso entre las puertas haciendo que estás se cerraran. Pero no era suficiente con el así que me levanté lo más veloz que pude para ayudarlo.

Daryl me agradeció con la mirada, los dos éramos fuertes pero los caminantes nos ganaban en número.

Al parecer todo el ruido empezó a alertar a todo los que se encontraban dormidos y poco a poco se unieron todos a nuestra ayuda.

No sentía mis brazos y mis piernas se resbalaban constantemente por el lodo, pero aún así usaba toda mi fuerza para que no entrarán los caminantes al igual que todos. Todos estábamos haciendo un esfuerzo.


-No jodan, me quiero morir- me queje levantándome del suelo. Todo parecia tan borroso, ya no sabía si lo que había pasado en la madrugada había Sido solo un sueño o  realmente paso.

Pero el dolor de mi cuerpo y mi cabello sucio por el lodo me confirmaba que si había pasado.

Cuando me logré sentar me di cuenta que Daryl dormía en mis piernas, al ver que todos dormían me tomé el atrevimiento de acariciarle el cabello y recorrer su cara con mis dedos.

Estaba tan absorta en lo que hacía que no me di cuenta que Daryl ya estaba despierto y me veía fijamente.

-No recordaba lo bien que se sentía despertar a tu lado- me tomo por sorpresa haciendome sonrojar.

-Hey- susurré, ahora las palabras habían abandonado a mi cuerpo.

Soltó una risa ronca, Dios... Que bien se escuchaba.

-Lo siento por esto- me señaló mis piernas.

Negué restándole importancia. -No importa- sonreí.

Se levantó muy a su pesar, lo veía con cautela ¿a dónde iba?, Se sacudió un poco y se acercó a mi dándome un beso en la frente. Inconscientemente me hice chiquita en mi lugar y se fue con una mini sonrisa al otro lado del granero para hacer guardia.

-¿qué mierda fue eso?- voltee hacia la izquierda para ver a Merle y Abraham arrastrándose hacia mi.

Precian gusanos los dos, quise reír pero por sus caras mejor trate de estar sería.

-Si, ¿Qué fue eso?- Merle susurro ya que llegó a mi lado.

-¿De que hablan?- les dije a los dos.

-Las miraditas que se hacen tu y Daryl- Abraham hizo con una mueca.

-Y que me dices del beso- Merle dijo.

-Si, y ese beso que fue?- quedé muda pensé que nadie había visto mi interacción con Daryl.

-Y no se olviden que despertaron juntos- y ahora también ¿Regina?.

- y tampoco se olviden de que los dos se estuvieron acariciando su cabello- Carl llegó con Judith.

Todos asintieron y me voltearon a ver esperando una respuesta.

-¿Qué?, no sé de qué hablan- me hice la desentendida.

-O no, ahora te toca dar explicaciones chica- ¿desde cuándo Regina era amable?.

-A si, desde ayer entro al club de odio hacía Daryl- Carl me comentó.

-Exacto, ayer entendí que Daryl ya no me ama y escuché que había un tipo club donde odiaban a Daryl y quise entrar.- Regina sonrió como niña chiquita.

-Esperen, esperen. Yo y Daryl solo somos amigos.- les aclare.

Todos rodaron los ojos.

-Ni tu te la crees mocosa, ¿Quieres que despierte a Tara y Rosita?, Ellas también vieron sus momentos de amor desde ayer- Abraham se iba a levantar pero lo detuve.

-Hey, no seas un chismoso. Yo y Daryl somos solo amigos y ustedes no van a hacer un chisme de eso- les dejé en claro.

-Vamonos y cuando sean novios de nuevo nos hacemos los sorprendidos- Regina se levantó llevándose con ella a Carl y Judith.

Y con eso Merle y Abraham también se levantaron para irse a otro lugar.

¿Desde cuándo eran tan amigos ellos?.

Me levanté para cambiarme de ropa ya que la mia seguía con lodo.

Después de un rato ya la mayoría estaba despierto y algunos estaban fuera del granero.

Cada quien estaba en sus asuntos hasta que alguien abrió el granero.

-Chicos, el es Aaron- dijo para después dejar entrar a un hombre.

Todos nos pusimos alerta y otros empezaron a apuntar con sus armas.

¿En serio?, ¿Otro problema?...

Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora