Comimos con el típico silencio que desde que llegamos de Italia había adornado nuestros momentos familiares, por eso cuando acabe y recogí los cubiertos y el plato, me sorprendió encontrar a Marc sentado en mi cama.
-Quiero hablar contigo. -me dijo. -Siéntate.
Hice lo que me dijo y me senté a su vera.
-¿Qué quieres decirme? Tengo que hacer deberes y más tarde bajo con los chicos. -dije.
-Ya veo que no tienes muchas ganas de hablar con tu hermano.
-La verdad es que no, pero dime, qué querías.
-Ya veo... pero tranquila, no te haré perder mucho tiempo. -dice él.
Suspiro y comenzó a hablar.
-Cuando tú y Enzo os besasteis, no me enfade porque fueseis pareja o simplemente porque os besaseis, no fue por eso... -suspiré, pero él prosiguió. -... yo estoy con Kamilah y desde que empezamos desee que no te opusieras. Y al final fui yo el que me opuse a lo tuyo con Enzo. Pero tengo mis razones, yo no me opuse porque Enzo fuese mi mejor amigo o porque fueses tú mi hermana pequeña. No. Lo hice porque lo conozco desde que era un bebé y por eso sé que se aburre de las tías como yo de tus series pastelosas. -no pude evitar reírme ante su comentario, aunque lo que me decía no me hiciese ninguna gracia.- Yo quiero lo mejor para ti, quiero que seas feliz, y no quiero que acabes llorando en tu cuarto, sintiéndote como una mierda, mientras él se va de fiesta. No quiero que te sientas así nunca, enana. ¿Tú quieres sentirte así?
Negué con la cabeza, pero le contesté. -No quiero sentirme así, pero que te aseguro que no me va a cambiar por otra. Nos queremos.
Se rió sarcásticamente, marcando esos bonitos hoyuelos que siempre me encantaron y que yo no tenía.
-Para empezar, te aseguró que Enzo si le aparece una chica más atrevida y...
-¿A qué te refieres con "atrevida"?
-Me han llegado rumores de que aún no habéis pasado al siguiente nivel. ¿Es cierto? -contestó.
No pude evitar sonrojarme, agachar la cabeza y respondí.
-Es cierto... -susurre. - ¿Quién te lo ha dicho?
-No me lo ha dicho nadie, lo he escuchado por ahí, pero solo él podría haberlo dicho. ¿No crees?
-¿Por qué iba a creerte? Kami sabe todo lo que ocurre con Enzo, pudo decírtelo ella. ¿No crees?
Suspiró, y se levantó. -Si no quieres creerme, no lo hagas, pero aunque él te diga que te quiere, y que lo conoces mejor que nadie. No te equivoques contigo se podrá desahogar, pero conmigo ha ligado, ha enamorado y ha sido infiel a decenas de chicas. Y me niego a que tú seas otra más de su larga lista. -inspiró y se acercó a la puerta. -Ahora, es decisión tuya creerme o no.
Y se fue.
Las lágrimas que ya empezarán a caer antes de mis ojos no cesaron y siguieron rodando por mis mejillas mientras todas las cosas que Marc me dijera rodaban en bucle por mi mente
Me acosté en la cama y sin darme cuenta me quede dormida.
Me desperté con el tono de llamada de mi móvil, me levanté con los ojos entrecerrados y lo encontré sobre el escritorio, era Kami.
-¿Vas a venir o no? -me preguntó directamente ella.
-¿Qué? ¿A dónde? -pregunte aún atontada.
-Al parque, Jordi, el nuevo y algunos más quedaron para jugar al fútbol. ¿No te acuerdas?
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No basta con decir, Te quiero.
RomansaNia lleva enamorada años del mejor amigo de su hermano, Enzo. Tras volver de un viaje de tres meses Enzo ha cambiado, tanto que hasta se ha enfrentado a su mejor amigo para poder estar con ella. Pero cuando un compañero nuevo, con mirada que transpo...