Capitulo 35.

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—Ya cállate, escuincle!!.—la voz de una mujer me hizo despertar.

—hermana...—la voz de angelo se hizo presente y me levante de inmediato.

Mi mirada miró fijamente a esos ojos azules que ahora mismo estaban en un río de lágrimas frente a mi cara.

—No...—hablé casi en un susurro pues sentía un nudo en la garganta.
El estómago se me hizo una bolita y Alex se acercó y lo tomó del cabello.

—si sigues de grosero te prometo que jamas en tu vida vuelves a ver a esta ¡perra!.—le dijo apretando su cabello.

—Suéltalo, Alex. A el no le hagas daño...¡te lo suplico!.—solté llorando y lo miró apretando los labios y luego lo aventó en la cama.

De inmediato lo tome de los brazos y lo abrace a mi.

—No quiero berrinches, que te volveré a hacer lo que tanto te encanta, queda entendido, preciosa?.—dijo intentando tomar mi barbilla y giré mi rostro y me dio una palmadita en la mejilla y salio tomando la mano de la chica quien se rio de nosotros.

Cuando salieron abrace a angelo muy fuerte.

—¿te hicieron algo? ¿Estas bien?.—de inmediato lo invadí de preguntas y el negó.

—Estoy bien, hermanita. Tu como estas? Que te hizo ese hombre?.—dijo y negué sollozando limpiando sus lágrimas.

—Nada, Ange. Todo está bien, prométeme que no te hicieron nada!!.—dijo y asintió.

—te lo prometo, prométeme que saldremos juntos de aquí!!!.—dijo y asentí sonriendo.

Bese su frente y lo abrace mucho a mi.

Adele.

Le daba vueltas a mi copa de vino y mi mirada estaba perdida tenía los pies entre abiertos y solo tenía los labios fruncidos.
7:59.

Solo movía el vino de un lado a otro.
Hasta que sentí una mano en mi hombro y me volteé y me encontré con Alex.

Cabello rizado en un corte taper.
Camisa blanca con algunos botones discretamente abiertos.
Pantalones de mezclilla negros con zapatos.
Levante mis cejas y sonrió.

Me levante y me acerqué a saludarlo y me beso cerca de los labios a lo que sentí unas nausas horribles pero las reprimi.

—¡Te vez hermosa, Adele!.—dijo y sonreí falsamente.

—gracias, Alex. También, te ves bien!.—dije levantando las cejas.

Me dio un abrazó y solo lo abrace sin sentimiento, ni siquiera sentía algo dentro de mi.
Me dio la mano y me dio una ligera vuelta.
Llevaba una falda negra que llegaba un poco arriba de mi rodilla, no tan corta. Una blusa blanca que dejaba al descubierto mis hombros, era de manga larga y una botas negras de punta fina y de punta por frente.
Las botas llegaban justo en mi rodilla.
Llevaba un collar de perlas con un corazón color como las perlas y unos pendientes de perlas con una perla en forma de corazón.
Mi cabello estaba lacio por completo y mi maquillaje era lo más discreto que hice.
Marque mucho mis labios y trataba de estar tranquila.

El me miraba atenta a todo y veía desde mi cabeza hasta mis piernas.
Su mirada me daba tanto asco.

—Bueno, a que debo tu llamada y visita?.—dijo y sonreí tratando de estar tranquila.

—Yo se...que en el pasado no tuvimos buenos términos después de nuestra ruptura y rompiste mi corazón, pero es solo eso pasado, ambos somos maduros y somos adultos y la verdad me di cuenta de lo mucho que extrañaba tu presencia sabes...—dije y el me miró.

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