13. day with the Dixons

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Unas caricias me despertaron, cuando abrí los ojos me encontré a Daryl mirándome mientras sonreía.

Bostecé.-Buenos días.

-Buenos días Dal.-Besó mi frente.

Sonreí ante su gesto.-¿Y eso?

-¿El qué?

-Estás de buen humor Daryl.

-He dormido bien, ¿tú?.

-También he dormido bien, estaba muy cansada del viaje hasta aquí, además, tenia ganas de dormir en una cama decente.

-¿Qué quieres hacer hoy?.-retiró el cabello de mi cara y lo pasó tras mi oreja.

-No lo sé, pero mañana iré con Sabrina de expedición.

-Voy con vosotras.

-No.

-¿Por qué no?

-Es una salida de chicas Dixon, la próxima vez será. Además tengo que coger el regalo para Sab, su cumpleaños es pasado mañana.

Daryl pasó las manos por su cara en forma de desesperación.-Joder, ¿qué le hago a la niñata?.

-Lo que le hagas le gustará, y ahora, voy a levantarme a hacer algo, ¿qué hora es?.

-Las doce y cuarto.

-¿Hemos dormido tanto?.

-Estábamos cansados Smith, vamos.

Nos levantamos a la vez y este se fue a su habitación para vestirse. Yo me quedé en la mía, agarré unas mallas cortas negros, un top blanco de tirantes, una camisa de cuadros larga por encima y mis botas negras.

Recogí mi cabello en una trenza despeinada y lavé mi cara.

Bajé las escaleras, un olor de café y tostadas inundaba la sala, corrí hacia la cocina y allí se encontraba Merle haciendo el desayuno.

-Hey, ¿tú haciendo el desayuno?

-No sé cocinar muy bien morenita, pero me siento productivo hoy.

-No te preocupes, seguro que estará muy bueno.

Me senté en las sillas de la isla que había en mitad de la cocina y no pude evitar en pensar lo que ocurrió en la noche.

Merle me sirvió una taza de café con leche y dos tostadas con mantequilla y mermelada.

Relamí mis labios.-Tiene muy buena pinta.

Cuando acabé de comer las tostadas noté como alguien cogía mis hombros desde atrás, sabía perfectamente quien era.

-Hermano, ¿quieres café y tostadas?.-Preguntó el mayor de los Dixon.

-Lo mismo que le hayas hecho a Dalia.

Me giré a mirarle y de su cabello caían gotas de agua.

-¿Te has duchado otra vez?.-Este me miró con obviedad.- Dos días seguidos, es todo un logro.

Bufó con molestia.-Cállate niña.

-Creo que se merece un aplauso.

Fui hacia donde estaba Merle y los dos comenzamos a aplaudir mientras reíamos viendo la cara de Daryl.

-Muy bien hermanita.-Se burló el mayor de los Dixon.

-Eso, muy bien Dixon.

Este se levantó de golpe y se quitó su chaleco.- Ya puedes empezar a correr Dalia.

-Corre morenita.-Merle me empujó.

Corrí lo más rápido que pude hacia el salón y me puse tras el sofá, Daryl se puso enfrente de este, si iba hacia un lado el ballestero hacía lo mismo, no sabía como salir de ahí hasta que se me ocurrió distraerle con cualquier cosa.

𝐒𝐂𝐀𝐑𝐒 - 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora