𝘚𝘶𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴 •𝘚𝘖𝘖𝘒𝘈𝘐•

capítulo 30 terminamos

Hueningkai.

Ahora estoy en el hotel, debía administrar algunas cosas del servicio, cuando de pronto siento cómo alguien me empuja a una de las habitaciones que teníamos.

—¡¿qué diablos?!

"Eui soo... "

Eui soo cerró la puerta de la habitación y se para enfrente de ella, no quería que salga por alguna razón.

—¿enserio quieres continuar con esto?

—¡sí! Lo haré.

De una cosa estaba seguro, no iba a impedir mi felicidad.

—Hueningkai, en este barco se van a hundir todos, no solo el capitán.

—di lo que quieras, voy a lograr que tu familia y su nombre queden arruinados toda la vida.

Escuchar su risa de burla malvada solo me enojaba más.

—El único motivo porque haces eso es por ese chico ¿verdad? Si le pasa algo...

—ni lo intentes, no lo lograrás.

—¿Ah no? Bueno en estos momentos tengo a uno de mis subordinados siguiéndolo hasta la estación de radio donde trabaja, abriendo la puerta el morirá ¿Qué es peor? ¿Decir mi verdad ahora sin tener casi nada y dejar que tú novio muera o tenerlo vivo y olvidarte de todo?

—si lo matas, lucharé por arruinarte.

—pero al final no lo tendrás.

—¡lo vengaré!

—¿de que te sirve vengarlo si ya murió? No le das paz. Tú decides... puedo parar ahora...

Estaba jugando con mi mente y lo lograba, no iba a permitir que nada malo de pase a Soobin.

El recuerdo de cómo conocí a Soobin en esa subasta vino a mi mente.

Creo que fue en ese momento que conocí a la persona que más amaba en este mundo de una manera muy peculiar.

No iba a dejar que nada malo le pase.

—tú ganas... dame el anillo.

—siempre fuiste un buen chico, Hueningkai. Oficialmente somos pareja nuevamente. 

Eui soo toma mi mano poniéndome el anillo en mi dedo.

—vamos a celebrar.

Lo hice todo por él. 

*****

Soobin.

Estaba en mi trabajo en un pequeño descanso, cuando Hong seok nim se me acerca.

—¿te gustó mi regalo?

—vine a devolvértelo, cuesta muy caro, no lo puedo aceptar.

—no, no te preocupes. Como estábamos saliendo creí que podía darte algo como eso—ella me lo devolvía.

—insisto en darle su regalo, si es por esa razón, mucho menos lo puedo aceptar.

—¿por qué?

—Hong seok-ssi, yo tengo novio. Me dio un micrófono igual por mi cumpleaños y recibirlo de usted no me parece correcto. Lo siento.

—Soobin...

—debe ir a presentar el programa. Nos vemos luego—sonreí.

Evitaba que mi novio tuviera más celos. Además, creo que esto lo pondrá saltando en un pie.

Horas más tarde, el programa ya había terminado y estaba listo para volver, pero mis compañeros me rodean.

—¿vamos un bar?

—¿por qué?

Hong seok-ssi se acerca a ellos siendo parte del grupo que quería salir conmigo.

—tu cumpleaños pasó, pero podemos celebrar, hubo un buen programa.

—está bien... vamos.

...

En el bar

Soobin brindaba junto a sus compañeros, aunque su tolerancia era muy débil, tomaba moderadamente.

—aigoo ¿vieron las noticias?—uno de los compañeros lo veía en su celular—Dicen que los prometidos ya se arreglaron.

—¡¿qué?!—Soobin le quita el celular.

Leer la noticia hacia que su lágrimas salieran, más que todo, el alcohol que ya se había apoderado de su cuerpo, lo ponían sensible.

—oye... Soobin ¿por qué lloras?—su jefe se le acerca preocupada.

—nada, es que creo que me terminaron.

—¿qué? ¿Salías con alguien?—algunos compañeros estaban sorprendidos—Lo siento.

—no importa...

—¡vamos a brindar! Porque Soobin otra vez es soltero y no tiene complicaciones de amor.

—¡salud!