911, ¿Cuál es su emergencia?

Caleb.

- 911 ¿Cuál es...

- ¡No dejes que el colchón le caiga encima! ¡Henry ayúdame a levantarlo o te lanzo por la azotea!

Vaya, eso es nuevo.

- ¿Tiene alguna emergencia?

- Ay dios, el colchón va a tragársela.

- Señorita ¿Esta bien?

Se escuchaban niños riéndose de fondo, una llorando y la voz de una mujer pegando gritos.

- ¿Hola?

- ¡Alegría, suelta el teléfono! - otro grito - ¡Esta cayéndome un maldito colchón matrimonial encima!

- Hola - se escuchó en la línea la voz de una pequeña niña.

- Hola pequeña ¿como te llamas?

Niños, por supuesto que eran niños con un celular en la mano.

Mi trabajo es de lo más divertido.

- El colchón quiere tragarse a Lulú y a Lissy  - hablo con voz risueña, sonreí un poco.

- ¿Hay algún adulto con ustedes? - No sabía tratar con niños.

- Alyssa.

- Ok pequeña ¿Puedes poner a Alyssa al teléfono?

- No puede hablar ahora, se la está tragando el colchón ¿Quieres dejarle un mensaje?

Se escuchó un perro ladrando.

- ¡¿Es que se van a quedar ahí riéndose?! ¡Quítenle el celular a Alegría! ¡Violeta! - aquella chica estaba histérica - Lulú, si me muerdes voy al morderte una oreja yo a ti.

- ¿Te llamas Alegría? - pregunte esperando que la pequeña niña siguiera ahí.

- Si, señor.

- ¡Bastian! Si no te mueves voy a hacer que Lulú se coma todos tus juguetes.

¿Pero cuántos niños había ahí?

- ¿No me darás las gracias?

- ¡Están castigados todos! - gritó la chica.

- Lissy siempre nos castiga - me dijo la pequeña niña al otro lado de la línea.

Entendí que se llama Alegría, vaya nombre.

- Blue, saca a Lulú, y ustedes pequeños parásitos ya se van a enterar de lo que les viene ¿Acaso saben lo que acaba de pasar? ¡Tenía un colchón matrimonial cayéndome encima! - aquellos niños explotaron en risas - ¡No me estoy riendo!

Reí un poco.

- Alegría, cielo, dame el celular si no quieres que te amarre con cinta y te encierre con Lulú - escuche un golpe y luego pisadas rápidas.

Entendí, había soltado el celular.

- Estos niños... los voy a colgar de la azotea a todos ¿Escucharon? ¡A todos!

- ¿Hola? ¿Hay alguna emergencia?

- ¿Emergencia? En esta casa hay emergencias a diario - resopló.

Sonreí.

- Lo siento, mi sobrina tomo el celular y marcó sin querer - explico.

- Para cualquier emergencia tienes este servicio disponible las veinticuatro horas del día solo con marcar nueve, uno, uno - dije con la típica voz de robot.

Ella cortó la llamada.