Capítulo 31.

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Capítulo 31.

Mi mejor amiga de antes.


Riéndose, Isabelle y Amber entraron a la habitación de la segunda chica. Habían salido a dar una vuelta, en el camino hicieron varios amigos donde platicaron demasiadas cosas. Salir un poco del Instituto era divertido.

Isabelle se tumbó en la cama de la rubia, riendo de una manera exagerada. La otra chica caminó hacia el espejo y se contempló a si misma en el reflejo. La ropa deportiva le acentuaba el busto y hacía que se viera aun mas grande, también favorecía sus piernas y cintura.

-Fue divertido, ¿no crees?- preguntó la de ojos cafés- Aquellos chicos que estaban haciendo retos en el parque fue lo mejor.

Amber solo sonrió e hizo un ruido afirmante con la garganta. Tomó una liga de encima del mueble donde se encontraba el cabello y se hizo una trenza a toda velocidad.

-Abby- murmuró Isabelle, alzando la cabeza sin ánimos.

-¿Qué sucede, Izz?- respondió la aludida, mirando a su mejor amiga a través del reflejo del espejo. No se veía para nada feliz.

Isabelle tragó saliva y hundió su rostro entre las manos

-¿Qué está sucediendo con nuestra amistad?- gimió.

-No se a que te refieres... No lo entiendo- Amber se giró y al ver a su amiga con los ojos húmedos, quiso llorar también.

-Ya no eres la amiga que estaba conmigo en San José. Eres diferente, siento que ya no estás ahí, solo físicamente. Me pone triste el hecho de que ya casi no hablemos ni nos contemos nada, y si lo hacemos, tu estás con la mente en otro lado como si te valiera lo que te esté diciendo- sollozó Isabelle y luego golpeó el colchón cuando se dio cuenta de que Amber no la miraba-. ¿Ves lo que te estoy diciendo? No me prestas atención y se la razón- alzó la voz.

Amber negó con la cabeza, parpadeó varias veces para espantar las lágrimas. No quería llorar.

-Estoy bien.

-Eso es lo que me quieres aparentar, Maklovia- replicó Isabelle apretando los dientes-. No estás bien, te conozco. Comenzaste a alejarte de mi desde que te enamoraste de Jem.

Amber apretó los labios, no se sentía muy capaz de seguir aguantando las ganas de llorar por mas tiempo. Su mejor amiga tenía razón.

-Quiero que vuelvas, Amber. No quiero a la chica que eres ahora, quiero a mi mejor amiga de nuevo- lloró Isabelle, mientras secaba sus lágrimas-. No a la chica que eres ahora.

-No se como volver, Izz- susurró Amber. No era la misma chica que aquel día que viajó a los Ángeles-. No solo es... Jem. Las personas cambian, pasé por demasiado en estos meses, desde luego que no soy la misma. Solo compréndeme un poco. Te lo ruego de corazón, comprende mi situación.

Isabelle negó la cabeza, cerrando los ojos.

-Cuando tenías doce años tus padres murieron, ambos en el mismo mes, Amber- dijo-. Tu hermana se marchó un poco después y te quedaste sola. No cambiaste en absoluto. Solo es un pretexto. ¿Cómo es posible que hayas cambiado por el hecho de que creiste que un cabrón te quería y no fue así? Tu no eres mi mejor amiga. Eres alguien más ahora. Quiero a la antigua chica rubia de la que me hice mejor amiga de la manera mas rara posible.

El rostro de Amber se oscureció por completo. Su amiga también tenía razón. Había sucedido todo eso y no había cambiado, pero desde ese incidente con Jem...

-Lo siento, Izz- fue lo único que dijo, sus palabras fueron ahogadas por sollozos y lágrimas.

-Debes de estar bromeando- escupió Isabelle, realmente incrédula-. Ya no soporto tu actitud. No es nada fácil verte cambiar por alguien que nunca te miró. Eres la Amber que está entre la que te transformarte para llamar la atención de Jem y la Amber que conocí, pero no eres tú, en realidad.

Amber se secó las lágrimas y se acercó a Isabelle, ella también se puso de pie y la abrazó. Se aferraron una a otra como si fueran la única cosa que restaba en el mundo. Isabelle había sido la persona que siempre la había acompañado en buenas y malas, y la había traicionado al alejarse de ella, cosa que juraron no hacer con un juramento de sangre.

-"A donde tú vayas, yo iré. Donde tu mueras, yo moriré, y ahí seré sepultado..."- comenzó Isabelle al oído de Amber. La rubia abrió los ojos como platos al recordar de donde era eso. El juramento parabatai que Garrett les había enseñado.

-"... El Ángel será mi testigo y aun mas, hasta que la muerte los separe a ti y a mi"- completó Amber, aún mas aferrada a la casi pelirroja.

Se separaron, pero al instante se tomaron de las manos. Amber miró a su mejor amiga a través de las lágrimas. Isabelle era incomparable.

-Prométeme que nunca nos separaremos, en cualquier circunstancia estaremos unidas, hasta que la muerte nos separe- la de ojos cafés parpadeó rápidamente para espantar las lágrimas.

-Te lo prometo.

Y se quedaron en silencio, compartiendo miradas y llorando.

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Hola de nuevo,

espero que les haya gustado el capítulo, no olviden votar, comentar y seguirme.

Si hay algún error, será corregido cuando la novela llegue a su fin y se edite ❤️ No falta mucho.

Este capítulo es dedicado para una persona fuera de Wattpad, y es mi mejor amiga. A ti, mi vaca, gracias por apoyarme en todo, y se que aunque a veces te cueste mucho comprenderme, se que estás ahí. Este capítulo fue inspirado en lo duro que puede llegar a ser nuestra amistad, espero comprendas los diálogos. Te quiero.

Me despido. Abrazos,

pv.

Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora