Capitulo 24.

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—Te conozco?.—la voz de aquel rubio hablo y la joven quedó muda.

—Yo...amm...—no sabía que decir.

—Oh, supongo que eres conocida de alguno de los invitados, pasa!.—dijo y yo solo entre.

El alma me volvió a el cuerpo al entrar, la casa estaba tan cambiada, todo era nuevo, la sala, la cocina, nada era como lo recordaba.

—Ven!!.—expresó pero al mirar en mi cuello.
Se que se percató de el relicario, sus ojos se abrieron en par, para después encontrarse con el mismo lunar que adele y yo teníamos en la mejilla, busco con su mirada en mi cabello. Para, encontrarse con el mechón rojizo y mi cabello dorado y rojizo.

Me abrazó y no pude evitar abrazarlo.
No se en que momento pero comenzamos a llorar, habían pasado tantos meses, tantas cosas y nuevamente el me abrazaba.
Se sentía tan bien.

—Donde estuviste todo este tiempo?.—me dijo y sonreí.

—Prometo darte una explicación si? Ahora dime cómo ver a tu madre?.—dije sonriendo.

—La voy a traer aquí? Te parece?.—dijo y asentí era mejor que nadie más supiera de mi.

Escuche pasos tras de mi y Laura estaba frente a mí, sentí que la sangre se me fue a los pies.

—Claire!!.— expreso y reí negando.

—Disculpa?.—insinué haciendo gestos extraños como si no la conociera.

—Eres tu? Eres Claire!!.—dijo feliz y negué.

—Claire te conocí de niña y conozco ese lunar, te pareces a tus padres no seas tonta!!.—expreso y me abrazó besándome todo el rostro.

Me reí por las cosquillas que me causaba los besos que me daba en la frente y mejilla.

—Para, para!!.—solté riendo y se separó mirando feliz y sus ojos se llenaron un poco de lágrimas y sonreí.

—Gracias por venir!!.—dijo y sonreí de lado, una sonrisa real y pura.

—Quiero verla!! Solo tú, y angelo saben que estoy aquí, nadie más, ni los guardias!!.—dije y asintió.

Le dije que iba a hablar con ella pero no quería que alguien más entrara, nadie se podía enterar, le dije que yo vine sola y nadie sabía que estaba aquí. Me dijo que estaba bien y que ella no diría nada.

Escuche la voz de angelo diciendo, "ven mamá" y me prepare mentalmente para hablar y expresarme, no quería quedarme muda por segunda vez.

—Entra mamá!.—dijo angelo y escuche las puertas cerrarse.

—No estoy para juegos peanut!! No empecemos si?.—dijo y tenía una venda amarrada en los ojos y comenzó a caminar tocando cosas para suspirar y quitarse la venda.
Se veía tan cambiada, estaba muy delgada.
A comparación si había mucha similitud en el cuerpo.

Se quitó la venda y su mirada se clavó en mis piernas para poco a poco subir su mirada y encontrase con mis ojos. Esos bellos ojos verdes, cambiaron a un verde intenso, sus pupilas se dilataron por completo. Su labio inferior comenzó a temblar del nervio, y me percaté que al igual sus manos estaban temblando. Estaba reteniendo el aire, solté un suspiro y una lágrima corrió por su mejilla.

No supe descifrar lo que su rostro decía, pero por dentro sabía que su alma hablaba.

—Hija...—dijo casi en un suspiro.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a caminar despacio, cómo evitando llegar a mi, muy despacio se acercó hasta quedar un poco frente de mi, estaba más alta, de lo que la recordaba, su blanca y suave mano me tomó el rostro y me miró a los ojos, unos bellos ojos tristes la inundaron y ahogaron su pecho.

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