Corazón Metálico || Shadowhunters || No. 1 (Primera edición en proceso)

Capítulo 2.

Capítulo 2.

Conociendo a alguien mas.

Amber corrió en linea recta durante, por lo menos, media hora.

Se detuvo y se recargó en un árbol, tirando el hacha a su lado. Estaba jadeando y cubierta de sudor. Sus botas eran muy altas, y sospechó que la señora Dhampir se las había dado así para que no pudiera correr grandes distancias.

Se preguntó a cuando estaría de la horrible mansión y de la mas horrible señora Dhampir, y también de su horrible esclavitud.

Miró a su alrededor. Solo árboles, árboles y mas árboles.

Amber bufó con enojo, tomó el hacha y siguió caminando. Escuchó un ladrido, y brincó asustada. La luna ya estaba en el cielo y proyectaba pocos rayos de luz plateada a través de las hojas de los arboles.

No se molestaba en mirar por donde iba caminando, y gracias a eso, su bota se enterró entre dos rocas, y tropezó.

Rodó por una pendiente, se enterró una piedra en la espalda y un dolor ardiente le recorrió esa parte del cuerpo. Otra piedra le arañó la mejilla y se golpeo en la boca, y al instante notó el sabor metálico de la sangre.

Y seguía rodando, se sentía mareada.

Intentó gritar, pero no salía nada de su garganta, como si tuviera cinta cubriendo su boca.

Por fin, dejó de rodar.

Pero se dio cuenta, que estaba en algo frío y húmedo.

Agua.

Sacó la cabeza a la superficie, respirando con dificultad. Tosió, y escupió toda el agua que se había bebido. Miró a su oscuro alrededor, y se dio cuenta de que había caído en un riachuelo que corría sin prisa. Y que estaba empapada y completamente sola. 

Buscó su hacha con la mirada, pero ya no estaba. Desarmada, empapada y sola... Nunca se sintió tan preocupada.

Se arrastró a la orilla, que no estaba muy lejos de ella.

Tocó la tierra húmeda y sintió como si estuviera salvada por un momento. Salió completamente del agua y se tumbó boca arriba.

Buscó la luna en el cielo, y se quedó mirándola unos minutos. Esto es un sueño...

Suspiró y se levantó por fuerza de voluntad y miró a su alrededor.

De nuevo se puso a caminar, mirando por donde lo hacía.

El canto de un búho acompañaba el ruido los pasos de la asustada Amber, quien rezaba porque éste se callara, era algo tétrico. Sintió como sus esperanzas de salir de ese lugar se morían, luchaba por caminar y seguir adelante.

Pero no: no se podía rendir, se dijo.

Aceleró el paso, como si eso en verdad pudiera servir en algo. Y de repente, escuchó varios pasos, al instante, el vello de la nuca se le erizó; cada nervio de su ser le gritaba que corriera o le pasaría algo malo... pero se quedó donde estaba. En la tierra había una rama, que Amber tomó. Y entre dos árboles no muy lejanos, había una sombra que parecía humana; se acercó tratando de no hacer ningún ruido y decidió ocultarse tras otro árbol.

La persona (si es que eso era) caminó hacia donde ella se ubicaba, y en cuanto estuvo lo suficientemente cerca, Amber la golpeó con la rama.

La sombra cayó al suelo con un grito masculino, y después un torrente de groserías,la mayoría en un idioma que Amber no reconoció. La chica ahogó un grito. Pensó desde luego en correr, pero en cuanto la luz de la luna cayó sobré "él", cambió de opinión: