A veces no era necesario que tuviera que decirlo, de hecho era bastante fácil saberlo cuando algo quería, pues se comportaba demasiado atento, y no es que no lo fuera pero se volvía mucho más pegajoso y era divertido verlo en esa faceta cariñosa.
— Jagyiya, ¿quieres un vaso de agua? Voy por uno, ¿o quieres otra cosa? Puedo traerte lo que me pidas — decía sin dejar de verte y con una sonrisa notablemente hermosa.
Sin tiempo a poder responder Ni-ki se dirigió a la cocina por los vasos con agua y una vez los tuvo se puso enfrente y te extendió uno sin con esa hermosa sonrisa que alumbraba su rostro. Tomando el vaso fue como se sentó a tu lado y un fuerte abrazo fue lo que brindo, causando que algunas gotas del vaso se derramará.
— Ni... — estabas por reclamar pero al mirarlo mostraba todo su amor y necesitado de cariño por lo que dejando el vaso de lado y brindando algunas caricias sobre su suave cabello fue como se acomodo mejor sin dejar de abrazarte.
— Te amo mucho jagyi — dijo causando en ti una notable sonrisa llena de emoción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⤿✦ ᴊᴜɴɢᴡᴏɴ
Jungwon siempre fue muy divertido a la hora de pedir un poco de atención pues si bien hacia cualquier cosa que se le viniera a la mente para lograr obtener tu atención sobre él. Aquél día no fue la excepción pues si bien aunque estabas muy atenta mirando algunos vídeos de sus presentaciones en el móvil y en algunas ocasiones lo halagabas por sus movimientos en el escenario o por lo atractivo que se veía, él quería que lo mirarás todo el día y no solo por algunos segundos.
— Mira que guapo se ve mi bebé wonie en esta presentación — hablabas como si no lo tuvieras a tu lado.
— ¡Jagyiya ya basta! — dijo de golpe, causando un susto.
Tu mirada fue directo al chico quien tenía ya uno de sus pucheros, esa mania que tanto te hacía alucinar y estar completamente enamorada de él.
— ¿Ahora que hice, Wonie? — dijiste sin entender.
— Qué hablas como si no me tuvieras aquí — dijo cruzado de brazo ya.
— ¿Me perdonas? — él negó — ¿Y ahora? — preguntaste cuando lo abrazaste a lo que nuevamente negó con los brazo cruzados aún — Y... si hago ésto, ¿estoy perdonada? — dijiste cuando dejaste algunos besos sobre su cara causando algunas risas de él.
— Si, si, si jagyi pero yo ganó — dijo cuando al instante comenzó por hacer lo mismo en tu cara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.