La bastarda roja ||Versión Black.

Capítulo 9.-Soberbia.-

Narrador omnisciente.

-¿Cómo pudiste permitir eso, Viserys?-Daemon pregunta sentado en su silla en la sala de juntas del consejo.

-Estoy entre la espada y la pared.-Grita Viserys.-Alicent lo nombró su guardia personal antes de darles libertad de hacer lo que quieran.

-¿Desde cuándo las ordenes de una reina consorte son más fuertes que las del rey?-Ataca Alyrya con enojo palpable.-Primero fuiste la marioneta de ese puto de Otto y ahora de la puta traidora de su hija. ¿No te das cuenta, Viserys? Te están manipulando. Usando como a una puta.-

-Alyrya, no le faltes al respeto a Alicent, es mi esposa y la madre de mi hijo.-

-Ella es tu puta hermana, Viserys. Nuestra puta hermana fue herida.-Habla Daemon.

-Sir Criston ya tuvo su castigo. Veo los tres dedos que usas como collar, Alyrya.-

-Casi me asesina.-Habla entre dientes.-¿no te importa en lo absoluto? ¿acaso estás tan ciego que no te das cuenta de que Alicent lo hizo para joderme?-

-Alyrya.-Pide Viserys cansado.-No puedo derogar las decisiones de Alicent. Ella es la reina. Consorte pero sigue siendo la reina.-

-Eres débil, Viserys.-Alyrya entrecierra los ojos.-No quiero ofenderte pero... eres débil en verdad. He tratado de protegerte pero tu no colaboras. Estoy...-

-Alyrya.-La para Daemon antes de que diga algo que sabe que lamentará luego.

-Sólo pido justicia, Viserys.¿Qué me asegura de que no volverán a tratar de matarme?-Pregunta más calmada, haciendole caso a Daemon.

-Si tan insegura te sientes, vete.-Ordena Viserys.

-Eso es exactamente lo que ellos quieren. No voy a permitir que te arruinen, Viserys. Tú no estás solo y voy a demostrarlo.-

-¿Pretendes un castigo?-Indaga con voz permisiva el rey.-¿Qué castigo quieres?-

-Quiero a Alicent en el calabozo diez días, y a Criston puedes dejarlo. Ya lo castigué.-

-Alyrya, me pides demasiado.-

-Sólo te pido que demuestres que nadie puede meterse en tus decisiones y ¿Qué mejor que castigar a la reina por tomar a un asesino como su guardia?-Levanta las manos con una sonrisa, a pesar del dolor de su garganta.

-Está bien.-Acepta.-Diez días ni uno más.-

-informalo.-Sonríe Alyrya. Daemon la mira con orgullo.-Sir Harrold traiga a la reina, por favor.-

El mismo asiente.

Después de varios minutos en espera de la reina, finalmente llega, con su mirada de mosca muerta llena de temor.

-Mi rey.-Lo saluda.-¿Qué sucede?-

-Debes pagar por tus crímenes.-Habla Daemon con dureza.

-Diez días en el calabozo.-Le informa Alyrya.-Pasan con velocidad, te lo digo por experiencia. Cuando tu padre me encerró fueron quince y pasaron rápido.-

-¿Es una venganza?-Pregunta con furia.

-Ups, la gatita sacó las garras.-

-¿Permitirás esto?-Pregunta Alicent a Viserys.

-Sir.-Pide Alyrya.-Llévala.-

-Viserys, no pueden hacer esto. Soy la reina.-Brama asustada.-Viserys. Viserys.-

-¿Estás contenta?-Pregunta Viserys esperando haber conformado la sed de venganza de su hermana.

-No me agrada castigar a los demás.-confiesa.-Pero esa perra no va a jugar conmigo ni con mi hija. Primero muerta.