39. Conociendonos (borrador).

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Heinley había estado dando vueltas en su habitación después del suceso. Estaba nervioso, incluso había dejado sus actividades matutinas pues estaba bastante preocupado por la situación.
Había dejado ir a Rashta fácilmente pues no encontraba algún motivo por el cual ella quisiera quedarse; se había referido horriblemente a su bebé, la había prácticamente insultado. Era cierto en parte la realidad sobre las dudas de Krista y sabia que ella tenía motivos suficientes para desconfiar de que el bebé era suyo, pero sabía que había sido incorrecto el como se habían resuelto las cosas.

Una parte de el creía en Rashta, creía que Krista necesitaba una platica no muy amistosa para que dejara de pasar una situación similar... Pero, por otro lado... Temia estarse equivocando como hacía el Emperador cada vez que dudaba de las palabras la Reina de su corazón.

Solo entonces reaccionó.

Desde su coronación, Navier le había mandado una carta la cual el no había leído por falta de ganas y miedo por la respuesta.
Pero después su coronación, se había olvidado de aquel escrito.
Empezó a buscar en su escritorio, pues recordaba que la había recibido cuando estaba en su despacho y había decidido leerla después que todos los eventos ocurriesen (aunque eso sucedió mucho despues de lo que penso).

Rompió el sello que protegía el contenido y que no le permitía ver el escrito, sacó la carta doblada cuidadosamente, dejó el sobre y finalmente fue desdoblando la carta lentamente, viendo como letras comenzaban a hacer su aparición.
Le pareció una eternidad hacer todo esto, pero también se debía a que el lo había hecho de la manera más lenta posible pues normalmente no le demoraría tanto tiempo hacer algo como esto. Pero ahora si. Le estaba costando muchísimo trabajo leerlo, pues los nervios comenzaron a impregnar cada parte de su ser y su pierna empezó a moverse sin que el lo hubiera deseado, casi instintivamente. Quería leerla, pero temía, lo que estuviera escrito no le haría feliz.

Finalmente, ma desdoblo completamente, respiro hondo y cerrando los párpados con fuerza, trago saliva y finalmente abrió los párpados para dar inicio a su lectura.

Querido Rey de Occidente:

Probablemente para cuando lea esta carta usted será Coronado Rey, pero no me pareció correcto decirle de esta manera en esta carta.
Como sea, en otras palabras, esta carta será un poco más breve que las que solíamos mandarnos cuando empezó a florecer una bella amistad entre nosotros.

Supongo que se preguntó cuál fue el motivo por el cual yo decidí apartarme de usted en cuanto me enteré que Rashta estaba esperando un hijo suyo; para ser honesta, ni siquiera estoy segura cuales fueron mis reales motivos.
No quiero que entienda erróneamente mis palabras, no me lo tome de esa manera. Principalmente, quiero aclararle que soy una persona por la que siempre se le planteo la idea de tener el Reinado algún día, y desde pequeña, estuve preparándome para eso. Me esforcé para ser la Emperatriz que soy hoy en día y quiero decirle que Rashta no está para nada capacitada, ni siquiera como un pueblerino más.

No estoy segura de que lo sepa, e incluso me parecería curioso que usted no estuviera al tanto de los rumores que circularon en cuanto a Rashta se refería desde su llegada. Aunque fueron negados, yo sigo con bastantes dudas respecto a aquellas negaciones por parte de ella y muchas personas más en el palacio. Aseguraban que ella era un esclava fugitiva. Al principio, lo creí y después llegué a dudarlo, pero su inmadurez y cero inteligencia siquiera para los escritura me hicieron darme cuenta que probablemente los rumores sean ciertos. En fin, quería que estuviera al tanto de esta situación por la amistad tan breve pero real que tuvimos.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2023 ⏰

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La nueva Rashta (la emperatriz divorciada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora