Caleb.

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- 911, ¿Cuál es su emergencia?

- ¿Sabias que loos elefantess no pueden salt... joder, saltar?

Fruncí el ceño y ladee la cabeza.

- No lo sabía, ¿Tiene alguna emergencia?

- Vaamos chico del 911, no finjas que no me reconocess.

Entonces deje de respirar y me puse nervioso como un quinceañero estupido frente a cualquier chica.

- ¿Alyssa?

- Definitivamente no soy Alegría - dijo arrastrando las palabras, riéndose.

Fruncí más el ceño y sonreí.

- ¿Estás ebria?

- No - contestó rápidamente - Si - se corrigió - ¿Sabes que? No lo sé, supongamos que un poco.

Sonreí un poco más mientras toco mi entrecejo, buscando relajarlo.

- ¿Donde estás?

- No te conozzco, chico del... ¿del que? Ah si, del 911, no te dire donde estoy - dijo y luego llegó el hipo - Podrías ser un loco.

- ¿Como sabias que iba a contestar yo?

- No lo... No lo sabia - dijo y rio un poco - Fue un... quítate de encima, joder pesas más que una ballena - le dijo a alguien más y supe que se había distraído.

- ¿Con quien estás hablando? - preguntó una voz masculina de fondo.

Fruncí el ceño de nuevo, ¿Quien era ese? Definitivamente no me gusto el tono de voz que uso.

- Eso definitivamente no es tu problema - le respondió y agradecí que lo dijera claramente.

- Eres mi novia Alyssa, es mi problema si hablas con otro hombre.

¿La chica de los niños tiene novio?

- Escúchame, joder - otro hipo - Escúchame, pedazo de imbecil, no somos nada, nada, así que deja de tocarme los ovarios porque voy a aplastarte tanto las bolas que te van a quedar como una tortilla y voy a obligarte a comértela, ahora desaparece antes de que yo te borre de la faz de la tierra yo misma.

Levante las cejas sorprendido y sonreí un poco.

- Vaya chica de los niños, a este paso voy a pensar que la loca eres tú, debería tener cuidado - le dije molestándola - ¿Donde estás?

- En una fiesta, ¿No es obvio? Duh - me la imaginé rodando los ojos.

- No debe ser una buena fiesta si estás llamando al 911 solo para hablar conmigo.

- Solo quería contarte un dato curioso - respondió rápidamente - Y... - se detuvo y llegó otro hipo - Y se que en el fondo ya esperas esta llamada, solo por eso vas a trabajar.

Sonreí, no le iba a responder eso.

- Me parece que te la tienes bastante creída ¿Por que no admites tú que te parece mejor hablar conmigo, que esa fiesta? - sonreí y me recosté en la silla giratoria.

- Hasta lueeego chico del 911 - dijo cantando y cortó.

Reí apretándome el puente de la nariz, aún sin apartar el audífono de mi oído a pesar de que ya había cortado.

Si, siempre esperaba una llamada de ella.

911, ¿Cuál es su emergencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora