Capitulo 14

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Otro día llego, y se acababa el año. Un año lleno de sorpresas y alegrías, con sus bajones, pero muy bueno en general.

Eran las cinco de la tarde, y nuestros padres estaban empezando a cocinar la cena, Marc y Enzo se habían ido a correr al borde del lago, y nosotras nos habíamos puesto en mi habitación a elegir el mejor conjunto que habíamos traído para empezar y acabar el año preciosas.

Teníamos cada una lo que más nos gustaba sobre la cama, ahora tocaba lo difícil, elegir.

Decidimos poner música en la tele y pusimos reggaetón, bailamos, cantamos, hasta que la puerta abriéndose nos interrumpió el show.

-¿Qué hacéis? -preguntó Marc riéndose.

-Pues lo que ves, elegir la ropa. -conteste.

-Ya, claro. Bailando y cantando vais a elegir genial.

-Pues a ver listo, elige tú. -le solté.

-Vale. ¿Me ayudas, tío? -le preguntó a Enzo.

-Claro. -contestó entre risas, lo que hizo que me diera cuenta de que llevaban un rato allí.

Nos apoyamos en la pared, y ellos se pusieron a coger vestidos, pantalones, y todo lo que había por la cama.

-Vale, yo ya sé. -dijo Marc. -Para Kamilah, esto. -dijo levantando un conjunto de falda y chaqueta corta morado claro con un top blanco. - Y para ti... -se quedó pensando, pero antes de llegar a decidirse Enzo respondió por él.

-Nia va a llevar esto-levantó la falda negra que conjuntaba con top como el de Kami y un chaleco negro corto.

-Es muy... ¿corto? -se quejo Marc.

-Lo llevo ahora, o lo llevo a clase. -le respondí yo.

-Ah no -contestó sobre una risa falsa. -Llévalo ahora.

Todos nos reímos y mientras nosotras guardábamos el resto de ropa, ellos nos contaron lo que venían decirnos desde el principio.

-Ahora, cuando hemos ido a correr, nos hemos encontrado con un tío de nuestra edad, por lo visto lleva viniendo aquí desde pequeño y nos ha invitado a ir con él a una fiesta en una discoteca, él conoce a los guardias, os dejarán pasar. Y nos dejan ir, fuimos antes de venir a preguntar. -nos explicó Marc.

-Por mí no hay ningún problema, no tenía pensado hacer nada especial. -conteste. -¿Tú qué dices?

-Por mí lo mismo. -respondió Kami.

-Perfecto, pero os recomiendo cambiaros para ir allí, elegid algo más cómodo. -nos dijo Enzo antes de salir por la puerta tras Marc.

El resto del día nos dedicamos a arreglarnos y Kami a hablar con su familia.

23:50

Habíamos acabado de cenar hacía poco, y ahora estábamos esperando a que empezarán a dar las campanadas.

Caroline y mi madre repartían las uvas, y Luis y mi padre preparaban el champán. Marc llevaba hablando toda la velada con Kami, y yo cada segundo que pasaba tenía más ganas de agarrarla del brazo, llevarla a una esquina y que me explicase por qué de repente Marc centraba su atención cien por cien en ella, y no es que no estuviese feliz, estaba de lo más contenta, pero necesitaba saber que había cambiado.

Enzo y yo también nos la pasamos hablando y yo tuve gran parte de la noche su mano sobre mi muslo, lo que hizo que estuviese más nerviosa aún, agradecí que fuera Kami la que estaba mi lado porque si no Marc se hubiese dado cuenta de mi nerviosismo porque era bastante obvio. Él intentaba calmarme con caricias, pero la realidad es que me ponían más nerviosa y hacía que toda mi piel se erizase.

No basta con decir, Te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora