La nueva Rashta (la emperatriz divorciada).

31 (parte dos). Tiempo al tiempo. (borrador).

Esa misma noche, Rashta estaba saliendo de su baño después de una sesión relajante de agua y jabón. Se apresuró, pues se dio cuenta que ya era tarde y el evento ya estaba por comenzar. Después de ponerse algunas cremas para el cuidado de su piel, poniendo mucho cuidado en sus manos lastimadas, tomo uno de los vestidos que tenía el cual consistía en un rosado palo, tenía un escote en forma de corazón, junto a unas mangas largas, sin ninguna decoración. El vestido era pegado hasta la parte de la cintura y ella había procurado ponerse un corsé para que ajustara un poco su cintura y no dejara al descubierto su embarazo tan pronto, pues su estómago se había hinchado ligeramente. Aún así, no lo apreto tanto para no lastimar al bebé.
Se puso unos zapatos de tacón de un color blanco, este tenía algunas perlas que decoraban el zapato en la parte de en frente y su falda tenía algunos bordados de color dorado que no tenían una figura en si, pero que la hacían mirar un poco más elegante.

El emperador le había regalado algunas joyas, y opto por un hermoso collar con una perla y algunos pequeños diamantes adornando la parte su cuello, además de unos aretes del mismo color plata que su collar.
Decidio amarrar los costados de su cabello, uniendo ambas partes por la parte de atrás y acomodo varios de sus cabellos para que cayeran en su rostro, dando un aire bastante tierno. Se colocó algo de rubor en sus mejillas y en sus labios un tono rosado bastante discreto.

Siempre optaba por ropas muy sencillas, pero esta vez quería verse un poco mejor debido a la ocasión (evitando verse extravagante o ridícula) y debía admitir que le gustaba. La ropa que tenía era elegante pero bastante más sencilla que la ropa que las personas usarían ese día, pero sería un poco más obvio en ella dado su vestimenta normal, pero manteniendo en conciencia de donde eran sus orígenes.

Justo cuando observaba algunos toques para su cabello o algo que necesitara mejorar, escucho unos suaves golpes en la ventana que la hicieron regresar a la normalidad.
Cuando fijo su vista, vio al ave azul frente su ventana.
Ella de inmediato fue a abrirla en cuanto se dio cuenta que el ave era una de las que el príncipe Heinley solía llevar cuando Reina estaba ocupada. Había escuchado que era porque Reina cumplía un gran papel como el ave principal de su reino, así que no le tomo importancia y cuando abrió la ventana, la pequeña ave entró lentamente. Ella pudo divisar el cordón de oro en su cuello, así que rápidamente la abrió. El ave no opuso resistencia así que estaba claro que era para ella.

Tomo el sobre que estaba en su pequeño collar y luego abrió la puerta de su habitación.

-Disculpe. -hablo a una de las sirvientas que estaba pasando por ahí. -¿Podría traer un poco de agua? Ha llegado una pequeña ave desde Occidente al parecer y necesita urgentemente ser atendida. -habia dicho esto último pues, temía que tardarán demasiado en traer el agua. De ese modo, la mucama de inmediato corrió hacia asumía que la cocina.

Una vez se fue, Rashta volvió a la habitación y desdoblo el pedazo de papel hasta que estuvo en su tamaño original, con la diferencia de algunas rayas a consecuencia de haberlo doblado varias veces.

Rashta:

Escribo esta carta para informarte de lo sucedido. Evidentemente, a mi hermano no le queda absolutamente nada de tiempo y pronto seré coronado rey de Occidente.
Aunque no quiera hacerlo, creo que sería beneficioso por el momento que estemos juntos, así que al fin accedere a tu capricho.
Ergy tendrá que ser mucho más duro contigo respecto a tus aprendizajes y espero que tomes tu máximo empeño para ser la mejor reina que puedas. De cualquier forma, me tendré que dar a la tarea de apoyarte en tus obligaciones para que puedas comprender mucho mejor tus tareas y Krista, la (muy pronto) viuda de mi hermano, la Reina de Occidente, estará apoyándote también. Ya he hablado con ella y esta básicamente obligada a apoyarte en tu reinado el tiempo suficiente, hasta que puedas hacerlo por tu cuenta.