Capítulo 42: Tú también.

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Desperté gracias a unos toques en la puerta.
Me dolía todo el cuerpo y estaba cansada.

Los golpes eran insistentes y cuando trate de levantarme unos brazos lo impidieron.

Era Daryl. Así era siempre, si yo despertaba antes tenía que liberarme de su agarre para poder levantarme. Pensando que era como otros días quite sus brazos y me levanté.

Al estar parada me di cuenta en la falta de ropa que había en mi cuerpo.

Asustada mire a mi compañero dándome cuenta de su desnudez. Como si de película tratase los recuerdos de ayer en la noche llegaron a mi mente, haciéndome sonrojar.

Hice lo primero que se me vino a la mente... meterme al baño de la habitación.

¿Por qué nos dejamos llevar?, Dios... Le rogué a Daryl, eso iba a quedar en mi expediente.

Recapitulando un poco lo que pasó anoche, es el mejor encuentro que habia tenido en mi vida. Daryl como dominador es lo mejor que me pudo pasar.

Antes de seguir pensando me dí cuenta que ese alguien aún seguía tocando la puerta y al parecer no se iba a ir.

No podía dejar que vieran a Daryl en esas condiciones y menos a mi.

Salí del baño y me enrollé en una toalla y me acerque a Daryl. Toque su hombro y se levantó dando un pequeño brinco.

Escaneó todo el cuarto hasta detenerse en mi. Antes de que pudiera hablar le tape la boca.

-Hay alguien afuera de la habitación...-me estuve al ver su mirada confundida- y los dos estamos desnudos, cámbiate.

No espere una respuesta, me separé de él y volví a meterme al baño, me daría una ducha relajante para poder enfrentar mi día un poco más tranquila.

Se escucharon unas voces y la puerta. Al parecer ya se habían ido, saliendo de la ducha ya no estaba Daryl en el cuarto. La charla sobre nuestro encuentro no la íbamos a tener pronto. Más tranquila me cambié y arregle un poco mi cabello, al fin podía ponerme mis cremas para mantenerlo definido.

Baje con cuidado esperando encontrarme solo con Carol y los niños ya que todos a estás horas salían a hacer sus trabajos.

-Parece que dormiste bien- la voz de Carol hizo que diera un respingo.

-Carol, me asustaste. Te pondré un cascabel- la nombrada río y negó con la cabeza.

-Muy graciosa, ten, desayuna para que me ayudes a ir por cosas para la comida - me acerco un plato con cereal y una manzana.

Hice una mueca al saber que tendría que ver a otras personas.

-Pero no puedo tengo que ir por más medicamento- trate de salvarme.

-Si, yo creo que no. Merle me dijo que no te dejará ir sola. Entonces cuando quieras ir le diremos a Daryl.

Me atragante con el cereal. Carol dió vuelta rápido a la isla de la cocina para darme suaves golpes en mi espalda tratando de controlarme.

-¿Estás bien?- asentí a su pregunta.

-Si, solo me pase el cereal por otro lado- forcé una sonrisa y seguí comiendo con la cabeza gacha.

-Muy bien, ¿Qué pasó entre ustedes?- voltee a verla rápido. ¿Daryl le diría algo?.

-No, ¿Por qué pasaría algo?- solté una risa tan falsa que Carol solo me miró divertida.

-¿Segura?- asentí. -No te creo, Cam, Pero lo dejaré pasar, pero no creo que ellos lo hagan. - apuntó hacia mi espalda y ví a las personas más chismosas que hay en Alexandria.

Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora