capítulo 26 el regalo 😨

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Soobin.

¡Es mi cumpleaños!

Aún no sonaba mi alarma para despertarme, cuando lo hizo, me levanté somnoliento y luego recibí una video llamada de Hueningkai.

[Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido soobinnie, feliz cumpleaños a ti, ¡feliz cumpleaños, amor!]—me cantó tiernamente el feliz cumpleaños por la mañana.

—cariño—reí—Gracias.

[¿Cuándo puedo ir a verte?]

—¿dónde estás?

[Yo... estoy resolviendo unos asuntos, no te preocupes, ¿voy a tu casa?]

—sí, vendré aquí después de trabajar, pasemos juntos mi cumpleaños.

[Sí~ tengo que irme, adiós]

—adiós—sacudí mi mano despidiéndome antes que la llamada se corte—Dios, ya pasé los 30 y aún no me caso. Mi mamá estaría enojada conmigo—reí.

Y solo puedo estar casado con alguien.

Solo con Hueningkai.

Hueningkai.

Los asuntos que estoy resolviendo no eran tan legales que digamos, pero es un precio que hay que pagar.

Por lo menos Soobin no notó que estaba en un edificio abandonado.

—¡ya dije que no se nada!—golpean al rehén.

Taehyun por fin había conseguido a alguien que servía para sacar información sobre los Kim.

—aigoo debo ensuciarme las manos para saber la verdad... ¡oye!—me acerco al hombre—Dime la verdad, las empresas Kim son extorsionadores ¿verdad?

—no se lo diré, sobre mi cadáver.

—¿sabes? A diferencia de los Kim yo no asesino, pero... puedo hacer que con solo un chasquido de mis dedos tu vida se arruine, empezando por la vida de tus hijas.

Odio hacer esto, pero si no libro a personas malas del mundo ¿quién lo hará?

—¡no! Está bien... se lo diré, sí, los Kim son parte de los diferentes extorsionadores y sicarios en Corea.

—¿por qué? ¿Cómo operan?

—es por corrupción, cada político tiene a ese periodista o policía que descubre sus atrocidades por eso los Kim asesinan a esas personas a cambio de construir más fábricas y carreteras para su consumo propio.

Agradezco no estar más con su hijo.

—malditos... bien, listo, puedes irte. Asegúrense que esté bien, no quiero que lo asesinen—ordené.

—sí, señor.

Había encontrado información.

Es hora de protegerlo.

*****

Soobin.

Mis compañeros de trabajo hicieron una pequeña reunión en la sala de trabajo antes de que yo empezara mi celebración privada con mi novio.

—¡feliz cumpleaños, Soobin!

—gracias chicos—sonreí.

—oye... debemos celebrar.

—lo siento, pero no hice nada para mi cumpleaños, lo voy a pasar con alguien.

—oh está bien, es mejor no gastar tu dinero para que puedas comprarte el micrófono que tanto quieres.

Recordé que era lo que quería.

De vuelta al trabajo, teníamos que encargarnos que a Hong seok nim le llegara toda la información que tenía que decir después de su nota.

—¿alguna vez ha amado a alguien que no lo puedes dejar ir? Esa persona se fue o en los peores casos murió. Es difícil soltar a alguien, pero si el destino los unió, lo volverá hacer. Ten esperanza.

Nuevamente lo que dijo me hizo pensar mucho en mi situación con Hueningkai.

No voy a dejar ir a Hueningkai sin pelear, debo estar con él.

*****

Horas más tarde

Soobin estaba apunto de salir de mi trabajo cuando Hong seok se me acercó.

—¡Soobin!

—oh. PD nim.

—toma, tu regalo—le entrega su regalo con las dos manos.

—gracias... debo irme, la veo el lunes.

—Soobin-ah... ¿por qué de pronto me hablas tan formalmente?

—oh... lo siento—hace una reverencia—usted empezó siendo mi jefa y luego me atreví a invitarla a salir porque me gustaba, pero... ahora tengo una relación—sonríe—gracias a sus notas en la radio pude darme cuenta de lo que sentía. Gracias, PD nim—vuelve a hacer una reverencia—la veo el lunes.

—ah... sí.

Soobin se despide de su superior y va tan rápido como puede a su Departamento, había mucho por hacer.

Quería celebrar su cumpleaños número 30 con su novio, acomodaba cada cosa del lugar para que se viera muy arreglado para cuando Hueningkai venga.

Al terminar a tiempo, decide sentarse sobre su sofá y abrir el regalo de su PD nim. Descubriendo que era el micrófono que tanto quería.

—oh... el micrófono, debe haberle costado mucho, mejor se lo de vuelvo ¿no? 

Timbre.

Deja el micrófono sobre la pequeña mesa de la sala, para después levantarse a abrir la puerta.

—¡feliz cumpleaños, Soobin-ah!

𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora