38 Momentos dificiles. (borrador).

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La joven albina se levanto a las 6 en punto, se talló los ojos, se estiró y de inmediato salió de su cama para ir a darse una ducha rápido y fría.
Cuando salió, las mucamas ya la estaban esperando afuera de su habitación para vestirla. Ella les abrió, les dio un "muy buenos dias" y ellas comenzaron a cambiarla después de cerrar la puerta para tener la privacidad que se necesitaba.

En cuanto ellas terminaron, fueron hacia el peinado y optaron por dejarlo casi totalmente suelto a excepción de dos pequeñas trenzas que unían desde las orillas de su cara hasta el centro de su cabellera y luego la amarraron con un pequeño broche en forma de flor blanca. Ese normalmente era su peinado habitual y el vestido azul de siempre. Agradecía que en ese Reino el azul fuera un color característico pues normalmente jamás le quedaba bien el rojo o el rosado.

Las mucamas salieron de su habitación y ella se tomó unos minutos para ver el hermoso paisaje que rodeaba aquel sitio. Ciertamente, Heinley tenía un hermoso gusto por los jardines y eso le resultaba beneficioso; aveces aún no creía que el pudiera crear algo tan hermoso como eso, al menos no por gusto propio. Tal vez no le conocía lo suficiente.
Tenia tantas preguntas con Heinley, pero tenía una en específico que no la había dejado descansar desde hace un buen tiempo: ¿porque el habla accedido que ella fuera su Reina? Le sonaba bastante ilógico. Había elegido creer que se había debido a su astucia para persuadir a la gente, pero dudaba que eso fuera realmente cierto.

Y estaba dispuesta a saberlo.

Claro, que primero tenía que continuar con su clase de escritura para un correcto manejo de aquel lugar.  Como Heinley estaba ocupado con deberes reales y Ergy no se encontraba en el palacio desde hace algunos días (afortunadamente) el encargado de las clases de hoy sería Kosair. Pensaron que eso sería una mejor idea pues no querían poner en peligro a un instructor y querían evitar lo más posible los rumores sobre una Reina incompetente.
De todas maneras, ya se estaba esparciendo y esto se estaba convirtiendo en un grave problema.

Salio de su habitación y fue directo al comedor donde solían desayunar casi siempre y Heinley lo había estado haciendo desde su coronación así que ella no se preocupaba tanto por pensar que el no estaba comiendo saludablemente.
Cuando llegó, abrieron las puertas para ella y se percató de que solo se encontraban ella y la anterior Reina.
En cuanto entro, sintió la incomodidad creciendo considerablemente en ambas. Quería decir algo, pero simplemente las palabras no estaban saliendo de su boca y temia que ella tampoco quisiera hablarle se todas maneras.
Incluso olvidaba cómo caminar manualmente y estaba avergonzada de pensar que caminaba como una idiota frente a aquella mujer. Tomo su asiento y lo apartó de la mesa para tener suficiente espacio para sentarse y, prácticamente, se sentó a toda velocidad.

La mujer no parecía querer entablar alguna conversación con ella, y aunque eso la aliviaba, también le preocupaba porque sentía aquella tensión sin necesidad de mirarse a la cara.
Por supuesto, sabía que de nuevo volvía a ser una amenaza para otra mujer importante. Lo había sido antes para la Emperatriz y lo era ahora para la viuda y ex Reina del Reino de Occidente. Lady Krista tenía una mirada dulce, pero que no compartiría con ella. Entendía que ella ocuparía su puesto y que Lady Krista había perdido su rumbo en la vida por perder tan temprano el lugar para el que seguramente se había preparado desde que era una niña. Su destino lograba ponerla triste y a sentir que ella debería ser la Reina... Pero no podía ser tan bondadosa pues no era como que ella tuviera un plan B para salir victoriosa de aquel sufrimiento constante en el que se encontraba.
Eso sin contar que si ella no se coronaba Reina, otra lo haría y de igual forma el futuro de ella ya estaba escrito.

-¿Porque usted quiere ser Reina? -Esa pregunta desconcertó a la albina pues no esperaba que alguien tomara algún rumbo en ese salón hasta que llegara Heinley.

La nueva Rashta (la emperatriz divorciada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora