No basta con decir, Te quiero.

Capitulo 10

Los días siguieron, pero no hablamos con Marc. Estábamos empezando la semana de exámenes, y los tres estábamos centrados.

Lo que más me costaba a mí eran las mates, las odiaba, a mi la lógica no me iba, soy más de chapar, como en historia.

Por eso a tres días del examen, decidí ir a Enzo, Marc era el típico que tiene pinta de no estudiar y disfrutar, pero en realidad es demasiado listo, él siempre estudia el día antes, y le va bien. Porque el solo con atender el clase, ya le bastaría. Pero yo no, por eso tras llevar más de dos horas mirando el libro, los ejercicios y mil videos, que me liaban más, levante la vista y una lampara se encendió para mí.

Enzo se encontraba en la mesa frente a la mía en la biblioteca, él tenía que hacer un trabajo de h con un compañero y una redacción de no sé que para Economía. Sabía que el trabajo lo habían acabado hace poco, y después él empezó a redactar en su ordenador.

Me levante y me senté a su lado.

-Me puedes ayudar. -le sugerí.

-¿Con que? -preguntó con la mirada metida en el ordenador.

-Matemáticas. -respondí.

-Que sorpresa.

-No entiendo nada. -dije con voz afligida.

-Vale, a ver...

Nos pasamos otras dos horas en las que entendí lo necesario para poder aprobar, Enzo explicaba muy bien a diferencia de Marc que aunque quisiese ayudarme se estresaba a explicar. Decidimos irnos a casa juntos ya que no faltaba mucho para que la biblioteca cerrara.

Sus padres no estaban, habían ido de viaje de negocios por lo tanto ceno con nosotros y mientras yo leía un libro, el jugaba con Marc a video juegos en el salón.

Los siguientes días fueron bastante largos y duros, semanas de exámenes, nos pasábamos los días de la biblioteca a casa y de casa al instituto.

Nunca entendí ni entenderé porque los alumnos tenemos que estudiar (chapar) para después soltar (vomitar) todo sobre un papel, olvidarte después, y que se queden así de tranquilos. Nunca lo entenderé.