La bastarda roja ||Versión Black.

Capítulo 10.-El mundo real.-

Narrador omnisciente.

-Mi señora.-Sir Christopher la aleja de la pelea en la que ella quiere meterse.

Al ver que sir Criston es liberado de la bestia de Harwin, se acerca al moribundo que ríe burlón.

-Voy a rezarle a los dioses porque lo iluminen o... eliminen, sir.-Patea levemente su brazo.-Usted dijo, la soberbia es mala.-

-¡Harwin!-Grita.-Ya calmate.-

El mismo obedece, y camina bajo la falda de la princesa.

-Lord Lyonel lo llama.-Interviene un sirviente.

-Vamos de inmediato.-Avisa Alyrya.

-Sólo al sir.-

-¿Acaso me niega la entrada a una habitación de mi propio castillo?-Harwin toma a Alyrya y la conduce por los pasillos.

-No debiste hacer eso.-Le reclama ella.

-¿Oíste lo que dijo?-Bramó Harwin furioso.-Te faltó al respeto e insinuó que los niños son míos.-

-Estaba provocandote. Y tú caiste como tonto, Harwin.-Lo regaña enfadada.

-¿Por defender tu honor y el de Rhaenyra?-Se molesta el sir.

-Por caer en su retorcido juego.-Aulla.-Le diste el gusto. No les damos el gusto a los verdes.-Alyrya siente el escalofrío pasar por su esqueleto al recordar las palabras de Sir Criston. "Te tendré debajo mío suplicando". ¿Acaso fue con connotación sexual? Prefiere una referencia a que la matara. Criston tendrá que violarla si espera tener algo con ella y primero tendría que prácticamente noquearla. Siendo sinceros, eso la asustó un poco. En su estado no podría protegerse de dicha acción.

-Lord Lyonel.-Saluda Alyrya apenas entran a la habitación.

-¿Qué fue eso?-Reclama apenas Harwin entra.

-¿Esto es porque golpeé al insufrible de Cole? Es hijo de un ayudante.-Le resta importancia Harwin.

-¿Por qué hiciste eso, hijo?-Pregunta la mano tomando su frente con cansancio.

-Le faltó al respeto a la princesa Alyrya. Ella es mi amiga y no permitiré que le falten al respeto en mi presencia. ¿Sabes que dijo?-

-Oí todo. Pero me llamó la atención la paternidad de los hijos de la princesa Rhaenyra.-

-Lord Lyonel.-Pide Alyrya.

-No. No lo defienda, princesa.-

-Lyonel, estamos solos.-Le recuerda ella.

-Alyrya.-Recuerda que ella le pidió que la tuteara.-Su indiscreción con la princesa puede llevarlos a todos a la horca.-

-Nadie cree los rumores. Y el rey nunca autorizaria esa monstruosidad.-Respira hondo.-No llame a la desgracia.-Le ruega.

-Nos iremos.-Anuncia.

-No.-Niega Alyrya.

-No hagas esto más difícil.-Pide la mano.

-No. Es una orden directa de la princesa. No se irán. No le darán el gusto a los verdes. Irse significa aceptar los rumores, no lo harán.-Brama.

Rhaenyra escucha atenta como su tía se desvive por proteger lo importante para ella.

-No permitiré que alejes a Harwin de sus hijos, Lyonel. Te tengo mucho respeto, eres la mano fiel de mi hermano, pero no vas a condenar a mis sobrinos a vivir sin su padre. Quedarse significa entereza, seguridad. No hay que aceptar los rumores. Ellos son tus nietos, Lyonel.-Le recuerda.-¿No quieres protegerlos? Son tu sangre.-