𝐒𝐂𝐀𝐑𝐒 - 𝐝𝐚𝐫𝐲𝐥 𝐝𝐢𝐱𝐨𝐧

16. last friday night

- Yo nunca, nunca, he dormido con un niño con sombrero de vaquero. - Aria habló con una sonrisa burlona.

Ruby se giró hacia Sabrina. - ¡Y una mierda!.- Todas reímos.

- Os odio.

Negué mientras reía -Nos amas, niña.

Sabrina dió unas palmadas y gritó.-Yo nunca, nunca, me he besado con un ballestero delante de una pobre niña de quince años.

- Dieciséis.

- Mierda, no me acordaba.

Miré a Sabrina con una mirada asesina, quería matarla en este instante.

Bebí un trago largo de la bebida, mi garganta quemaba, me sequé la boca con la manga de mi chaqueta.

Las reacciones de las demás eran increíbles.

-¡Lo sabia, estáis juntos! - Chilló Rosita.

Me cubrí la cara con ambas manos. - No es nada oficial. - Murmuré.

- Pronto lo será.

- Cierra la boca, Sab.

(...)

- Cuando Marco los vio, juro que parecía un tomate. -Ruby explicaba.

-Es un exagerado.-negó Sabrina.-

- No lo juzgues, vio como su hermana se acurrucaba en el pecho de un chico.-Aria le riñó.

- Sois adorables.

- Solo somos amigos. - Reprochó Sab, nerviosa.

- Los amigos no se miran así. - Contraatacó Maggie.

- No me esperaba esto de ti, Maggs.

- Ahora me iré con Mich. - Habló la menor de las Espinosa.

Tara se incorporó agarrando la mano de Ruby. - Lo que me sorprende, es que no os hayáis besado, porque no lo habéis hecho, ¿o si? — Todas le miramos expectantes.

- ¡Joder, por supuesto que no lo he hecho!

- ¡Ese vocabulario! — Reprochó Rosita.

- ¿Por qué hablamos tanto de mi? Dalia también está aquí, interrogarla a ella ¿a que si, Mich? - Murmuró Sabrina

- Tiene razón.-Respondió Michonne.

- Eres una bocazas, mocosa.

-Me amas.

Enid se apoyó en sus manos mirándome con una sonrisa maliciosa. - ¿Y cómo te va con el ballestero?

- Bien, supongo. - Jugaba con mis manos de forma nerviosa.

- Se aman .

- ¡Sabrina!

Aria alzó sus cejas. -¿Besa bien?

-Demasiado bien.

Las hermanas Espinosa gritaron emocionadas agarrándose de las manos.

- ¿Habéis...? - Preguntó mi hermana.

Pasé mis manos por mi cara intentando quitar la rojez de esta.-Estuvimos a punto. -Musité tomando un trago de Whisky.

— Por eso se escuchaban pequeños grititos afuera de tu casa.

Sabrina miró a Rosita de manera burlona. - Tú no estás para hablar, a Abraham y a ti se os oye demasiado, a veces no me dejáis dormir.

- ¡No digas esa cosas!.-Gritó la latina indignada.