𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•

capítulo 27 el mejor regalo 😍

Soobin.

Hueningkai me había dicho "feliz cumpleaños" trayendo un pastel en sus manos, me quedé muy sorprendido, no lo esperaba.

—no debiste traerme pastel.

—oye... quería celebrar como se debe—tomo el pastel para ayudarlo a entrar en mi departamento—toma tu obsequio.

—gracias—sonreí.

Lo abrí y me di cuenta que era el mismo regalo de Hong seok nim, pero lo sentía diferente esta vez al venir de mi novio.

—gracias, amor.

—¿y eso?

Hueningkai se acercó hasta la mesa donde estaba el mismo micrófono.

¡¿ahora qué hago?!

—¡oye! Alguien te dio este.

—¿quién fue?

—alguien del trabajo.

—¿cómo sabe que siempre quisiste ese micrófono?—ya podía ver las llamas en sus ojos.

—t-todos lo sabían.

—dándome excusas ¿Cuál es su nombre?

—mi jefa... Hong seok-ssi.

—¿cuál es tu relación con ella?—se cruza de brazos.

"¿Se puede salir vivo de esto?"

—Ella... antes me gustaba y saliamos.

—¿por eso no querías salir conmigo en primer lugar?

Veía su expresión enojada, pero también era triste. En el principio sí, no me gustaba Hueningkai porque ella me gustaba, pero me enamoré de él y simplemente olvidé el hecho que ya estaba de enamorado de otra persona para caer perdidamente ante él.

—oye... eso está en el pasado, yo te amo a ti, además, voy a devolverle el regalo, con el tuyo es suficiente.

—no, el mío debe ser el mejor. Ten.

Hueningkai me entregó otra bolsa de regalo, en su interior había una bufanda. No pude evitar sonreír al verla.

—lo tejí para ti, dijiste que querías una, además, es invierno—lo decía mirando hacia otro lado con un tierno puchero en los labios.

—gracias—sonreí—Enserio lo aprecio.

—de nada, vamos a cantarte feliz cumpleaños de una vez.

—No te enojes.

Nos acercamos a la mesa para abrir el pastel y prender las velas para cantarme sentado al frente mío el feliz cumpleaños.

—feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido soobinnie, feliz cumpleaños a ti.

Soplé las velas y Hueningkai de inmediato puso mi cara sobre el pastel manchándome los labios.

—oye... —ríe.

—lo siento.

Hueningkai se levantó y ae sentó sobre mis piernas.

—¿quieres más regalos de cumpleaños?

—me gustaría que con la servilleta me limpies.

—está bien, te limpiaré.

Se acercó a mis labios para besarlos lentamente limpiando la crema que había. Una vez que se alejó, lo acerqué nuevamente a mis labios para besarlos con más intensidad.

—¿otra excepción a la cláusula?

—sí —le sonreí.

Cargué a Hueningkai entre mis brazos para llevarlo a mi habitación y recostarlo sobre la cama.

Comencé a besarlo más apasionadamente, Hueningkai cambió de posición poniéndose encima de mi con cada pierna al lado.

—debes dejar de usar traje.

—¿por qué?

—porque con tu corbata puedo hacer esto...

Jalé la corbata de Hueningkai trayéndolo hacia mi para besarlo.

Hueningkai desabrochó mi pantalón y yo me quité mi camisa. Solo quitaba sus prendas de abajo porque la corbata y la camisa suelta lo hacían ver muy sexy.

Él seguía sobre mi mientras yo acariciaba su espalda debajo de la camisa.

—vamos, Soobin ¿te gusta tanto?

—me estás provocando mucho.

Hueningkai tomó mi rostro para besarlo con tanta pasión que podía sentir su lengua.

Sin poder contenerme más, ingreso en Hueningkai, este ponía sus manos sobre mis hombros mientras yo lo ayudaba a dar brincos sobre mi.

—ahhh Soobin.

—eres tan sexy.

Escuchar loa gemidos de Hueningkai me provocaban mucho.

—Soobin-ah... ¿te gustó tanto tu regalo? Ahhhh quería darte algo ahhhh muy especial.

Me emocionaba cada palabra que decía, para mi era inevitable besar su cuerpo mientras lo hacía.

—creo que te gustó más mi tercer regalo.

—tengo que felicitarte—tomé sus caderas para darle una estocada más.

—¡ahhh, Soobin!

Hueningkai seguía dando saltos hasta que por fin ambos pudimos llegar a nuestro máximo.

Él cae sobre mi calmando su respiración.

—¿te gustó tu regalo?

—me encantó.

Me vuelve a besar y acaricia mi rostro mientras calmaba mi respiración.

No te dejaré.

Al día siguiente

Hueningkai ya estaba despierto viendo su celular con una mirada muy seria, lo que había visto no le gustaba para nada.

—buenos días ¿dormiste bien?—Soobin le sonríe—Gracias por  todo.

—... Soobin. Debes mudarte inmediatamente conmigo.

—¿qué?

Los verdaderos problemas ya empezaron.