Capítulo 44: Acusaciones

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Esa noche en la que al fin podríamos descansar recibí la noticia de que Daryl y Aaron se irían a buscar más personas al día siguiente, la noche se me hizo demasiado pesada teniendo en mi mente todos los horribles escenarios que Daryl podría pasar afuera.

Sabía que Daryl era la persona más capaz de sobrevivir a este mundo pero el sentimiento de angustia no se fue de mi pecho en toda la noche. La mayor parte del tiempo lo usé para observar a Daryl... Eso hubiera sido algo aterrador si no estuviéramos juntos, pero me sentía con el pequeño derecho de apreciarlo al menos una noche antes de separarnos.

Daryl por su parte descanso toda la noche, no se movió de mi lado en ningún momento y claro que no lo haría si me tenía acariciando su cabello y su espalda. Eran pocos los momentos que se permitía verse de alguna manera vulnerable y saber que yo podría verlo me causaba cierta satisfacción.

Vi cuando comenzaba amanecer, se me revolvió el estómago en saber que ya casi era la hora en que Daryl se fuera.

—Haz estado toda la noche despierta, ¿Por qué no duermes?— me sorprendió la voz ronca de Daryl.

—¿Cómo...

—¿Cómo lo sé?— asentí. —Cuando piensas mucho tiendes a tocar mi cabello, sentí tu mano en mi cabeza toda la noche— me sonroje, creía que el no se había dado cuenta de lo que había hecho toda la noche.

—Lo siento si no te deje descansar— me disculpé.

—No, me relajo. Creo que son pocas las veces que duermo tan bien— admitió, dejándome una sensación agradable en mi cuerpo.

Vi cuando su cuerpo dejó la cama, estaba en bóxers, era algo que siempre me gustaría ver al despertar.

—Me gustas— se me salieron sin permiso aquellas palabras.

Mire hacia otro lado rápidamente.

Escuché como Daryl dejaba de cambiarse y como sus pasos retumbaban en la habitación.

—Tu también me gustas— al llegar a mi lado tomo mi mentón he hizo que lo mirara a los ojos.

Sonreí un poco, aún sentía vergüenza pero ver el tono rosado en las mejillas de Daryl me hizo sentir que esto era lo más real que había sentido en mucho tiempo.

Tome su rostro con mis manos y le dí un pequeño beso en los labios.

—Termina de cambiarte, veré que hizo Carol de desayunar— me levanté de la cama y me me preparé rápido antes de salir de la habitación.

Al bajar las escaleras y llegar a la cocina me sorprendió ver a todos los de la casa sentados en la isla de la cocina.

—Buenos días— sonreí.

—Hola Cam, ¿ya quieres comer?— Carl me señaló el banco que tenía al lado de él.

—Hola niño, muero de hambre. No sé que haríamos sin Carol— Dramaticé.

—Morir de hambre— señaló Rick.

—Hablo el que hizo vomitar a Judith por su comida— Merle salió en nuestra defensa.

Reímos por la cara de Rick.

—Eso no es cierto— replicó.

—Si lo fue, tuve que preparar comida nueva y cuidar a Judith— Carol termino por matar a Rick.

—Oigan, pero lo guapo le agrega puntos— agregué, me acerque a Rick para apuntarlo. —Cualquier error lo compensa con su rostro— sonreí con burla.

Rick rodó los ojos escuchando las carcajadas de todos los que estábamos en la cocina.

—Ya sheriff, admita que ocupamos a Carol— Merle le palmeo la espalda.

Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora