capítulo 7 ¿quién ofrece más?

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Hueningkai.

Volveré a verlo, eso me emociona un poco, Soobin; sin saberlo, se convirtió en un lindo recuerdo. Quiero volver a verlo.

El "tengamos una cita y no nos volvamos a ver" ya no aplicaba para esta situación. Enserio quería algo más.

Creo que el mundo te da lo que no quieres.

Me encontraba en mi habitación alistándome frente a mi espejo para ir a la subasta, arreglé bien mi cabello y sonreí para darme un poco de confianza.

Cuando bajo por las escaleras veo a Eui soo otra vez aquí.

—¿otra vez?—me acerco a él sin ningún temor—Voy a tener que reforzar mi seguridad.

—¿a dónde vas?

"¿Qué? ¿Ahora por qué le interesa?"

—que te importa. Adiós.

No tengo nada que hablar con este tipo, sin embargo, mi respuesta no fue de su agrado. Me tomó del brazo impidiendo mi partida.

—¿A dónde vas?—lo dice en un tono más amenazador.

—¡seguridad!

No toleré más su comportamiento, ya no había nada entre nosotros, la preocupación que existía, ya no está.

No va a conseguir lo que quiere y estoy cansado que piense así.

N.

La seguridad de la casa comenzó a venir y a sujetar a Eui soo para que se soltara a Hueningkai para así por fin alejarse de él.

—¡oye, Hueningkai!—se queja por el trato que le dio.

Simplemente lo ignoró.

—hagan que salga de aquí y alisten el auto—ordena.

—sí, señor.

No volteó a mirarlo, solo siguió caminando hasta llegar al estacionamiento y subir a su lujoso auto, sin embargo, la terquedad de otros hacia que la paz que sentía Hueningkai se viera perjudicada.

Eui soo subió a su auto cuando fue expulsado de la casa.

—¡vamos! Sigue a Hueningkai ¡rápido!

*****

Soobin.

Me arreglé muy bien para la subasta, era el número final, cuando salí vi a la amiga de Hueningkai, pero él no estaba ahí. Me decepcioné un poco, pero aún tenía la esperanza que llegara.

"Tal vez se le hizo tarde o algo pasó"

—por favor... ven.

Nunca pensé rogar por la presencia de alguien.

Hueningkai.

¡Esto ya se volvió una persecución!

Me di cuenta que Eui soo me estaba siguiendo, salí del auto rápidamente y me dirigí corriendo a la sala de la subasta.

Ya era muy tarde.

Entré y me senté al lado de Ji on con esperanza de que la oscuridad que había ahí impidieran a Eui soo que me viera.

—¿por qué demoraste tanto? Es el turno de Soobin.

—esta vez no alces mi mano por mi—mi voz estaba agitada y seria.

—¿qué? ¿Algo pasa? Estás muy agitado.

—¿quién ofrece 500 000?—dice el subastador en voz alta.

Vi abrirse la puerta para dar paso a Eui soo, lo miré seriamente y dije.

—¡4 millones!

—¿qué?—Ji on al igual que Soobin se habían sorprendido por mi oferta.

Esto ya no iba a ser una cita, iba a ser mi oportunidad de demostrarle algo a Eui soo.

—¡vendido! Puede venir por su soltero.

Iba a ir por Soobin, pero Eui soo tomó mi brazo bruscamente.

—¿qué es lo que haces?

Intentaba soltarme, pero su fuerza al igual que su ira era mucha, además, ya no quería causar un escándalo más.

—¡oye, déjalo!—Soobin gritó desde el escenario.

—sueltame. Sueltame, ahora.

—¿qué vas a hacerme? Tú al igual que tu delgado como débil cuerpo no pueden hacerme nada.

Fue el colmo, me enfureció demasiado, golpeé su rostro haciendo que caiga al piso, quería golpearlo más, pero Ji on me detuvo.

Personas como él deben ser tratadas así.

—¡Huening-ah, basta!—ella me aleja de él.

—¡señor!—los ayudantes de Eui soo fueron a su rescate.

Ellos lo ayudaron a pararse, pero rápidamente hace que lo dejen de sostener para no mostrar debilidad.

—¡déjenme! Voy a dejar pasar esto, solo esta vez porque sabes que nos tenemos que volver a ver... vámonos—se va con todos sus subordinados.

Por fin sentí un alivio.

Soobin.

Cuando ese tipo tomó a Hueningkai no sabía que pasaba, cuando lo golpeó me bajé del escenario y me acerco a él.

—¿Estás bien, Hueningkai?

—sí...

—Huening-ah... él... —la mirada de su amiga era de tristeza y preocupación.

—¿quien era ese sujeto?

—nadie. Vamos, tenemos una cita por hacer—me mira muy tranquilo.

—te veo luego, disfruten su cita, chicos—Ji on se va y suelta el brazo de su amigo.

Una vez que ella se fue, Hueningkai empezó a caminar, yo lo seguí apresurando el paso porque era muy rápido y llegamos a su auto, pero antes de subir lo detuve.

—espera, ¿no prefieres hacerlo mañana? El contrato dice que tengo un plazo máximo de 24 horas para realizar la cita, creo que es mejor.

—mañana estoy muy ocupado, además... te necesito ahora—Hueningkai abre la puerta de su auto— Ah... —se había quedado de dolor.

—¿qué?

—nada.

Tomé su mano y la vi, se había lastimado por el golpe que le dio a ese tipo.

—te lastimaste.

—no es nada, vámonos.

—no... sígueme.

No podía permitir que siga lastimado.

𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora