Rashta normalmente no era una persona de asistir a las fiestas, especialmente de ese mundo pues le parecían aburridas y sin chiste. Y ahora se encontraba en la horrible posición de estar en una obligatoriamente, pues sería descortés de su parte no estar en aquella celebración.
Habían asistido a la misa donde Heinley había sido coronado. Hubo algunas palabras que ella ignoró durante toda la misa, pues aunque probablemente estaban diciendo algo importante, ella nunca había sido especialmente religiosa antes de llegar a aquel mundo y eso no cambiaría porque estaba en un lugar donde la religión prácticamente movía aquel lugar.
Le recordaba el suyo cuando la iglesia era parte del gobierno, y prácticamente le parecía igual de horrible que en ningún lugar existiera un momento de paz. No es que odiara la religión de las personas, pero no amaba especialmente a las Iglesias o cualquier rito creado por las personas.Dudaba que ese hombre que estaba hablando sobre "lo que un hombre bueno debe hacer" no hubiera cometido un pecado en su vida, y no era especialmente de su agrado considerando que ellos eran quienes tenían la última palabra al momento de decidir que esclavos debían ser libres y cuales no. Es más, no podía creer en una religión donde la esclavitud fuera algo normal y bueno. Aún así, fingió escuchar cada palabra y imitó lo que las personas a su alrededor hacían para no hacer pasar una vergüenza al príncipe.
Y, aunque ella no estaba feliz por estar en aquel sitio, se sintió feliz cuando el Padre anunció con una voz fuerte y autoritaria que Heinley era el nuevo Rey de Occidente. El rubio le dio la espalda a aquel padre y volteo hacia todas las personas en aquel sitio; la gente se levantó, feliz y aplaudieron y esta vez Rashta no tuvo que imitarlos porque fue la primera en sentirse feliz por el y quería demostrar que lo estaba.
Sin que la albina se diera cuenta, en la banca del otro extremo, Krista estaba igual de feliz.
Heinley no la miro ni una sola vez, pero ella estaba feliz por el logro que había sido y estaba segura de que el nuevo Rey era competente y haría que el Reino de Occidente estuviera a la altura, e incluso superara en algún punto al de Oriente.Finalmente, luego de aquel momento tan emotivo para muchas personas, todos los invitados terminaron por ir de nuevo hacia el palacio.
El nuevo Rey paseaba por el pueblo en un carruaje sin techo, adornado con algunas gemas preciosas y este era de color dorado.
Rashta había tenido que irse en otro, pues ese era exclusivo del príncipe y ellos no habían sido anunciados oficialmente por el príncipe como su prometida (aunque ya todos lo sabian) así que era más que obvio que tenía muchas menos razones para estar en el mismo lugar que el. Era su momento de lucirse, y ella no se sentía ni un poco mal.
Viajo con Kosair en todo momento.El rubio que siempre estaba de mal humor a su lado, parecía estar bastante tenso y eso extrañamente le parecía tierno y hasta gracioso. Probablemente el estaba nervioso de hacer algo que pudiera ser consecuencia para darle aviso a su hermana de mal comportamiento.
Aunque le gustaba verlo de esa manera, ella también se preocupaba bastante porque el siempre parecía ser un cachorrito asustado.Mackenna había llegado justo a tiempo, y también se encontraba en el carruaje con ellos dos. Aún así, fue un trayecto silencioso ya que Ergy no estaba acompañandolos en ese momento y ella se lamentaba de que el no estuviera charlando junto a ella, diciendo muchas de sus acostumbradas bromas como siempre solía hacer.
En su lugar, estaba en el mismo carruaje que dos personas que parecía que les habían comido la lengua los ratones.Cuando llegaron, todos fueron bajando de acuerdo a como llegaban. El primer carruaje evidentemente era del Rey, el segundo era de Lady Krista y el tercero era de Rashta. Ellos bajaron, y uno tras otro fueron en dirección hacia el salón principal para darles una cordial bienvenida a las personas en aquel palacio.
Heinley se puso en medio de las escaleras de color blanco, y Krista se posicionó a su lado para darles la bienvenida a las personas.
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La nueva Rashta (la emperatriz divorciada).
FantasíaTodos sabemos la historia de la emperatriz divorciada, pero ¿qué sucedería si la nueva protagonista está vez es Rashta? o más bien... ¿si tu fueras Rashta? Los personajes no son míos, pertenecen a la historia de la emperatriz divorciada.