capítulo 8 pre dicho

374 57 6
                                    

Soobin.

Tomé la otra mano de Hueningkai y lo llevé a una tienda con mesas al exterior, lo que comúnmente hay por aquí, al costado había una farmacia así que compré algunas cosas para curarlo.

Cuando regresé el estaba sentado esperándome y me puse al frente suyo.

—dame tu mano—extendí mi mano para que me la de.

—te dije que estoy bien—se alejaba cada vez más, sé que le duele y lo sigue haciendo.

—eres mu malo mintiendo ¿sabías?

Tomé la mano lastimada de Hueningkai y empecé a curarlo poniéndome de cuclillas.

Mientras lo hacía miles de preguntas llegaban a mi mente.

¿Por qué ese chico estaba ahí? ¿Quién era? ¿Por qué lo golpeó? Y ¿por qué su amiga se preocupó tanto por él? No entendía nada, pero sé que esto le está afectando porque está las serio que de costumbre.

—¿quién era ese tipo?—mi mirada seguía concentrada en curar su herida.

—nadie importante en mi vida actualmente.

—¿actualmente? ¿En el pasado no era así? 

Tenía miedo de preguntar más al considerar que era muy metiche y prácticamente no nos conocemos mucho y no nos hemos visto en unos días.

—¿terminaste de curar?—Hueningkai aleja su mano.

—no... no terminé.

Volví a sujetar su mano y a traerla hacia mi.

—ah...

—no seas llorón.

—¿quien dice que lo soy?—se molestó, lo que me causó mucha gracia.

—reí—Por ser un buen paciente, te voy a comprar algo—despeino el cabello de Hueningkai.

—¿qué? ¿Una paleta?

—algo mejor—sonreí.

Su mano ya estaba curada y al tenerla, la sujeté para llevar al interior de la tienda a Hueningkai. Le compré algo muy simple, pero delicioso.

—¿qué es esto?—dijo con extrañes viendo la leche rosada.

—¿nunca lo has bebido? ¿Vives en Seúl?

—oye, no sé si lo notaste, pero soy extranjero—señaló su rostro—además, nunca me hicieron probar esto.

—vamos, prueba—inserto el sorbete en la leche.

Sin dar más vueltas, Hueningkai bebe la leche y yo esperaba una respuesta mientras sonreía.

—¿Qué tal?

—Me gusta.

—¿a quién no le gusta?

Hueningkai la tomaba muy tiernamente, al verlo herido y por lo que pasó sigo dudando en tener la cita hoy.

—¿Estás seguro que nuestra cita la quieres hoy?

—hoy quiero tenerte a mi lado, no sé que llegará a pasar si no me controlo.

—¿de que hablas?—la mitad de las cosas que hablaba no las entendía.

—tendrá sentido más tarde, ahora necesito hacer algo contigo.

—¿qué?

—vamos de compras.

"¿Así pasaremos nuestra cita?"

*****

Hueningkai.

Llevé a Soobin al centro comercial, específicamente a una tienda de caballeros, debía arreglar su ropa para hoy.

—pruebate este traje—se lo entrego en la mano.

—¿qué hay de malo con el que tengo?

—no me gusta. Pruebate este—seguí insistiendo.

—está bien, está bien.

Soobin comenzó a probarse varios trajes, lo hacían ver muy guapo, pero el diseño de algunos no me convencían del todo hasta que me decidí por uno.

—ese me gusta.

Tenía un buen diseño y era elegante para la ocasión.

—ah... —se queja—la corbata me está matando, nunca he usado un traje más de dos horas.

—ven.

Me acerco a Soobin y arreglo su corbata para que se vea mejor.

—si usas este traje, es para ser respetado, aunque no tengas un puesto de trabajo alto, este traje muestra que sí lo tienes.

—¿y tú por qué usas siempre traje?

—solo me gusta usarlo, siento que así me veo más intimidante.

Antes no me tomaban enserio luciendo tiernamente y ahora que rompo lo que era antes, tengo más respeto y atención.

El mundo no ve a los bueno, sino a los malos.

—Listo, ya quedo.

Me alejé un poco de él, pero este toma mi corbata y hace que me acerque a su cuerpo más de lo que yo había hecho. 

—no me intimidas a mi, eres lindo.

Involucrarnos más ya estaba pre dicho.

𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora