𝐒𝐂𝐀𝐑𝐒 - 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧

05. had to happen...

Habían pasado semanas desde que enfermé, los días en la prisión eran bastante agradables, ayudaba a Carol a hacer la comida, cuidaba de la pequeña Judith junto a Beth y salía en las expediciones con Rick,Glenn,Maggie y Daryl.

Había reforzado mucho la relación con el coreano y su novia, se habían convertido como hermanos para mi, Andrea había decidido irse de la prisión porque según ella no aguantaba el ambiente y las decisiones que tomábamos, además de no querer formar parte del grupo.

Michonne era como una madre para mi, se preocupaba mucho y me ayudaba en todo lo posible.

La relación con Daryl iba mejorando, hablaba con el de vez en cuando y salíamos a cazar muchos días juntos. Él tiene algo, no sé el que pero algo que me atrae mucho, igual su manera de hablar o solucionar los problemas que surgen en el grupo, aunque todavía no le conozco demasiado, es un chico serio y reservado.

Esta mañana desperté de muy buen humor, cosa que pasa muy pocas veces. Me puse mis botas y bajé a desayunar con todos, pero en cambio, para mi sorpresa allí solamente encontré a Beth con Judith en brazos y a Carol, nadie más estaba con ellas.

-Buenos días cariño.-Carol se acercó a mi para darme un corto abrazo.

-Buenos días a todas.-les dediqué una sonrisa.

- ¿Y tú cómo estás pequeña?.-Acaricié la cabeza de la pequeña Judith, Beth y Carol me miraron con una sonrisa.

-Toma Dalia, tienes que desayunar.-Carol me entregó un sándwich y un vaso de agua.

-Gracias, pero ¿dónde están todos los demás?

-Afuera, abrígate, hace mucho frío, por eso estamos dentro nosotras.-Explicó Beth.

-Solo iré un momento.

Salí de la prisión y joder, que frío hacía, las chicas tenían razón, todos iban con chaquetas.

-Ey, vaquera.-un apodo que me pusieron los últimos días entre Rick y Carl.

-¿Qué tal estás?.-Me preguntó el mayor de los Grimes pasando una mano por mis hombros en forma de cariño.

Rick había sido muy atento conmigo estos días, igual hasta demasiado.

-Bueno, hace frío, pero bien.-Sonreí apenas.

Mi mirada se desvió hacia la de Dixon, estaba mirándome fijamente mientras se apoyaba en una pared, limpiaba sus flechas con fuerza y enfado.

No parecía contento, es más, parecía querer abalanzarse sobre alguien para matarlo, tenia una mirada asesina.

Enseguida lo entendí.

-¿Y tu chaqueta?.-Preguntó Rick sacándome del trance en el que me encontraba.

-¿El qué perdona?.-Quité su brazo de mis hombros.

El ballestero adoptó una semblante tranquila y seria, volvió a su tarea.

Está celoso.

-Que si tienes chaqueta.

-Ah, no, no tengo.-Me miró confuso.