Capítulo 4.

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Capítulo 4.

Primer día.

Los centros comerciales en Los Ángeles eran muy lindos, las tiendas tenían maniquíes sin expresión que posaban dramáticamente, y arriba de cada maniquí había un pequeño foco que les daba iluminación.

Amber se estrelló en una farola por estar distraída. Varias personas la miraron como si fuera un bicho raro, y deseó que la tierra se la tragara.

Unos metros adelante, Marceline se detuvo de golpe, se giró y miró a Amber, y esta caminó con pena hacia ella.

Caminaron entre las tiendas en silencio durante unos minutos hasta que Marceline hizo un ruido bastante raro, llamando la atención de Amber, La chica veía divertido el hecho que la hija de Christine la miraba diez centímetros más abajo, y sus pecas y ojos inocentes hacían que se viera más inofensiva.

― Es aburrido venir contigo y que no hables ― se quejó Marceline.

Amber se encogió de hombros.

― No hablas mucho de temas "de chicas", ¿o sí? ― Marceline hizo una mueca parecida a una media sonrisa.

― ¿Temas de chicas?

Marceline sonrió, pero era de esas sonrisas que se hacían por cortesía.

― Bueno, yo voy a proponer el tema ― dijo alegremente.

Amber suspiró.

― Los temas "de chicas" se me hacen algo tediosos...

Marceline hizo un gesto con la mano que significaba algo como "tonterías".

― Claro que no, solo no sabes divertirte como se debe.

― Pero...

Marceline le hizo un gesto con la mano para que se callara

― Vamos, no pierdes nada ― Marceline examinó el rostro de Amber unos momentos ―. Hablemos de chicos, a mí me encanta ese tema ― Amber se encogió de hombros y la otra chica sonrió triunfante ―; empezaremos con Jem. 

― ¿Qué sucede con Jem? ― Amber no prestaba mucha atención

― Lo conozco desde hace seis años, y créeme, es la vanidad en figura humana... ― Marceline miró a Amber y chasqueó los dedos ― Ponme atención. Ese chico es una mezcla de vanidad y superioridad, ya sabes, lo heredó de su padre y su familia, los Blackthorn.

― ¿Dónde está la familia de Jem?

― Todos los Blackthorn nacieron y viven en Alemania, solo el padre de Jem vive aquí.

― ¿O sea que Jem es alemán? ― Amber entendió un poco: por eso Jem hablaba alemán cuando se enojaba...

Marceline se encogió de hombros.

― Algo así, su madre era de Filadelfia ― aclaró ―, pero sigue siendo un Blackthorn ― sonrió de medio lado y dijo: ―. Te gusta, ¿no? 

― Es guapo pero... no es mi tipo ― contestó Amber, ruborizada.

Marceline rió, como si eso en verdad hubiera sido divertido.

― ¿Y qué hay de Gideon? Es muy guapo, tierno y tan amable que no lastimaría a nadie ― dijo, mirando un vestido corto color negro ―. Lo conozco y te mira de una manera... especial.

Amber pensó que Marceline y sus conclusiones mentales eran muy peligrosas,  y más si llegaban muy lejos.

― Lo admito, observé como él jugaba con tu mano y tú con la de él ― añadió la chica con pecas ―. Lo conozco también desde hace años y no se comporta así con cualquiera.

Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora