𝐒𝐂𝐀𝐑𝐒 - 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧

01. the prison

Si hace unos años me hubieran dicho que cuando cumpliera dieciocho el mundo se iba a ir a la mierda por un apocalipsis que hace que los muertos revivan y maten a otras personas me hubiera reído.

Y ahora han pasado unos años desde que todo comenzó.

Estoy siendo perseguida por una horda de muertos vivientes.

Acaban de matar a mi hermana en mis propios brazos, no me lo podía creer...

Joder, le prometí a mamá que Lena estaría bien.

Íbamos de camino a un supermercado para agarrar víveres pero la horda que nos cruzamos era demasiado grande como para poder con ella yo sola ya que mi hermana no sabía manejar armas aún.

Continué huyendo de los caminantes y unos minutos más tarde encontré un supermercado que parecía tener comida ya que estaba cerrado por unas cadenas, además, se podía observar que no se había abierto hace mucho tiempo, un tanto raro para la situación que estábamos viviendo.

Corté las cadenas con una cizalla que siempre llevaba encima por si encontraba algún caso como este.

Decidida, me adentré en el supermercado.

Allí dentro había de todo, así que opté por guardar todo lo que pude. Agarré botellas de agua, estaba escasa de estas, latas de conservas en buen estado y por supuesto golosinas, eso no se encuentra todos los días.

Cuando me dirigí a la puerta por uno de los pasillos, escuché como algo o alguien abría la puerta de nuevo así que me escondí en un sitio apartado de esta.

-Joder Rick, hay comida para meses aquí.-Dijo una voz de mujer.

-Voy a revisar la zona, parece que han forzado esta cerradura hace poco.-Habló otra voz pero esta vez de hombre.

Visualicé una salida cerca de donde estaba escondida, esa era mi oportunidad.

Mierda, maldije en mis interiores.

Se me cayó mi cuchillo al intentar levantarme, con todo el cuidado del mundo fui a recogerlo y en cuanto tenía la mano encima, escuché una voz.

- Ni se te ocurra tocar el cuchillo, levanta ahora mismo.- Me apuntaba con una pistola en la cabeza.

Le obedecí y me giré con las manos hacia arriba, era un chico de unos 45 años, llevaba ropa sucia junto a una placa de sheriff, ¿irónico no? estamos en un puto apocalipsis.

-¿Quién eres?.-Preguntó apuntándome con la pistola.

-Dalia.

-¿Tienes grupo?.- Cuestionó este.

-No, estoy sola.-Seguidamente me vino el recuerdo de mi hermana, una lágrima cayó de mi ojo pero la limpié con rapidez.

-¿A cuántos caminantes has matado?

-¿Por qué quieres saber eso?, no importa para nada.

-Solo dilo.-Respondió serio.

-Docenas, no lo sé, nunca he contado cuantos en total.

-¿Y personas?

-Ninguna, no me ha hecho falta nunca.

-Soy Rick, Rick Grimes, tengo un grupo y te veo válida para contribuir

-¿Válida?.-Pregunté entre risas.

-¿Pasa algo?.-Preguntó el rubio confundido.

-No, nada.-¿Quién coño se creía para llamarme "válida"?

-Entonces , ¿quieres venir con nosotros o no?

No respondí, solo ajusté mi mochila y mis armas, le seguí hasta la entrada donde salimos para encontrarnos con todo el grupo, eran bastantes personas.

Este dió unas palmadas, todos se voltearon. a mirarnos.

- Ella es Dalia y va a formar parte de este grupo, nos vendrá bien tenerla.-Explicó.

-¿Y esta quien coño es? ¿Una boca más que alimentar?.-Escupió un castaño ojiazul con una ballesta en su espalda

-¿Perdona?

-Lo que oyes niñata.

-No me vuelvas a llamar así, sucio.-Respondí dando un paso hacia alante.

El chico se acercó a mí rápidamente y me empujó.

-Dame tus putas armas.

-No.-Le miré desafiante des encasquetando la pistola.

Me las arrancó de las manos a la fuerza y haciéndome daño

- ¿Pero quién te crees?

-Bueno Dalia, es por precaución.-Intentó explicar el sheriff rebajando esta situación tan tensa.

Se interpuso entre nosotros y le dediqué una mirada asesina.

-O sea que me dices de estar en tu grupo y me quitas las putas armas, genial Rick.- Aplaudí con ironía.

-Déjame presentarte a una parte del grupo.-Cambió de tema.- Esa rubia junto a la moto es Andrea, ella Beth, él Tyresse y por último ella es Shasha.

-Dalia, encantada.-Dije sonriendo apenas.

Beth se acercó a mi.

-Encantada, soy Beth, espero que te sientas cómoda con nosotros.-Me sonrió.

-Rick vámonos.-Dijo el castaño con la ballesta.

-Daryl, Andrea irá contigo en la moto, no cabemos en el coche todos.-Le explicó Rick al castaño.-

Así que Daryl era el nombre del ballestero, la verdad es que el chico era atractivo y su nombre aún más.

Llegamos al coche y yo me subí en la parte trasera junto a Beth y Tyresse.

La rubia se subió con el ballestero en la moto y abrazó la cintura de este, he de admitir que en cuanto vi eso, la sangre me hirvió.

Le acababa de conocer y encima era un gilipollas, joder, ¿qué me pasaba?

(...)

Después de unos veinte minutos nos encontrábamos en la entrada de una prisión bastante grande.

Un niño con un sombrero de sheriff y una mujer de pelo corto nos abrieron la puerta.

Salimos del coche y fui hacia la moto de Daryl con pasos firmes.

-Dame mis cosas.-Repliqué con furia.

Se acercó al coche de mala gana y sacó una bolsa con todo, me la tiró con fuerza.

-Muy amable.-Sonreí de forma sarcástica.

Este se adentró en la prisión sin decir ni una palabra más, simplemente mirándome por encima del hombro.

-Hijo de puta.-Maldecí por lo bajo.

Me acerqué a Rick, para hablar más a fondo con él, estaba con el niño que nos había abierto la verja, tendría al rededor de unos 15 años.

-Hey Dalia.

Le sonreí en forma de saludo, él ha sido el único agradable conmigo.

-Este es Carl, mi hijo.

-Un gusto Carl, yo soy Dalia, como ha dicho tú padre.-Le di la mano en forma de saludo y él la aceptó con una amplia sonrisa.

-Ves dentro con los demás, ahora enseguida entramos nosotros.-Le indicó a su hijo.

-¿Daryl es así siempre?.-Pregunté.

-Suele ser así con los nuevos pero en cuanto le conozcas más a fondo te darás cuenta que da la vida por los suyos.

-Creo que no lo caigo muy bien.

-Tranquila, se le pasará, vamos dentro, quiero presentarte al resto del grupo.

Decidida seguí al sheriff y fuimos por donde había ido el niño anteriormente.

ੈ  :copyright: m00nl1ght22 ♡

Y aquí tenéis el primer capítulo de mi historia, espero que os encante tanto como a mi, estoy muy feliz de al fin publicarlo.

Gracias a una de mis mejores amigas por ayudarme con esta idea, @-hcneyed