Lo primero convencer a los chicos.
Los llamé a ambos por video llamada y les dije.
-Vamos a ir a la fiesta de Jimena.
-¿Por qué? -preguntaron ambos incrédulos.
-Bueno, "ya sabéis quién", me ha preguntado si voy, y le he dicho que sí. He hablado con Jimena, y me ha dicho que hay nos espera. Perfecto. ¿No?
Jordi suspiró y dijo.
-Vale, yo voy.
Ambos esperamos la respuesta de Kamilah.
-¿Va a ir tu hermano? -me preguntó.
¿Le digo la verdad? ¿O no? Por ahora no, ¿no?
-No va a ir, está cansado.
Me miró a través de la pantalla, sonrió y dijo.
-Dale, vamos.
Me despedí de ellos, y me fui a la cocina a comer y a hablar con mis padres.
-Hola, cielo -me dijeron los dos, les devolví el saludo.
Cogí un yogur y empecé a comerlo, cuando lo acabe lo tire y hable.
-¿Puedo ir a la fiesta de Jimena con los chicos y Enzo?
-¿Dónde es? -preguntó mi padre.
-En Pedralbes. -contesté.
-¿Quién os lleva? -preguntó ahora mi madre.
-No habíamos pensado en eso.
-Pues es algo importante que tendréis que pensar, no iréis a ir andando.
-Puedo llevaros yo. -contestó papá.
-Voy a hablar con Enzo, por si él tenía eso planeado, pero si no vale.
-Muy bien hija, ve y nos dices.
Salí de mi casa y timbre, me abrió Luis, el padre de Enzo, un hombre de cincuenta años, con pelo canoso, barriga prominente y ojos marrones, vestía un chándal negro de estar por casa.
-Hola pequeña, ¿qué haces aquí? -adoraba cuando me llamaba así.
-Hola Luis, quería hablar con Enzo. -expliqué.
-Claro, pasa, está en su cuarto.
-Vale, gracias.
Me dirigí a su cuarto, toqué primero y cuando lo oí decir "adelante", entré.
-¿Pasa algo? - preguntó nada más verme.
-Sí, bueno, no. ¿Tienes pensado como vas a ir a la fiesta de Jimena? -le pregunté.
-Sí, le voy a pedir a Belmont que me lleve, ¿quieres venir?
-Por mí bien, pero Jordi y Kamilah, también van a venir. -le recordé.
-Cierto, vamos por ellos también.-aunque pude notar cierta rigidez al decirlo.
-Vale, gracias.
-Hasta después.
-Igualmente.
Salí y me fui a buscar a mis padres, les conté lo que me dijo y les pareció bien, así que me fui directa a mi cuarto a arreglarme.
Primero me decidí por un conjunto de top que se ata delante con un nudo y una falda rosa bebé, pero me pareció que no cuadraba aquí, como cuando pones entre dos macetas superbonitas la maceta que viene con la flor de la tienda.
Después elegí algo más atrevido, un vestido negro de palabra de honor con manga farol, pero aunque ese cuadraba un poco más para la ocasión me pareció que necesitaba algo menos atrevido.
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No basta con decir, Te quiero.
RomanceNia lleva enamorada años del mejor amigo de su hermano, Enzo. Tras volver de un viaje de tres meses Enzo ha cambiado, tanto que hasta se ha enfrentado a su mejor amigo para poder estar con ella. Pero cuando un compañero nuevo, con mirada que transpo...