Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)

Capítulo 15.

Capítulo 15.

Un Monteverde nunca tiene miedo.

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Para: Stefan Trueblood.

De: Logan y Garrett Monteverde.

Estimado señor Trueblood.

A pesar de que ya estamos informados de que su hijo, Samuel, asumió el cargo de Cónsul hace unos días, por medio de la presente le informamos los resultados de la misión organizada de la directora del Instituto, Christine Fairchild, contra el Subterráneo Francesco Vailati, como usted solicitó en la carta que nos envió hace unas semanas.

Por un lado, fue un éxito evidenciar que Francesco Vailati rompió los Acuerdos cuando el espectáculo de la noche consistía en torturar a una mundana. Sin embargo, el vampiro escapó después de herir gravemente a Amber Montclaire.

La chica que logramos rescatar del espectáculo es hermana de Amber. No ha dicho nada de sus orígenes, su nombre o por qué Francesco la quería torturar públicamente.

Creemos que los Hermanos Silenciosos podrían ver los recuerdos de la recién llegada, pues el señor Vailati arriesgó y arruinó su imagen pública al exponerla...

― No. ― cortó Logan, dejando de leer la carta que él y su hermano habían redactado desde las seis de la mañana.

― ¿Por qué no, pedazo de imbécil? ― se quejó Garrett, quien estaba acostado en la cama de su hermano, medio dormido.

― ¿Recuerdas que el señor Trueblood dijo que se encargaría de ceder el Instituto a alguno de nosotros si Christine lo perdía?

― ¿Eso que tiene que ver? ― Garrett bostezó sonoramente.

Logan examinó la carta de nuevo, y no pudo evitar estremecerse.

― Sé que no me debería de importar, pero me siento culpable. Si Samuel menciona públicamente nuestra cooperación en algo que pueda afectar a todos los que viven aquí, nos odiarán de por vida.

― "Un Monteverde nunca tiene miedo" ― citó Garrett, imitando la voz de un hombre sabio ―. No nos debe de importar lo que piensen estas personas, el beneficio será mayor.

― ¿Cómo puedes ser tan egoísta?

― No soy egoísta, solo pienso que...

― Ya, ya, ya ― interrumpió Logan, molesto ―. No perdamos tiempo discutiendo. Muero de ganas por regresar a dormir, así que tú termina de leer esta cosa.

Garrett giró los ojos y le arrebató la carta de mala gana. Parecía un león de mal humor con su largo cabello hecho un desastre, y sus brillantes ojos del color del oro completaban el juego. Se aclaró la garganta y continuó leyendo.

... y arruinó su imagen pública al exponerla. Los Hermanos podrían acceder a sus recuerdos, y con ellos averiguar sobre el paradero de Francesco, sus planes que ha ocultado desde hace siglos, e incluso que fue lo que hizo esta chica para que el vampiro la quisiera torturar públicamente, sin importar las consecuencias.

Quedamos a sus órdenes, y en espera de su respuesta.

Gracias por su tiempo,

Logan y Garrett Monteverde.

Garrett se encogió de hombros, dobló la carta, la metió en un bolsillo de su pantalón y salió de la habitación en silencio.