𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫 ❷

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Es difícil de entender, los humanos son frágiles como los delicados pétalos de una flor. Ella no recordaba casi nada de su vida anterior, no obstante, cada que veía la luna o escuchaba la música del bosque le daba una sensación reconfortante, digamos que cálida.

Sakura a sabía que aquellos dos demonios eran una de las lunas de Muzan, pero por más que tratara de asesinarlos no podía, eran demasiado jóvenes. Así fue como los dejo vivir un día más.

Ya no podía estar en ese lugar, tenía que irse a otro territorio, un lugar lejos de todo, lejos de una antigua vida que no recuerda.

...

El tren, un invento muy útil para los humanos. Cuando vio uno por primera vez creyó que era un artefacto inservible y tosco, pero ahora que lo usa con más frecuencia puede decir que es el invento mas útil del último siglo. Pero en fin, al parecer su desición de cambiar de aires y vivir lejos, tal vez en la costa, se fue al caño cuando percibió el olor de un demonio, tres cazadores novatos y un pilar. Suspiro casada, muy posiblemente hizo algo terrible en su vida pasada para que le tocará esa clase de desgracias.

Después de soltar un suspiro decidió irse del tren, aunque esté aún siguiera en movimiento, tomo su pequeña valija y tras alisar la falda de su vestido salto por una ventana del tren. La caída no fue para nada cómoda (además el tren se descarriló segundos después) rodó algunos metros y paro abruptamente. Tenía que encontrar un refugio pronto, el sol saldría en unas horas. Aunque... su nuevo plan fue truncado cuando vio lo que sucedía enfrente.

La tercera luna superior de Muzan peleaba contra el pilar del fuego, un muchacho con una cabellera peculiar. Pero dicha pelea no fue lo que la dejo conmocionada, no, fue aquellas llamas ardientes que se desprendían cada que el pilar arremetía contra el demonio. Ella ya había visto aquellas llamas en algún lugar, ¿Pero dónde?. No sabía.

Inconcientemente comenzó a caminar hacia la pelea, sentía que algo malo sucedería, tenía que evitar "aquello". Soltó la pequeña valija y corrió, corrió y en una fracción de segundos logro detener el brazo de Akaza, el cual iba dirigido hacia el pecho del pilar. La pelirrosa tomo distancia junto al pilar, miro furiosa al demonio, ¿Cómo se atrevía siquiera a tocar a Ace?...

—¿Ace?...

¿Quién era Ace?. Un pequeño pinchazo la hizo cerrar los ojos, el pequeño dolor se expandió por toda su cabeza hasta consumirla en una espesa nube de obscuridad, luego todas las nubes se fueros dispersando hasta solo quedar algunas levemente visibles. Ella conocía a Ace, el era su esposo. Ace era su esposo, ¿Pero por qué lo recuerda?¿Quién es ese muchacho de cabellera peculiar?. Miro al pilar, el desprendían un aura cálida como la de una fogata en pleno invierno o como el mismo sol. El pinchazo de recuerdos le trajo memorias importantes y tambien unas no tan importantes, pero a la vez muy deseadas, podía recordar la sensación del sol sobre su piel, los días de primavera y verano, todo venía acompañado de pequeños flasheos hacia su antigua vida...

—Que calidez.. –dijo con una pequeña sonrisa en sus labios, luego recordó en qué situación se encontraba– ..Tu!!.. –habló al demonio, el cual se encontraba aún confundido por las acciones de las pelirrosa– ..vete...

—¡¿He?!.. –pregunto enojado, esa pelirrosa acababa de interferir en su pelea y ahora se ponía a mandarlo, ¿Quién se creía?–

—El sol está apunto de salir, te recomiendo irte ya...

¿Ha?. Es cierto, por tanta distracción olvidó su enemigo número uno, el sol. Asintió en respuesta y luego se marchó rápidamente a las obscuras sombras del bosque.

Sakura miro por última vez a la luna, luego centro su atención en el pilar. Estaba realmente débil, además de la batallas había desgastado excesivamente su energía minutos antes para salvar a los pasajeros del tren, ¿Que podía hacer?.

Respiro profundamente y, tras exhalar todo el aire retenido, pensó con más claridad. Colocó ambas palmas de sus manos sobre el pecho de muchacho y dejo fluir su energía. Por alguna razón su técnica de sangre no daña a los humanos, hiere de gravedad a los demonios pero nunca a los humanos. Y en vez de lastimar con sus llamas, lo que usualmente sucede con los demonios, estás curan a los humanos, no a manera profunda como le gustaría pero si les regresa la energía perdida y cura heridas superficiales.

Lentamente el color de piel de Rengoku paso del pálido a su tono habitual, su respiración se fue tranquilizando y sus heridas se cerraron. Sakura sonrió y termino con su sesión de curación, el muchacho seguía inconciente así que tomo esa oportunidad para acariciar su cabellera y el contorno de su rostro.

—Ace-san...

Era tan parecido a el, aunque no físicamente, lo que los hacías iguales era su color y sensación. Ace y Rengoku compartían ese brillante color rojo y la sensación cálida de una hoguera. Sakura de sentía plenamente feliz, tan llena de sus antiguos recuerdos que la hacían entrar a un limbo de emociones en reposo, cálido y confortable como esas tardes de verano donde solo se encontraban recostados sobre el pasto viendo las nubes pasar.

El crujir del metal siendo roto la devolvió a la realidad, un niño cerdo había roto sus espadas cuando trato de cortar su cuello. El sol estaba apunto de salir, tenía que ir a un lugar obscuro antes de ser calcinada por los rayos, no podía darse el lujo de morir ahora que lo encontró.

Delicadamente se levantó del suelo, hizo una reverencia hacia los tres cazadores y, después de mirar al pilar, salió corriendo en dirección al bosque.

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Espero que les haya gustado, luego les traigo el final. 💋

Un saludo a Takamotaka porque quería segunda parte.

𝓢𝓪𝓴𝓾𝓻𝓪 𝓗𝓪𝓻𝓮𝓶  ❨𝓢𝓪𝓴𝓾𝓻𝓪 𝓧 𝓞𝓷𝓮𝓟𝓲𝓮𝓬𝓮❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora