911, ¿Cuál es su emergencia?

Alyssa.

No sé que hago aquí, honestamente.

No entiendo el tipo de poder que tienen estos engendros de ser tan desquiciantes que logran lo que quieren siempre.

Así que estamos en el parque, que por cierto está lleno de gente.

Es el escenario perfecto para que un niño decida perderse, resoplo una vez más.

Yo cargo cargo con cuatro demonios que realmente no sienten ningún tipo de respeto por mi estabilidad emocional.

Cinco joder son cinco, no cuatro.

Habían mimos, mujeres disfrazadas de personajes de Disney, payasos, globos, niños corriendo y pinta caritas por doquier.

Es encantador maldita sea.

- Bien, sean libres bestias infernales, ya saben cuál es el perímetro y nos vemos aquí en dos horas.

Y no había terminado cuando ya violeta y Bastian habían ido a subir algún árbol, Henry documentaba bichos y blue solo iba a caminar.

- Tú no hija de lucifer, tú no - dije despacio agarrando a Alegría de un brazo en cuanto le vi la sonrisa - Te quedarás dentro de mi campo de visión si no quieres que te deje colgada de cabeza.

- ¡Alyssa pero es el parque!

- Y los dueños me agradecerán luego por mantener la integridad de este lugar intacta - dije sonriendo, ella no tenía opción.

- Eres malvada, monstruosa, una horrible mujer y...

- ¡Oye, oye para tu carro ahí! La horrible mujer es Berta, no yo - que indignante, la empuje a jugar y senté a ver una revista.

A ver, qué una persona extraña los consideraría tiernos pero son cinco ¡Cinco! Que van desde posible psicopata a definitivamente psicótico, ¡Son unos delincuentes, por dios! Solo Alegría podría desatar el infierno en este lugar.

- Alyssa no te pusiste bloqueador solar - me dice Henry y subo la mirada frunciendo el ceño notando que el sol no está a la vista - ¿Sabes lo que podría pasarte si te quemas?

- Si Henry, hay tanto sol que ya me estoy rostizado aquí - le digo sarcástica y él me quita la revista para empezar a ponerme bloqueador en la cara.

- ¿Sabes lo que podría pasarle a tu piel? - me susurra como si fuera un secreto - Quemaduras y ronchas horribles, si pica y te rascas podrías sangrar y eso podría infectarse Alyssa, ¿Y sabes lo peligrosa que es una infección? Se te pudre la piel.

Si por supuesto, Henry es tierno hasta que abre la boca.

- Se me va a pudrir el alma si no te relajas, botiquín con patas.

- Son tan lindos - me dice una señora llegando a mi lado, yo hago una mueca - ¿Son tus hijos?

- No.

- ¡Si! - grita Alegría subiendo los brazos.

Pero antes de poder responder, la señora me ve feo y solo se va murmurando que la generación de ahora no tiene perdón de Dios.

¡Ja, dígale eso a Elena!

Me levanto a dar una vuelta monitoreando a los individuos con los que cargo.

Alegría juega con algo de dudosa procedencia en la tierra antes de ponerlo en el asiento de alguien e irse lentamente.

Henry huye de tres animales que lo persiguen.

Violeta está en la rama de un árbol apuntando con su Nerf a alguna pobre alma entre la gente mientras Bastian le da ánimos.

Y Blue... Blue solo se ríe de Henry, cuando me nota entonces me guiña un ojo y eso es todo lo que necesito para saber que es culpa de ella que esos animales lo persigan.

Trato de seguir de largo cuando una mano se cierra en mi muñeca derecha.

- Disculpa, ¿Podrías por favor ayudarme un momento?

Volteo y veo a una mujer lidiar con una pelea entre dos niñas y un niño al lado de dos adolescentes con cara de amargados.

Y si así luzco yo cuando los engendros pelean... realmente no quiero ni pensarlo, la pobre mujer está a punto de tener una crisis nerviosa.

- ¿Podrías por favor atarle las trenzas? Debo quitarles el chicle a ellas del cabello.

- Ouch, chicle - no extraño los días del chicle en el cabello porque hasta esta mañana le quitaba uno a Bastian del cabello - ¿Como paso?

- ¡Él tropezó, es un estupido y ella también, me pegó el cabello! - llora una de las niñas.

- ¡Tú eres bruta!

- !Pues tú eres adoptado!

- Se supone que iba a ser una salida familiar pacífica - se lamenta apenada - ¿Tú tienes hijos?

- Por suerte no, estoy huyendo de mis sobrinos.

- ¿Y no te aburres ahí toda solita? - me pregunta y yo ladeo la cabeza.

Claro porque ella se ve tan encantada que me genera envidia.

- ¿Usted no se aburre ahí toda acompañadita?

Me levanto al terminar de amarrarle las trenzas al pequeño y la señora esta por responderme cuando siento que algo frío se cierra en mi mano izquierda, subo la mirada para ver a la persona que me esposó y veo a un mimo saludándome con una gran sonrisa y el otro lado de las esposas en la mano.

Me señala y luego se señala a sí mismo.

- Ah no, que no se te ocurra ponértela, ni lo pienses - lo señalo con amenaza - Como te cierres esa esposa en la mano te voy a presentar lo que mi gancho derecho puede hacer - pero él solo acercaba y alejaba la esposa de su mano.

- Voy a presentarte a Berta si lo haces, ¿Sabes quien es Berta? Si, una horrible mujer, tan horrible que va a hacerte hablar - le dije tirando de la larga cadena de las esposas.

Pero él se ofendió, fingió llorar y luego cerró la esposa en su mano para sonreír y luego taparse la boca igual que cuando dices ups.

- Maldita sea.

Realmente odio este parque.