Capítulo 36.
Luz y oscuridad, vida y muerte.
Criaturas casi idénticas a Alexandra desgarraban la piel de Amber con dagas, yaciendo de la oscuridad. Sentía en sus venas correr algo que la hacía debilitarse, y la sangre salía a raudales por sus debilitados poros.
Gritó de miedo, y al instante sus atacantes desaparecieron. Vio de repente un campo a su alrededor, con manchas de sangre en el pasto; la sangre brillaba como rubíes. Se acercó arrastrando los pasos a un lago, con el agua cristalina. Y cuando se miró en el reflejo, vio lo la peor imagen que tenía sobre si misma, con la piel cubierta de cicatrices y el rostro con ojeras, parecía un mapache.
-Amber-La voz era de Jem-. Despierta por favor, yo no podría...
Algo consumió la voz. Ella notaba que había algún sentimiento de tristeza en su voz y quería correr hacia donde quiera que él se encontrara y besarle el rostro. Pero todo se volvió rojo y le envolvió la vista. Quería liberarse de aquella pesadilla, pero, inconscientemente, sabía que, sufriría cuando despertara.
Amber Montclaire daba vueltas por la cama, enredada entre las sábanas empapadas de sudor, el cabello rubio pegado a su frente y sienes. Su piel había recuperado un poco de color, unos días atrás la chica era casi traslúcida y se notaban sus venas en algunos lados. En veces, intentaba quitar el anillo que portaba en la mano derecha; gritaba el nombre de su hermana, como si esperara que esta le respondiera a través de él.
-Por el Ángel- Christine se sentía de una manera pésima al verla-. Quién sabe que estará soñando. Desde que abrió los ojos hace dos días, no ha dejado de estar así- se giro hacia el Hermano Noah-. Muchas gracias por estar aquí. No sabemos que le sucede porque... solamente perdió mucha sangre, ¿verdad?
Eso es lo que podemos saber, señora, dijo el Hermano Noah, acariciando la sien de la chica; esta se calmó y comenzó a dormir tranquilamente de nuevo. Hay algo en su mente que no me deja acceder a ella. Sospecho que también experimentaron con ella cuando era una niña, como hicieron con su hermana mayor. Así que, pienso yo que debemos dejar a que ella... decida despertar.
-¿Decida despertar?
Si podemos interpretarlo así... el Hermano Silencioso acentuó el dramatismo el su susurro omnidireccional y bastante inquietante. Sólo debemos de rezar al Ángel que lo haga pronto, porque de seguro lo va a hacer. Pobre chica, ha de ser muy dificil eso de ser hermana de Alexandra Montclaire y que le haya encajado una daga en el vientre. Tal vez solamente está luchando contra su consciencia, pero no lo puedo saber bien, tal vez Gwendolyn Fell nos puede ayudar, porque fue algo con intervención de magia Subterránea.
La directora del Instituto recordó lo mas horrible que habían visto sus ojos tres semanas atrás. La pobre de Amber yacía en el suelo, desangrándose y muriendo en brazos de Jem llorando, mientras Gideon le aplicaba una Marca. Los chicos también se encontraban sangrando, pero habían preferido salvar primero a ella, Christine se había preguntando miles de veces cuanto querían Jem y Gideon a esa chica.
-No estoy muerta- murmuró Amber con desesperación, se giró y volvió a dormir con el vientre contra la cama.
-Creo que sufrirá- comentó Christine- aun más de lo que lo hacía.
Todos debemos de sufrir algún día, pero eso nos hace mas fuertes, declaró el Hermano. Ahí tienes al ejemplo de James Blackthorn.
-Y creo que sigo destinado a sufrir- intervino alguien desde el marco de puerta- durante el resto de mi miserable vida, Hermano Noah.
El joven entró a la habitación con las manos hundidas en los bolsillos de sus pantalones de mezclilla. Se mostraba cansado; era la primera vez que salía a algún lado después de tres semanas. Se acercó a la chica dormida. La examinó y susurró algo que Christine no logró escuchar.
Ella, contestó:
-Solamente sáquenme de este lío de sábanas. ¿Seguro que no quieren momificarme?
El corazón de Christine se aceleró, ¿había hablado? Miró a Jem, éste alzó en brazos a la rubia y Amber se aferró a su cuello. El olor a moras en la chica no la había abandonado, y aquel aroma embriagaba al joven; lo volvía loco. Ella hizo una debilitada mueca de dolor. Seguramente se encontraba muy cansada, asi que Jem se maldijo por no haber tenido cuidado.
-¡Amber! Por el Ángel...- no supo que decir, aún se encontraba sorprendido, porque, había estado aislado del mundo por tres semanas, esperando que ella despertara. Y, de improviso, despertaba como si nada hubiera sucedido. El alemán se sentía feliz, aunque sentía que faltaba algo que no era capaz de recordar-. Christine, avisa a todos que Amber ha despertado. Primero a Gideon, por favor- indicó, Christine asintió con la cabeza y se marchó.
El Hermano Noah se quedó mirando un momento, Jem observó. Algo le susurraba al chico que Noah no se encontraba del todo feliz de que Amber se encontrara despierta, después de ese tiempo. Dio media vuelta y se fue.
Jem y Amber se quedaron en silencio, ella respirando contra el pecho de él.
-¿Cuánto estuve así?- preguntó la chica. Sus mejillas tenían un color rojizo, aquello enloquecía a Jem, y demasiado.
Sonriendo, el chico respondió:
-Tres semanas, pero lo importante es que ya estás bien.
-Si, pero la verdad...
Jem no se resistió ni un segundo mas y la cayó, besándola con pasión.
N/A
Pues hoooola.
Lel, hoy no es jueves pero bueno XD
Cambié el punto de Christine a Jem en la misma narración, para ver como me quedaba xd. No me quedó tan bien como quería (bueno eso pienso yo) pero se vería un poco raro que cortara la escena y la cambiara al punto de vista de Jem con los asteriscos (** **)
Este fue el capítulo y no olviden comentar, dejar su hermoso voto y seguirme bebés. El final está por llegar ;)
pv.
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Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)
FanfictionUna carta. Solamente es lo que recibe Amber Montclaire de su hermana. Pero eso es lo mejor que puede haber, durante un poco más de tres años nada sobre Alexandra llegó a sus oídos. Los Angeles, la ciudad donde por fin se reencontraran, Amber deja to...