911, ¿Cuál es su emergencia?

Alyssa.

¿Resaca? Yo no sufro de eso, soy una campeona.

Mi resistencia con el alcohol es tan buena que casi salgo a agradecerle a mamá por eso, porque tiene que ser algo de familia.

Soy como un camionero con el alcohol, que consumen cantidades inhumanas y se levantan radiantes al otro día.

Obviamente es mentira.

Si un coach de motivación me viera en este momento, le darían ganas de suicidarse.

Anoche bailé tanto que no recuerdo ni cómo llegué a mi cama, pero recordarlo me saca una sonrisa que vale la pena.

Entonces recuerdo a Zack y se me borra la sonrisa de la cara, ese imbécil tuvo la osadía de presentarse a la fiesta.

No recuerdo que carajos hice anoche pero estoy segura de que mínimo se fue de ahí con la nariz rota y un mensaje de mi parte.

"Cortesía de Alyssa"

Hubiera sido un buen detalle.

Así que cuando estoy por salir de mi habitación lo primero que hago es poner mi cara de que los mataré si me hablan.

Cara que ignoran porque de todas maneras me hablan, esta vez mamá es la única que puede hacerlo, así que lo aprovecha.

- Ayer fui al médico - empieza a decir mientras esparce mantequilla en un pan, nadie más está despierto.

Así que inevitablemente debo escucharla, suspiro.

- ¿Como te fue?

- Lo sabrías si me hubieras acompañado, pero prefieres irte de fiesta y llegar a las tantas de la madrugada - me mira severamente - Tocaste a la puerta de la casa de Berta, Alyssa, de Berta, ¿Es que quieres que tú madre mate a esa desafortunada mujer? De paso me confundiste con ella, ¡Con Berta! Obviamente salí a defenderte a pesar de que me confundiste con esa horrible mujer cuando te llamo loca porque estabas diciéndole que era una mala madre por no reconocerte, a la que casi le arranco la cabeza es a ti.

Deje caer mi cabeza en el mesón, para luego quejarme del dolor.

- Por favor dime que estás jugando conmigo.

- Alyssa espabila, por dios, ¿Crees que yo sería capaz de jugar con algo respecto a esa vieja loca? ¿Es que solo querías incordiar tu madre? - dejó ese pan y tomó otro, esparciendo la mantequilla ya con rabia.

Estaba desarmando el pobre pan.

- Estás desarmando el pan - le digo con calma masajeando mis sienes - Joder, no recuerdo nada.

- Estoy desarmando el pan porque no puedo desarmarte a ti, Berta tuvo la osadía de decirme que debería estar en un loquero, ¡Nada menos! Pero que conste, no soy yo la que está aguantando los cachos que le pega su marido, mi Ernesto no me haría eso jamás.

- Porque sabe que estás loca.

- Respétame Alyssa, te estoy preparando el desayuno, ten un poco de decencia - me miro entonces y resoplo - Me confundiste con Berta, no tienes perdón de Dios.

Suspiro.

- Me estabas contando del médico - le recuerdo.

- Te estaba contando cómo ayer casi le arranco las extensiones a la doctora y cómo casi le desarmo la vida a Berta - pasó a preparar chocolate caliente - Yo llegue diciendo que era una emergencia y la horrible mujer de la recepción me dijo que la enfermera decía si era una emergencia o no, y entonces yo la miré como si le hubiera salido otra cabeza, ¿Es que lo puedes creer, Alyssa? Cómo si yo no supiera cuando tengo una emergencia.

Pobre mujer la que tuvo que atenderla.

- Que horrible mujer - era mejor no llevarle la contraria.

- De lo peor Alyssa, estaba en una clara desventaja porque la doctora no quiso atenderme, ¿En que cabeza cabe que una doctora te diga que no va a atenderte porque no es una energía?

- Ciertamente en ninguna.

- Yo le dije que no podía ser tan horrible persona y entonces una señora que no se de donde salió me puso la mando encima y me dijo que respetara la cola, pero tranquila, una sola mirada bastó para que esa mujer regresara a su lugar.

- Que desconsidera, tu tenias una emergencia.

- ¿Verdad que si? ¡Eso mismo le dije yo! Y entonces la doctora me atendió y me dijo que iba a mandarme un tratamiento que podía ponerme ella misma, pero yo le dije que no Alyssa - se horrorizó - Aquella mujer me veía con tanto odio que yo le dije...

- Le dijo "¡No! ¿Y si usted me quiere matar para después decir que fue un accidente? ¡Conmigo no!" - la interrumpió papá entrando a la cocina - La pobre mujer tuvo que respirar profundamente porque tú madre se puso pesada, en menos de media hora se convirtió en el terror del hospital y al final solo quería que le tomaran la tensión.

- Eso podías hacerlo tú misma - le dije mirándola con el ceño fruncido.

Ella me miró como si me hubiera vuelto loca.

- Eso se infla, Alyssa, se infla tanto que puede explotar ¿Y si se llevaba mi brazo también, cómo iba yo a golpear a Berta?

Si, esta mujer es imposible.