capítulo 2 nos engañaron

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Soobin.

Beomgyu me dijo que me vistiera de saco y eso hice, aunque para ser sincero nunca ha sido mi estilo, pero era algo que se requería.

Estaba muy nervioso a decir verdad, no sabía que extraña iba a quererme por 24 horas.

Una vez listo, me acerqué a Beomgyu-ia para recibir indicaciones.

—listo, ponte en la fila, eres el último.

—está bien... me debes una grande, Beomgyu.

—solo recuerda que es por caridad.

Estoy esperando mi turno en la subasta de solteros hasta que Beomgyu me llamó, me estaba presentando. Ya es mi turno.

—nuestro siguiente soltero es Choi Soobin, la subasta empieza en 180 000 wons.

—¡200 000!

Y me empezaron a subastar ¿Puede ser esto peor?

Hueningkai.

No prestaba atención a la última subasta por estar hablando con Ji on ¿por qué insiste tanto?

—¿te gusta uno?

—¡no lo sé! ¿Por qué me preguntas a mi si tu vas a salir con él?

—dime quien te parece lindo.

Me volteo con desagrado a ver al último subastado.

Fue ahí cuando pasó. 

—él es lindo...

Lo dije sin pensar como lo dijo ella.

—¿qué dijiste?

—nada.

—dijiste que es lindo ¡toma la paleta!—Ji on pone en mi mano el objeto para empezar a subastar.

—¡sueltame, Ji on!

—¿quién ofrece 1 000 000?

Estaba forcejeando mucho con ella hasta que en la última oferta ella levantó mi brazo.

—¡aquí!

—¡¿qué?!

—¡vendido! Venga por su soltero.

—¡ve, ve!—ella me levanta y me empuja para subirme al escenario.

—¡tú...!

Una vez que estuve arriba él me miraba muy sorprendido, yo tampoco sabia que hacer.

"¿Ahora qué?"

*****

Más tarde

Hueningkai no quería una cita y Soobin tampoco, para evitarlo se fueron por caminos separados, sin embargo, no contaban que uno de ellos tenía una amiga que era buen cupido.

—¿a dónde van los dos? Deben cumplir la subasta.

—me engañaste.

—es un chico.

A los dos les molestó que Soobin dijera algo así. Sólo es una cita que sí, uno de los dos quería algo más, pero en sí es una cita sin intereses.

El comentario puso más molesto a Hueningkai.

—¿algún problema con ser un hombre?

—pensé que solo eran con chicas, no hubiera aceptado.

—aigoo.

A Hueningkai no le gustaban sus comentarios y lo estaba provocando como para iniciar una pelea, Ji on mira que lo observaba con rivalidad y decide detenerlo.

—¡los dos!—ambos voltearon a verla—Look at me. Tienen 24 horas empezando desde mañana y ninguno debe faltar. Es el contrato que firmó el subastado.

—me niego—se cruza de brazos.

—firmaste un contrato, debes ir a donde Hueningkai deba ir—se pone al lado de su amigo.

—oye... —se aleja de ella—yo tampoco quiero.

—son solo 24 horas, después se la pasan sin conocerse una y otra vez ¿de acuerdo? ¡¿entendido?!

—sí.

—ahora si me disculpan, debo irme. Te veo más tarde Huening-ah—se va sacudiendo su cabello con mucho estilo y divinidad.

Una vez que Ji on se retira, Hueningkai voltea a ver a Soobin y da dos pasos hacia él.

—no hay tiempo que perder, te espero en el paradero de autobús que está en esta misma calle mañana ¿de acuerdo?

La personalidad autoritaria, más su mirada intensa hicieron que Soobin responda de inmediato.

—sí, si ya me vendieron ¿qué opciones me quedan? Solo tengo que salir contigo una vez.

—espero lo mismo, Choi Soobin.

No era rivalidad, tampoco es odio, sino que empezaron con el pie izquierdo y es por eso que Hueningkai lo mira así.

Una cita soluciona el problema.

Pero ahí no acaba la historia...

𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora