Ah, el novio del spa.
Trataba con todas mi fuerzas de no saltar sobre la fingida cara de sorpresa que tenía ella en ese momento, tomada del brazo de uno de sus novios.
Así que mientras margarita me sonreía yo le concedía que por lo menos se veía decente dentro de su loca manera de vestirse.
Por si no lo sabían, margarita escoge su ropa según el circulo cromático, algo sobre colores complementarios y cualquier otra psicopatía dentro de su cabeza.
- Linda, te pusiste pálida como un papel, ¿Estás bien? - me pregunta la mamá de Caleb, para luego mirar a margarita - ¿Se conocen?
- No.
- Si - dijo y la miré con todo el odio que había dentro de mi en ese momento - Digo, no, no nos conocemos - de corrigió cuando noto que miraba a su novio.
- Bueno, ya que estamos todos aquí, pasemos al comedor - dijo Miriam.
La madre de Caleb es un encanto, tiene un lindo cabello color miel que le llega a los hombros, ojos de color chocolate, totalmente una anfitriona, así que creo que eso les dice todo.
- Le contaba a Alyssa que eres el hermano de Reggi, nos dejo hace mucho tiempo pero aquí todos somos familia - dijo Miriam sentándose frente a mi - Aún no me quito el anillo.
- Mi hermano era un loco de la pesca, creía que era un profesional pero...
- Siempre se caía del bote - dijeron todos al mismo tiempo, incluso Margarita.
- Eres un encanto - le dijo margarita palmeando su mejilla - Y bueno, ahora que nos estamos conociendo, ¿Por qué no nos hablas un poco de ti? - le preguntó a Caleb - ¿Te hablas a ti mismo en el espejo? Alyssa lo hace - dijo señalándome y la golpeé debajo de la mesa.
Pero la que se quejó fue Sofía, que golpeó a su vez a Marian.
- ¡Bruta, me golpeaste!
- ¿Te desquiciaste? ¡No fui yo! - respondió Marian a gritos.
- Esto será muy interesante - dice Caleb a mi lado y lo golpeo disimuladamente - Eres una violenta, a este paso perderé una costilla.
- Soy una excelente enfermera - le susurré.
- ¿Que es lo que estás sugiriendo, chica de los niños? - preguntó devuelta acercándose a mi con el ceño fruncido.
- ¿Tú que crees?
- Que deberías golpearme más fuerte la próxima vez - susurra volviendo a su puesto - Pero finges que fue sin querer, ya lo sabes.
- Eres un descarado - digo sonriendo.
- No coman delante de los pobres - dice margarita al otro lado de la mesa, estiro mi pierna y esta vez si logro darle, pero Caleb, dios lo bendiga, camufla el quejido de ella.
- Disculpen un momento, voy al baño - digo mirando a Margarita significativamente.
- Arriba a la izquierda - dicen todos y vuelvo a sonreír.
Al pasar al lado de Margarita la golpeo suavemente, subo al pasillo de arriba y la espero ahí, ¿cómo demonios se le ocurre aparecer aquí? Y vestida así, que no está mal, coño, ¿Pero verde y morado?
Todos sabemos que no son los colores, son las prendas, digo no se ve como un payaso al menos y...
- ¿Que demonios se supone que estás haciendo aquí? - le pregunto a penas llega conmigo - ¿Te volviste loca? Les dije que nadie podía venir.
- ¿Y cómo iba a saber yo que esta sería la casa de tu sireno? Que me parece flounder, ya sabes, el pescadito amigo de Ariel, no tiene pero ni una chispa de...
- Oye, Caleb es el mejor flounder que existe y será mejor que tú cierres la boca y mantengas esa sonrisa en tu cara si no quieres que tu novio del spa se entere de los otros dos.
- Joder Alyssa, le dire esto a tú madre, eres peor que el condenado grinch - dice poniendo los ojos en blanco - No, ni siquiera el grinch se atrevería a tanto.
Así que mirándola, erguí mi espalda y le pase por el lado bajando hacia el comedor.
- ¿Como que olvidaste prender el horno, Martha Stewart?
- Bueno bueno, que se me olvidó, mejor ayúdame y déjate de bobadas que la novia de tu tío es medio rara.
- ¿Y eso que tiene que ver?
- Coño Sofía que lo que falta es que saque las cartas y nos lea el futuro a todos sentada en las piernas de tu tío, muévete.
- Mételo en el microondas.
- Marian, ¿Como va a meter un pollo entero en el microondas? Mejor cállate.
- Mama, creo que debes devolver a Sofía al basurero.
- Linda, lo pensé, pero son 22 años tarde como para devolverla.
- ¡Mamá!
- Cállate coño, que te meto a ti en el microondas, muévete muévete, vamos con el plan b.
Supe que esa era mi señal para seguir hasta el comedor pero tropecé con algo verde y morado detrás de mi, sin pensarlo le di un codazo pero el quejido que recibí fue masculino.
- Demonios Alyssa, te lo dije jugando, no para que en serio me partieras una costilla - de quejo Caleb a mi derecha, enseguida me volví a él.
- Muñeco, eso significa que dentro de ella lleva fuego, te sacaste la lotería, tengo un libro que se llama "el kamasut...
- Margarita cierra la boca - le di la espalda - ¿Estas bien? Lo siento, pensé que le daría a ella.
- Fallaste tu puntería, solo un beso podría quitarme el dolor, tal vez dos.
- Eres un... - le dije sonriendo - Te lo daré solo si me lo devuelves luego.
- Te devolveré todos los besos que quieras, cuando quieras.
- Y donde quiera - susurró Margarita en su oído - Recuerda eso, es muy importante.
- Voy a...
- Ya, ya me voy - se alejo levantando las manos.
Pero justo cuando iba a besarlo, su madre dijo que habría un cambio de planes, que haríamos un asado en el patio trasero y que su cuñado ya estaba prendiendo la parrilla.
Así que frustrados, salimos de la casa.
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Un capítulo más, el epílogo y se termina esto:'(
Seamos sinceros, queremos ver pero no queremos que se acabe.
¿Que creen que pasará? ¿Pensaron en quienes podrían ser los dueños de los apodos que Alyssa mencionó en el capítulo anterior? Quiero saber
- Vero🧡
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911, ¿Cuál es su emergencia?
Короткий рассказCaleb trabaja en el servicio de emergencias. Alyssa trabaja el arte de no perder la cabeza. Caleb no tiene hermanos menores. Alyssa tiene una sobrina llamada Alegría y una casa llena de niños. Caleb está siempre en la línea telefónica. La sobrina de...