Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)

Capítulo 21

Capítulo 21
Achtzehn

Amber se cubrió la cabeza con una almohada, molesta.

No conseguía dormir. Lanzó un gruñido teñido de una impaciencia creciente.

Su habitación estaba inundada por música que no se detenía desde las diez, parecía que había un concierto de electrónica en el pasillo, por mas que Amber saliera, no había absolutamente nadie o nada.

También intentó por la habitación de Gideon, pero él dormía sin ningún problema.

Miró la hora que marcaba el celular que había olvidado Isabelle. «1:30 am».

«Por el amor de Dios, estúpida música» maldijo la chica en sus adentros.

Harta, Amber se desenvolvió de las sabanas, caminó a paso rápido a su armario, reemplazó su blusa de pijama por una blusa blanca con rayas negras y su pantalón de pijama de algodón por un short blanco.

Metió sus pies en unos Vans blancos y salió de su habitación corriendo.

Se detuvo en el pasillo, observando si alguien mas se encontraba ahí.

A trote desde el otro extremo del pasillo, se acercaban tres chicas, procurando no caerse con sus enormes tacones, o que su corta falda les hiciera una broma pesada. Comentaban entre si, como cualquier grupo de amigas. Amber las observó, preguntando a si misma que hacían ellas ahí. En el Instituto.

Las tres miraron a Amber con una mueca similar que gritaba la frase «¿Que hace esta aquí?».

-¿Estás perdida?- preguntó una de un bronceado espectacular, Amber aventuró que siempre estaba tumbada en las blancas arenas de Los Angeles para conseguirlo.

-No, para nada.- mintió Amber-. Espero a mi acompañante.

-¿En serio has venido con un acompañante? Dios.- exclamó otra, que tenía el cabello teñido de celeste.

-Mi amiga- aclaró la rubia, sonriendo con aire inocente.

-Bah, de seguro ya está en la fiesta. Ven con nosotras- repuso la tercera. «Así que es una fiesta. Pero... ¿por qué una fiesta, exactamente?».

Sin conocer bien las razones, Amber cedió a seguir a ese trío de chicas, mientras escuchaba en silencio la conversación, no había nada mas que hacer.

-Nunca había asistido a una fiesta en una mansión tan grande. Tiene aspecto de iglesia- comentó la de cabello celeste.

«Entonces, son mundanas. No saben que es esto en realidad» aventuró Amber, como si resolviera un misterio de manera mental.

-¿Segura que conseguiré asi su número, Scarlett?- preguntó la de piel bronceada.

-Te ves fantástica- afirmó 'Scarlett'.

-Una buena idea fue colocar letreros que anuncien para donde tienes que ir. Este lugar es un revoltijo- opinó la de cabello azul.

-Es un laberinto- coincidió Amber.

Giraron a la dirección donde anunciaba el siguiente letrero en una hoja de papel. Después de meses, Amber al fin tenía orientación en esa iglesia/ Instituto terriblemente enorme.

La música se hacía mas intensa con cada paso que daban las cuatro, hasta el punto de que la joven creyó completamente que sus oídos explotarían en mil pedazos. El recorrido terminó con una hoja que señalaba «Aquí es. No continues despues de aquí, si deseas perderte y morir tratando de volver, adelante».