Capitulo 11

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Los exámenes pasaron, y las notas llegaron.

Hasta yo me sorprendí a ver que no había suspendido ninguna, pero más se asombró Marc al ver que en geología y química había probado, asignatura que odiaba y no entendía el porqué un futuro médico como él necesitaba saber de sobre eso.

Como recompensa y como llevábamos haciendo toda la vida, a excepción de cuando ellos tenían catorce años y suspendieron tres, nos regalaron un viaje, cuando éramos pequeños íbamos todos juntos, pero a medida que pasaba el tiempo nos dejaban elegir el lugar a donde viajar y después alquilaban dos casas, una para ellos y otra para nosotros, o un hotel. Siempre fueron los mejores días del año para mí, al igual que en semana santa, que si aprobábamos hacíamos lo mismo y en verano, aunque este año ellos prefirieron ir solos a Santorini, pero no los culpo, llevaban queriendo hacer ese viaje desde que tenía uso de razón.

Tras felicitarnos y comer en el restaurante de Caroline, nos hicieron la ansiada pregunta.

-Y bueno, ¿a dónde queréis ir este año? -nos preguntó mi padre.

Solo había una condición, no salir de Europa, aunque hicimos una excepción hace unos años y fuimos a Nueva York. Uno de los mejores viajes de mi vida.

Para ojos ajenos éramos niños mimados, pero es cuestión de trabajo, los que nos dicen eso sienten envidia, simplemente. Por eso nunca nos importó
la opinión de los demás.

-Lo hemos estado pensando... -empezó diciendo Marc.

-... y hemos decidido que queremos ir a... -le siguió Enzo.

-... a ¡Roma! -dije yo finalmente.

En todos estés años habíamos ido a Berlín, Viena, París, Ámsterdam, Estambul, Ankara, Moscú, aunque no estuviera en Europa, hicimos una excepción de nuevo, Oslo, Dublín, Budapest, Madrid, aquella vez en la que suspendieran ellos, Vigo, cuando éramos muy pequeños era adonde íbamos habitualmente y algunas ciudades más que no recuerdo. Pero esto en navidad, en verano llegamos a ir a Maldivas una vez que nos empeñamos en ir y nos dijeron que si sacamos los tres sobresalientes íbamos y obviamente lo hicimos.

Asintieron y la primera en hablar fue Caroline.

-Me parece bien, una ciudad preciosa. ¿Qué preferís casa u hotel?

Solíamos decidirnos por casa, así podíamos hacer el ruido que quisiésemos, y esta no fue la excepción.

-Muy bien, pues cuando lo tengamos todo, más o menos dos días os avisamos. -nos dijo Luis.

Yo no pude evitar preguntar lo que llevaba queriendo hacer varios años.

-Yo...me preguntaba si podría llevar a Kami.

En mi casa nunca hubo problemas económicos, Kami al principio si tuvo alguno, pero su familia pudo seguir adelante, sabía que uno de sus grandes sueños era viajar, pero la única vez que lo hizo fue cuando se vino aquí a lo tres años.

-Por nosotros no hay ningún problema. -contestó mi madre sin dudarlo. -Hablaré con su madre.

-¡Muchas gracias! - exclamé feliz.

-De nada, cariño.

Después de comer, fuimos a casa, Marc que aunque no me había contado mucho sobre aquella misteriosa chica, me dijo que iba a hablar con ella. Nuestros padres junto con los de Marc habían empezado a ir a agencias para nuestro viaje, y yo no tenía nada que hacer. No le conté nada a Kami de lo del viaje, porque no quería ilusionarlo y que después no la dejasen ir, y Jordi sabía que estaba entrenando, así decidí ir a la casa de Enzo.

María había cogido las vacaciones hoy, como todos los años, por lo que fue él quién me abrió la puerta y me recibió con una gran sonrisa.

-¿A qué debo esta visita? -preguntó .

No basta con decir, Te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora