La bastarda roja ||Versión Black.

Capítulo 21.-Viserya 1/2.-

Narrador omnisciente.

-¿Qué opinas?-Pregunta Daemon luego de leer la carta de Alyrya, esperando la respuesta de su esposa.

-¿Por qué nos ayudaría?-Pregunta Rhaenyra.-¿Cómo sabemos que no es un truco?-

-Alyrya te es fiel, Rhaenyra.-Contesta molesto mientras se acerca.

-Es una traidora a la corona, ambos sabemos su apego con Aegon y Aemond. No confío en ella y no utilizaré estrategias que ella misma hizo.-

-¿Tienes alguna mejor? Escucha.-Pide tomando el pergamino en sus manos.-Abolir las peleas de niños en la calle de la seda, viajar a los poblados bajos, que están en decadencia y darles más recursos. ¿Se te ocurre algo mejor? Eso nos ayudaría con tu imagen, tú misma dijiste que una reina busca la conveniencia para su pueblo, Alyrya lo hizo por ti. Utiliza esto, Rhaenyra.-

-Los verdes caerán y ella igual. Será castigada por la Traición. Es la mano de Aegon, por los siete. Estamos perdidos sin ella.-

-¿Qué?-Pregunta Daemon confundido.-¿Castigarla? ¿Qué estás diciendo, Rhaenyra?-

-Está con ellos y será tratada como una igual, sé que es tu hermana, pero...-Rhaenyra para de hablar al sentir que Daemon tomaba con fuerza su cuello, dejandola sin poder respirar correctamente.

-Alyrya es la madre de Viserya, mi hija. Yo solamente puedo hablar mal de ella, pero tú-Apreta más su cuello.-No tienes derecho a dudar de ella. Está ahí, con los verdes por ayudarte a ti. Te cortaré la lengua si vuelves a referirte a ella como una traidora. ¿Me comprendes?-Rhaenyra se aparta por fin pudiendo soltarse mientras respira agitada.-Tu padre estaría avergonzado, Rhaenyra. Si te escuchara referirte así a la mujer que prácticamente te crió. La persona en quien él más confiaba.-

-¿Él estaría avergonzado? Mi tía te mataría por tratarme así, Daemon.-Expresa con enojo la menor.

-¿Ahora es tu tía, arpía despiadada? Hace unos segundos hablaste de Traición. Entiendo que estemos en un momento tenso, pero nunca vuelvas a referirte a Alyrya de ese modo. La bastarda es la persona más fiel que nunca volverás a ver. Acabamos con este tema, Rhaenyra. Haré lo que Alyrya Ordenó y fin del tema.-Finaliza Daemon para irse a ver a Viserya

que había pedido hablar con él, llevandose el pergamino, observa la espantosa caligrafía que Alyrya siempre había tenido, dando una sonrisa que desaparece en un segundo.

-Vis.-La saluda cuando la ve en la biblioteca, sentada secandose las lágrimas de los ojos.-¿Sucede algo?-

-Muy grave, Papá.-Susurra la misma.

Los ojos de Daemon casi salen de sus cuencas ¿acababa de decirle Papá? Hace años esperaba esto.

Viserya.
Hace muchos años.

Mi madre me había explicado que no podía quedarme en la fortaleza. Pero no quería irme. Estaba ella y... Aegon. El hombre que amo estaba aquí. ¿Cómo podría irme? Las dos personas que más amo están aquí. No me malinterpreten, amo a mi padre, Aelor, pero no siento que me ame con la misma intensidad, en cambio Daemon, me demuestra más amor paternal que mi propio progenitor. ¿No es extraño? Sí, lo sé. Ahora, descansando en el pecho de mi amante, doy un pesado suspiro.

-¿Sucede algo, mi flor?-Pregunta el rubio acariciando mi cabello.

-Mi madre me pidió que me vaya. Esta visita será la última.-Contesto con algo de dolor.

-La enemistad de mi tía con mi madre es algo de temer.-Me explica tratando de consolarme.-Pero estoy seguro de que no te alejaría si no fuese porque cree que estás en peligro aquí.-