31 (parte uno). Tiempo al tiempo.

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Rashta caminaba cómodamente por el enorme jardín, paseándose y deleitandose con el pequeño canto de los pájaros, casi siempre estaban cantando cuando ella salía después de almorzar.
Tendría que regresar pronto, esa tarde tendría una dura sesión con Ergy y este le haría un par de preguntas para ver cuánto había logrado progresar. Era evidente que ella no tenía porque estudiar, era indispensable que ella supiera correctamente como hacer las cosas para lograrlas en un futuro, además de que agradecía que sus conocimientos no se hubieran ido aún siendo una esclava analfabeta; habría sido complicado para ella entender algo si no fuera del futuro.

Aún así, los días en el palacio se volvían bastante monótonos: Navier y el emperador parecían pelear casi todo el tiempo, Briddget a menudo ocasionaba estas peleas y resultaban ser un enorme dolor de cabeza.

Ella por su parte, evitaba a toda costa acercarse a estos tres personajes lo más fácil posible. Con Sovieshu y Brirddget a menudo era complicado pues Sovieshu a menudo quería saber cómo seguía ella y si su proceso de embarazo iba correctamente. Había pasado aproximadamente un mes y agradecía enormemente que su estómago siguiera sin crecer, pero temía que esto no durara por siempre y que Heinley al final siguiera poniendo trabas. Bridgget a menudo solo iba para molestarla, pero fracasaba muchas veces debido a que no tenía como hacerle pasar un mal rato, sobre todo desde que la castaña se había dado cuenta que los insultos respecto al "abandono" del emperador no habían funcionado.

El doctor le había pedido que no se molestara seguido y que se mantuviera lejos de los problemas tanto como pudiera, así que eso estaba haciendo.
Agradecía que ni siquiera Navier quisiera acercarse a ella. Y parecía querer alejarse cada vez más, desde hacía algunas semanas que la emperatriz se había comenzado a portar mucho más indiferente con ella, ahora ignoraba cualquier rastro de presencia que la albina hacía en si, nunca podía comprender la razón. Al principio, tuvo el pensamiento de que ella seguía sin creer que el bebé era de Sovieshu, pero luego se dio cuenta que esto no era verdad cuando los rumores de que "Rashta era la prometida de Heinley" habían comenzado a expandirse por todo el castillo.

Claro, dudaba que la emperatriz empezara esos rumores, pero al menos sabía que ella ya estaba al tanto de que quien había comenzado con los rumores era nada más y nada menos que Heinley, confirmando lo que incluso Rashta se había detenido a pensar y penso que jamás sucedería.
Aún no tenía claro si Heinley cambiaría de opinión, pero mientras tanto, ella haría lo posible por aprender rápidamente así pasara muchas horas de estrés (lo cual aveces prefería evitar para dañar a su bebé, así que tomaba algunos descansos).

Rashta también había preferido ignorar a la emperatriz.
No la odiaba, pero no podía evitar sentir una pequeña pizca de rabia cada vez que la veía.
Eso había sucedido al mismo tiempo que la emperatriz había comenzado a ignorarla pero no se debía a esto; ella no podía evitar mirarla sin pensar que Heinley había querido devolver la magia a Evalie porque amaba a la emperatriz, dándole náuseas de tan solo pensar que el rubio se manejaba únicamente por ella. La bilis jugueteaba con ella, ofreciendo un sabor amargo en sus papilas y un dolor en el estómago hacia que ella no pudiera pensar con claridad, solo podía maldecir varias veces a la emperatriz de maneras elegantes o vulgares, todo dependía de si se sentía de esa época o de su propia época.

Aún no sabía porque sentía esto, después de todo Heinley no era alguien importante para ella, en lo más mínimo. Pero aún así, el pensamiento de que Heinley jamás olvidaría a la emperatriz se hacía presente y ella no podía evitar que le doliera profundamente.

Y hoy era un dia de esos. Aún si no veía a la emperatriz, ese pensamiento siempre estaría cruzando por su cabeza y no le permitía disfrutar de los días, sobre todo cuando escuchó que Evalie ya había partido hacia Occidente y le recordaba constantemente quien estaba en la mente del príncipe todo el tiempo, aclarando que no era ella.

La nueva Rashta (la emperatriz divorciada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora