capítulo 16 ¿por qué me siento así?

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Soobin.

Hay algo que quiero evitar y también no.

Lo que siento cada vez se vuelve más profundo, sin embargo, siento que solo utiliza esto para bromear o que de verdad él no quiere sentir nada y está bien con la amistad.

¡Sueno como idiota, hasta yo mismo me confundí!

—¿qué? ¿Qué te pasa?—Hueningkai alejó todo contacto de mi.

—me siento un poco incómodo así, ¿Puedes bajarte?

—lo iba hacer, solo mantén quieto al caballo y aunque estés enojado, no lo muevas.

No sabía cómo hacerlo y el caballo avanzó, Hueningkai estaba por caerse, pero lo sostuve entre mis brazos haciendo que yo caiga con él entre ellos.

—¡señor!

Todos sus sirvientes vienen a ayudarlo.

—señor, ¿se encuentra bien?

—sí.

Comenzamos a levantarnos y vi que todo su atuendo estaba sucio.

—señor, vamos a dentro a curarlo.

—no, estoy bien, Soobin ¿Estás bien?—por fin dejé de sentirme invisible.

—sí, no hay problema.

—Estás sucio, traigan ropa nueva a mi ex habitación, estaremos ahí.

—sí, señor—se retiran.

Hueningkai sacudió un poco de su ropa para después limpiar un poco de la mía.

—gracias, Soobin.

—ni lo menciones, ah... —dije de dolor.

—¿dónde te duele?

Tenía un ligero dolor en mi espalda, supongo que por la caída me abrí raspado o golpeado esa parte.

—no es nada.

—vamos.

Hueningkai; muy preocupado, toma mi mano y me lleva a su antigua habitación.

—ve a ducharte. Te espero.

—ah... sí.

Después de unos minutos, terminé de ducharme y me puse una de las batas de baño que habían, salí y vi que había llegado bastante ropa para mi.

—quítate un poco la bata y déjame ver tu espalda.

—deja de ser atrevido—me cubrí mi pecho.

—¡déjame ver si ya te vi tu cuerpo ayer!

Eso... realmente me puso rojo.

—¡no! ¡¿por qué tú no me dejas verte?! ¿Ah?

—bien. Mírame.

Hueningkai se retiró su camiseta rápidamente haciendo que viera nuevamenteel cuerpo que vi anoche, hizo que me sorprendiera.

—ahora ven aquí.

—déjeme.

—¡ven!

Hueningkai me tomó de los hombros sentándome, quiso quitarme la bata, comenzamos a forcejear, pero en un descuido hice que se pusiera encima de mi.

Estuvimos mirándonos a los ojos por mucho tiempo y nuevamente aparecía dentro de mi la sensación de querer besarlo.

—¿has escuchado que dicen que si besas a alguien y no puedes detenerte, es porque están enamorados?—lo que dijo me puso más nervioso.

Hueningkai se acercó a mi lentamente estando cada vez más cerca de mis labios, el deseo por besarlo me cegó cada vez más haciendo que lo tome del cuello y me apresure en hacerlo.

Además del sonido de nuestros besos, podía escuchar cómo mi corazón se aceleraba cada vez más por él.

Me senté en la cama, Hueningkai tenía cada pierna al lado de las mías. Seguíamos besándonos.

El sentimiento perduraba hasta que...

Toc toc.

¡Tocaron la maldita puerta!

Hueningkai se levantó rápidamente y se puso su camiseta, yo me acomodé la bata de baño.

—pase.

—señor, aquí está la comida y el botiquín.

—sí, gracias. Ah sí... Una cosa más.

—sí.

—no me agradó que fueran por mi antes de al señor Soobin, la próxima vez quiero que el trato que me dan a mi también se lo den a él en esta y en todas nuestras propiedades.

Escuchar nuevamente su voz seria me gustaba.

No... ¿ahora por qué me siento así?

𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora